La enseñanza/aprendizaje de las matemáticas en entornos escolares es compleja y necesita de la presencialidad y el contacto con los alumnos, algo que en estos tiempos no se está cumpliendo debido a la crisis educativa generada por la pandemia de coronavirus.
Habitualmente se trasmiten conocimientos matemáticos validados por el sistema educativo, pero los alumnos no parecen verlos con buenos ojos.
De manera constante manifiestan que las matemáticas son áridas, aburridas y sin aplicación; que no se relacionan con el entorno inmediato, que es una materia que necesita de habilidades especiales, que aparecen conceptos de los que se desconoce el origen y aplicación y que no es una herramienta útil en la vida real.
Estas manifestaciones nos llevan a pensar que se necesitan estrategias claras para mejorar la motivación del alumnado hacia esta materia. Éstas podrían ser algunas de ellas:
Debemos fomentar la importancia de poner en valor las matemáticas en los entornos educativos. Existen argumentos claros que evidencian su necesidad:
En definitiva, el aprendizaje de las matemáticas en entornos escolares y universitarios, aunque complejo y de percepción a veces negativa por parte del alumnado, constituye una necesidad clara en un mundo actual líquido, basado en la tecnología y en el que el futuro laboral es incierto.
La enseñanza está viviendo un período ciertamente convulso en los últimos tiempos debido a la situación generada por el virus COVID-19. Esta convulsión ha generado de pronto incertidumbre y desazón entre el profesorado, ya que de un día para otro se perdía la presencialidad y había que adoptar decisiones que implicaban la implementación de un sistema de enseñanza a distancia generalizado y en el que la semipresencialidad ha adquirido un protagonismo importante en el curso actual.
Entendemos como educación semipresencial aquella modalidad en la que el estudiante trabaja en casa la mayor parte del tiempo y dispone de algunas sesiones presenciales, en las que se reúne con el profesor para solventar dudas y realizar actividades.
Se trata de un modelo denominado blended learning, que está cada vez más extendido en los entornos educativos. Pero esta modalidad de enseñanza tiene ventajas e inconvenientes, que hemos de reseñar. Algunas ventajas son las siguientes:
Pero también tiene desventajas:
El aprendizaje de cualquier disciplina en entornos de semipresencialidad necesita del apoyo de una plataforma virtual, entendiendo como tal un sistema que engloba diferentes tipos de herramientas destinadas a fines docentes. Su principal función es facilitar la creación de entornos virtuales para impartir todo tipo de formaciones a través de Internet, sin necesidad de tener conocimientos de programación.
Algunos de los ejemplos más significativos de plataformas educativas virtuales son Edmodo, Google Classroom y Moodle.
En el caso concreto de las matemáticas podemos apoyarnos en la enseñanza semipresencial usando algunas herramientas soportadas por las distintas plataformas como videoconferencias, foros, tareas y cuestionarios. Respecto a la videoconferencia, que puede ser usada en el aula mediante diversas metodologías (conferencias de expertos, intercambio de información entre alumnos de varios centros, clase de la asignatura, etcétera), la pretensión debe ser mantener un adecuado contacto con el alumnado, animándolo a que siga con sus procesos de enseñanza/aprendizaje proporcionando un apoyo emocional necesario.
Para ello, la videoconferencia como clase de una asignatura debe tener momentos en los que el profesor muestre calidez y cercanía al alumnado, comentando los objetivos a conseguir en la sesión, con explicaciones claras y breves de los conceptos matemáticos, además de proporcionar espacios de realización de actividades y aclaración de dudas.
Por otra parte, para fomentar la motivación del alumnado, el profesor debe conocer herramientas simples que le ayuden a generar actividades interactivas de carácter matemático como Learningapps, Educaplay y Quizzlet, además de usar metodologías activas en el aula.
La disciplina de las matemáticas, aunque compleja y necesitada de un componente presencial importante, puede ser enseñada con un modelo de semipresencialidad basado en un buen uso de plataformas y herramientas tecnológicas apropiadas que fomenten el uso de metodologías activas. Eso sí, es imprescindible no olvidar la interacción con el alumnado y el apoyo emocional necesario en estos entornos tecnológicos.
Francisco José Ruiz Rey es profesor asociado del Departamento de Didáctica de las Matemáticas de la Facultad de Educación de la Universidad de Málaga (España). Este artículo fue originalmente publicado por The Conversation.