Leopoldo Luque, el médico neurocirujano que operó a Diego Maradona de un hematoma subdural en la cabeza dos semanas antes de su muerte, y uno de los siete imputados en el juicio que empezó este martes por el trágico final del astro futbolístico, luce completamente distinto a hace 5 años.
En detalle, el médico acusado de "homicidio simple con dolo eventual" junto a otros seis sospechosos llegó a los Tribunales de San Isidro con una impactante transformación física que sorprendió a todos los presentes.

Su pelo ya no luce desprolijo y de costado, sino prólijamente emparejado, corto y con algunas canas. En tanto ya no usa barba y su nariz, labios y pómulos parecen otros, mucho más pronunciados y retocados estéticamente.
Además, otro gran cambio físico que se vio en el cuestionado profesional médico radica en su cuerpo, mucho más notificado y entrenado de lo que parecía estar en el pasado.

Por otra parte, Luque llegó al primer día del juicio vestido de traje y luciendo un costosísimo reloj en su muñeca izquierda. También llevaba lentes de sol y unos auriculares inalámbricos que, se presume, sus abogados le recomendaron usar para no escuchar los gritos prominentes de la gente que llegó hasta la puerta de los tribunales para apoyar a la familia del Diez.

Además, el imputado, y uno de los principales sospechosos del deterioro del Diez en los últimos meses de su vida, se mostró sumamente bronceado y reacio a hablar con la prensa. En tanto cambió sus lentes de sol por otros de leer ni bien entró a la sala en donde se llevó adelante la primera jornada del juicio.

Cabe recordar que además de Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, Nancy Edith Forlini, los enfermeros Gisella Madrid y Ricardo Almirón, el jefe de enfermeros Mariano Perroni y el clínico Pedro Di Spagna, deberán dar explicaciones de todas sus decisiones y acciones ante el juez y se estima que el juicio dure al menos unos 5 meses.
Los acusados son vistos como presuntos responsables de un "homicidio simple con dolo eventual", y de ser encontrados culpables pueden enfrentar penas de hasta 25 años de prisión.

Maradona falleció el 25 de noviembre de 2020 producto de un edema pulmonar y una falla cardíaca, mientras se encontraba internado en su domicilio ubicado adentro de country en el partido de Tigre. "La internación domiciliaria misma, mientras duró, fue indignante", consideraron los fiscales sobre las últimas semanas del Diez.
Luque no sólo velaba por su salud sino que, dos semanas antes de su muerte, lo había operado por un hematoma en su cabeza. La lesión había sido detectada por una serie de estudios que le habían practicado en el Sanatorio Ipensa de La Plata y luego lo trasladaron en ambulancia hasta la Clínica Olivos, donde Leopoldo estuvo al frente de la intervención.

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