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"Sánchez tiene más minas que Echarri y Laport juntos, ¡pero nunca tiene sexo!"

Publicado por
Redacción Gente

La ficción de Son amores lo convirtió en galán. El milagro responde a una
misteriosa fórmula, tan sólo conocida por los cerebros de Pol-ka. "La magia de
la televisión"
, se excusa incómodo Miguel Angel Rodríguez. Pese a su nariz
prominente y a una batalla -por ahora perdida- contra su sobrepeso, el
implacable Roberto Sánchez pronto se transformó en un gallardo devorador de
corazones. Reina Reech, Millie Stegmann, Andrea Politi, Alejandra Darín, Ana
Acosta, Georgina Barbarossa, Andrea Frigerio y Gabriela Toscano son algunas de
sus conquistas. Semejante récord lo ubica hoy en lo más alto del ránking de
seductores, por encima de galanes encumbrados, como Osvaldo Laport, Pablo
Echarri y Facundo Arana.

-Es "el varón más deseado de la televisión", podría decirse.
-Es cierto: Sánchez tiene más minas que Echarri y Laport juntos. ¡El problema es
que nunca tiene sexo! Pablo y Osvaldo protagonizan escenas con más piel, muchos
roces. Sánchez, en cambio, arranca una secuencia con un beso apasionado y, en el
cuadro siguiente, ¡ya aparece extenuado sobre la cama con un pucho en la boca!

-¿Le daría pudor desnudarse frente a cámara?
-No. Yo creo que le daría pudor al público (ríe). Pero la tele es mágica y ha
hecho que muchas chicas se enamoren de Sánchez. ¡Si hasta hay algunas que me
esperan en la puerta de Pol-ka y pretenden que las bese un narigón como yo!

-Es decir que el éxito que tiene entre las mujeres de la ficción ya hizo eco en
su vida real.
-Sí, las chicas me ven más lindo, más pintón: rubio y de ojos celestes. Pero la
realidad es ésta (se toca la panza), el espejo es implacable.

-¿Qué imagen le devuelve el espejo, Rodríguez?
-Reconozco mis defectos, pero el problema principal es que estoy gordo. Jugar a
ser galán es un laburo muy pesado: te tenés que cuidar el pelo, mantener un
peso, estar siempre más o menos bien…

-¿Nunca fantaseó con someterse a una cirugía estética?
-Jamás. Desde hace años me atiendo con Alfredo Cahe. El siempre insiste en
operarme la nariz, pero yo me niego. ¿Para qué sufrir si el milagro de "el
galán
" ya está consumado?

-¿Una lipoaspiración?
-No. Vivo en una lucha permanente contra la balanza. Hace poco descubrí que por
las noches, durmiendo, bajo casi dos kilos. Así que me impuse la rutina de
pesarme sólo por las mañanas. Pero ojo: con el desayuno termina el milagro.

-¿Tampoco pensó en darle color a su pelo?
-No, si lo mío no son canas: el problema es que está nevando en Olivos (ríe). Mi
peluquero me quiere teñir a toda costa. "Tranquilo, lo hacemos despacito y no se
da cuenta nadie…",
dice. Pero no, me encantan mis canas.

-¿Cuál es el target más común en sus conquistas?
-De cuarentonas para arriba. Con un poco de suerte, se me arrima alguna que
orilla los 30 pirulos. Las más chicas corren atrás de Martínez y Cabré. Y
después, ya cansadas, vienen conmigo y me piden un autógrafo "para mamá".
Siempre los dedico para mujeres con nombres de antes, como Graciela o Gladys.

-¿Se reconoce en condiciones de disputarle una mujer a Martínez o a Cabré?
-Imposible. ¡Te aplastan! Si los chicos son tan lindos que hasta me gustan a mí.
¿Qué podría hacer? Quizá si estuviese soltero y peleásemos por una señora de
cincuenta años… Con ellos, prefiero jugar en equipo. ¿Para qué me voy a hacer el
habilidoso si siempre fui un rústico picapiedras?

-¿Cómo reacciona su mujer cuando lo presentan como galán?
-Se mata de la risa. Aunque el otro día me dijo: "No te creas, no estás tan
mal…
". Los más crueles son mis amigos, los viejos compañeros de hockey en el
Club YPF. Ellos se matan de la risa.

