El espacio que Diego Ramos ocupó históricamente en las telenovelas fue el del galán codiciado por las protagonistas. Pero, en las últimas horas, el actor se confesó a corazón abierto sobre la forma en la que lo consideran para los personajes desde que hizo pública su elección sexual.
“Me gusta mucho conducir y entrevistar, pero cuando me llaman, me llaman para hacer siempre comedia disparatada y hacer de gay disparatado, creo que ahora no me van a llamar para otra cosa, porque se mezcla la vida, el perfil de una persona con la ficción y a las pruebas me remito”, afirmó en LA Once Diez.
De esa forma, el panelista del programa de Florencia Peña (“LPA), aprovechó para hablar de su presente profesional en la pantalla chica con la actriz: “Encontramos un formato maravilloso. Entiendo que al principio falló de alguna manera, porque el arte y el humor son subjetivos y siempre hay un riesgo y es que guste o no, pero fundamentalmente destaco haber notado el trabajo y el esfuerzo que hubo para que empiece a gustar, y sobre todo a gustarnos”.
“Lo que hace Florencia, lo que hace Moria, lo que hago yo, puede gustar o no, creo que no hay que mezclar lo personal con lo artístico. Pero Moria dice cosas que en la boca de Florencia no hubieran pasado desapercibidas”, dijo.
Diego Ramos contó una divertida anécdota de la época en la que usaba la app de citas Grindr
Hace unas semanas se cumplieron diez años de la aparición de Tinder, una aplicación que sin dudas marcó un antes y un después a la hora de las relaciones humanas. Después de esa irrupción, vinieron muchas más que buscaron competir en los distintos tipos de mercados y Diego Ramos recordó su experiencia en “La puta ama”.
Y uno de ellas fue Grindr, dedicada especialmente para las personas de la comunidad gay y que tiene como foco central los encuentros casuales. Al confesar que en su momento la usó, el actor recibió una pregunta de la conductora del ciclo: “¿No les preguntan si son o no los famosos?”.
“Yo tenía Grindr y en la foto de perfil no aparecía la cabeza. Se veía solamente mi cuerpo. Empezás a hablar y pasas la foto: me ha pasado que me bloquearon. ‘Me mandas una foto de Diego Ramos, salame’, me decían”, dijo.
“Las aplicaciones son seguras. Tenes que tomar tus recaudos. Obviamente que no vas a ir a la casa de alguien que no conocés y no vas a meter en tu casa a alguien que no conoces. Lo mejor es encontrarte en un lugar público y constatar que la persona es la que dice ser”, detalló.
Y siguió: “Vos me mandas tu foto, nos encontramos en un bar y aparece una persona totalmente diferente… ahí no va. Hay muchas mentiras”.