Terminó febrero y el verano llega a su fin. En Córdoba, la temporada dejó buenas noticias. Es el momento ideal para hacer un balance en el sector turístico, y Julio Bañuelos, el presidente de la Agencia Córdoba Turismo, es el indicado para ponerle voz a ese resumen. “Fue una temporada muy buena. En un contexto económico que no es el mejor, crecimos. En cuanto a la afluencia de turistas, superamos en un seis por ciento la temporada anterior”, grafica.
–¿Cuánta gente visitó Córdoba?
–Todavía no se cerraron las estadísticas, pero entre diciembre, enero y febrero tuvimos alrededor de 5 millones de turistas, 300 mil más que el año pasado en ese período, con una estadía promedio de cuatro días. El año pasado, en total, llegaron 7 millones, y pensamos superarlo en 2018.
–¿Y en cuanto al gasto que hicieron?
–No cabe duda de que estuvo contenido. La gente hizo un esfuerzo enorme para salir de vacaciones y cuidó su bolsillo. Aún no tenemos los datos definitivos, pero calculamos que habrá sido de 1.350 pesos per cápita, aproximadamente.
–¿A qué se debe que haya aumentado en un seis por ciento la afluencia de turistas?
–Hubo una recuperación del turismo interno en la Argentina, gracias a un trabajo sostenido del sector en todo el país. Córdoba tiene un producto inigualable. Estamos en el centro del territorio nacional, la conectividad aérea está en su mejor momento, y la comunicación terrestre también. Invertimos mucho en ese sentido. Y la oferta cordobesa es tremendamente variada. Hay más de 130 mil plazas hoteleras, desde campings hasta hoteles 5 estrellas. En los últimos años se creció entre 3.500 y 4.000 plazas, con una inversión anual, promedio, de 180 millones de dólares. Y en general, esa mejora fue en plazas de categoría. Eso nos permite contar con un público de todos los segmentos socioeconómicos. La gastronomía empezó a crecer más tarde, pero sigue ese rumbo de buscar la excelencia.
–¿En qué se puede notar ese cambio?
–Por ejemplo, estamos instalando nuestros propios Caminos del Vino en la zona de Calamuchita, Traslasierra, Punilla y Colonia Caroya, donde se producen espumantes de gran calidad. La gran mayoría son viñedos con pequeñas producciones de 15 mil botellas.
–¿Cómo impactó en el mercado la llegada de las líneas aéreas low cost?
–Tienen efecto en un segmento que cambiará la modalidad de viajar, sobre todo en períodos cortos. El que vive en Iguazú o Trelew, por ejemplo, no podía elegir Córdoba para un fin de semana largo, por la distancia en auto y los precios de los vuelos. Ahora puede visitar nuestra provincia esos tres días a precios accesibles: esta democratización del uso del avión lo va a hacer posible. Tenemos alrededor de 80 vuelos por día que pasan por Córdoba, de cabotaje e internacionales, porque hace tiempo que Aerolíneas hizo su hub aéreo aquí. Ahora, el gobierno acordó con Flybondi un trato similar para que se instalen en la provincia.
–No quiero olvidar el efecto que la temporada teatral tiene en el turismo…
–Uno de los síntomas que demuestra que Córdoba sigue liderando el verano es que las dos obras que encabezaron la taquilla nacional durante la temporada estuvieron en Carlos Paz: Mahatma y La isla encantada. Aunque Mar del Plata tuvo un mejor verano, en ese contexto de competencia seguimos liderando.
–Las fiestas populares son otra característica de Córdoba. ¿Influyen en los números finales o el público es interno?
–Una canción de Los Cuatro de Córdoba dice que somos fiesteros. En el verano hay alrededor de 200 fiestas populares, desde muy pequeñas hasta festivales como Cosquín, Cosquín Rock, Villa María –que algunos ya dicen que compite con Viña del Mar–, Jesús María, la Fiesta de las Colectividades, la de Santa María de Punilla… Hay gente que está de vacaciones y de paso va a las fiestas, y otra que viene especialmente para el festival y se queda a vacacionar. Eso sucede, por ejemplo, con los fanáticos de la doma en Jesus María.
–Ahora llega Semana Santa. ¿Cómo se preparan?
–Será un gran fin de semana largo. Los empresarios me dicen que ya hay muchas reservas. Para esa época también hay fiestas, como la de la masa vienesa en Villa General Belgrano, Delicias de Pascuas en Santa Rosa de Calamuchita, Peperina en Alta Gracia, donde se presentan los mejores chefs del país. Además, tenemos el turismo religioso. El único santo argentino, el Cura Brochero, es cordobés. El Camino del Peregrino, en las sierras, tiene estaciones marcadas por donde caminaba el santo. En pocos días se empieza a construir el Parque Temático Brochero, ya tenemos las esculturas de Pugliese, y ya largamos la obra civil: lo vamos a inaugurar en un año, en la localidad de Cura Brochero, y resumirá su vida.
–Por último, le quería consultar por la fecha del Rally Mundial, que tiene como escenario la provincia desde hace más de 30 años.
–Es parte del ADN cordobés, los mejores pilotos son de acá, con Jorge Recalde como máxima expresión. Eso nos abrió la puerta para ser parte del Dakar. El know-how de Córdoba en esa actividad da mucha confianza, y nos premite mostrar al mundo nuestra geografía y la buena conectividad: nuestro aeropuerto es la segunda puerta de entrada a la Argentina.
Por Hugo Martin
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