-Deduzco que usted no era el winner del club…
-No, pero tampoco era un chico feo. El problema era que siempre quería tener más
de lo que tenía.

-¿Su mujer lo cela?
-Lo justo y necesario. No mucho más de lo que yo la celo a ella. Algunos me
dicen: "Ahora que sos galán, la debés tener atada…". Pero hay que entender que
todo esto es ficción, para jugar.

-Sin embargo, hay gente que pretende seguir jugando más allá del escenario.
-Sí. Las mujeres se mandan, no les importa si estoy con Maribel o con una pareja
de amigos. La encaran a mi mujer y le dicen: "¡Qué dulce que es Miguel! ¡Vos no sabés la suerte que tenés!". Y mi mujer las mira como diciéndoles: "¿Suerte?
Llevo 17 años con esto…
" (ríe). Pero estamos bien, la cosa funciona.

-¿Cómo vence la tentación de tirarse una canita al aire?
-¡Si entre las grabaciones y el teatro no tengo tiempo para mí! ¿Adónde iría con
otra? Además, existen estos rastreadores (N. de la R.: señala su teléfono
celular) que son infalibles. No, a mí dejame tranquilo…

-Después de 17 años de casado, ¿tiene secretos o claves para el matrimonio
perfecto?
-No creo que seamos perfectos. Nuestro matrimonio se dio así. Encaramos la
relación "para toda la vida" y, hasta el momento, se viene cumpliendo. Tuvimos
muchos altibajos y los superamos con el diálogo. Además hay que llevar una vida
amorosa importante.

-¿Ya llegó a ese punto de la vida en que la experiencia suple la virilidad?
-No. ¡No seas h… de p…! Ahora estoy en el momento en que se mezclan la
experiencia con una virilidad que resiste el paso de los años.

-¿Ha tenido éxito también con hombres?
-No, jamás. Y no tendría problemas en confesarlo.

-Sin embargo, hace poco consiguió que tres hombres pelearan por usted: Tinelli,
Suar y Pergolini.
-Me invitó Marcelo a su programa y yo le pedí permiso a Adrián para ir: fui
aquel martes y el problema es que a Mario, con razón, no le gustó que yo haya
aparecido en el programa que es su competencia. Yo me lo tomé con mucho humor.
Cuando me llamaron de la producción de VideoMatch, para divertirme, les puse
algunas condiciones: pedí el camarín de Susana Giménez, champagne, frutas… ¡Y
cuando llegué, tenía todo a mi disposición! Les dije: "No sean b… ¿Cómo se van a
creer que me hago la estrella?".


-¿Cómo imagina el final de Sánchez?
-Yo les sugerí a los autores que le dieran una oportunidad con una jovencita, a
ver si concreta de una vez por todas… Pero creo que merece terminar solo, por
amargo.

-¿Y el día después?
-Me hubiera gustado seguir, porque creo que daba para más. Tengo algunas ofertas
dando vueltas por ahí, pero nada en concreto. Me encantaría seguir en la
ficción, donde no tengo mucho recorrido. Espero que aparezcan nuevos personajes,
distintos de éste.

-¿Ya no volvería a interpretar a un galán?
-No, ya está. De todas formas, no creo que lo de galán dure más de unos años.
¡Si a los 43 me cuesta muchísimo bajar 500 gramos!

-Sería un buen final para esta entrevista que confesara, como muchos actores
jóvenes: "No quiero quedar encasillado como galán".
-Sería más bien divertido, casi inverosímil. Pero es cierto: no quiero quedar
encasillado como galán. Y además, estoy harto de que me traten como si sólo
fuera un par de piernas bonitas…

Su personaje enamoró a Reina Reech, Millie Stegmann, Andrea Politi, Alejandra Darín, Ana Acosta, Georgina Barbarossa, Andrea Frigerio y Gabriela Toscano. Récord para el Guinness. Pero no concreta nunca…

Ahora estoy en el momento en que se mezclan la experiencia con una virilidad que resiste el paso de los años"">

"Ahora estoy en el momento en que se mezclan la experiencia con una virilidad que resiste el paso de los años"