El afamado preparador alemán Novitec ha vuelto a desafiar los límites de la elegancia y la potencia al realizar su más reciente obra maestra: una impresionante modificación del Rolls-Royce Cullinan. Este proyecto se basa en el kit Spofec Overdose S que eleva la presencia del icónico vehículo de lujo a nuevas alturas, combinando un diseño imponente con un rendimiento excepcional.
El proceso de transformación del Cullinan comenzó con un cambio radical en su apariencia. Novitec instaló el kit de carrocería, que incluye un nuevo paragolpe delantero, parrilla y luces LED.
Los guardabarros aumentaron de tamaño, otorgando al vehículo una presencia más robusta, mientras que el paragolpe trasero, con un difusor prominente, completa la imagen de potencia y sofisticación. Spoilers en el portalón trasero añaden un toque aerodinámico, y las llantas Vossen de 24 pulgadas en aluminio, con 71 opciones de personalización, completan el conjunto estético con un toque de exclusividad.
La filosofía de Novitec es clara: si van a modificar un Rolls-Royce, lo harán a la perfección. Antes de aumentar la potencia, el chasis recibió una mejora significativa con un kit de suspensión más firme que reduce el despeje, mejorando la estabilidad y maniobrabilidad del vehículo.
Una vez perfeccionado el chasis, Novitec dirigió su atención al corazón del Cullinan: su motor V12 biturbo de 6.7 litros. Una nueva ECU fue desarrollada para este propósito, ofreciendo una mejora impresionante de 106 CV y 160 Nm. Lo innovador aquí es que esta ECU puede ser instalada o retirada según el deseo del propietario, otorgando una flexibilidad inigualable. Con estas mejoras, la potencia alcanza los 607 CV y 1.060 Nm. Además, Novitec incorporó un sistema de escape renovado, completo con válvulas electrónicas ajustables.
El resultado de esta meticulosa transformación no solo se refleja en la estética mejorada, sino también en el rendimiento del vehículo. El Rolls-Royce Cullinan modificado por Novitec es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h, demostrando que la elegancia puede combinarse perfectamente con la potencia.
El sprint de 0 a 100 km/h se realiza en tan solo 4.6 segundos, ofreciendo una experiencia de conducción que combina el lujo característico de Rolls-Royce con la emoción de un rendimiento mejorado.
