Hace un año hablaba de un sueño: “Fantaseo con poner un local de ropa junto a mi hermana Adriana. De chicas estudiamos corte y confección y sería genial poder cumplirlo…”.
Cuando a Natalia Oreiro se le cruza una idea por la cabeza, ya se sabe qué pasará: tarde o temprano la concreta. Y ahora falta poco, poquitísimo... El viernes 5, en el 4780 de la calle Honduras, en pleno Palermo Soho, Las Oreiro abrirá sus puertas con un cóctel de inauguración. Celebrities, fotógrafos, productores de moda y amigos están invitados. Faltan sólo dos días para que el delirio –así sonaba tiempo atrás– sea una realidad…
EL LOOK. Llevará su sello personal. “Todo tiene nuestro estilo –reveló la actriz–. Encontrarán diseños de alta costura, ropa interior y hasta una chocolatería con los bombones que más nos gustan”. Sueltos, o en cajitas, se venderán de sabor floral (los preferidos de Nati) y fruta (como le gustan a Adriana). Los diseños, adelantan las hermanas, serán de edición limitada. Trascendió, también, que habrá indumentaria para cada ocasión y momento del día: vestidos largos para la noche, prendas prêt-à-porter y un sector (todo in red) de lencería. “Se verán los colores verdes, fucsias y azules. La calidad de los géneros será impresionante: habrá mucho voile, jersey de seda, texturas siliconadas y de jean oscuro”, revelan.
El mejor mannequin lo lució la propia Natalia para la gala de los 75 años del Hotel Alvear: allí estrenó el primer boceto que hizo junto a Adriana. Un vestido largo, escotadísimo de frente y espalda, en color violeta, con el que impresionó a todos. Y, el último sábado, también impactó con su look: con vestido de jean, campera de cuero rojo y zapatos al tono se dejó ver, junto a Ricardo Mollo, a la salida del Picadilly, donde compartieron Educando a Rita, la obra que protagonizan Catherine Fulop y Víctor Laplace.
PROYECTO OREIRO. La idea surgió cuando eran chicas y estudiaban corte y confección en Uruguay. Más tarde, la vida las llevó por diferentes caminos, pero nunca se olvidaron de aquella idea. Desde siempre, Natalia y Adriana tuvieron las ganas de diseñar y crear su propia marca de ropa. Sólo, cuentan, debían esperar a que llegara el momento oportuno. Porque mientras Nati actuaba, cantaba y recorría el mundo, Adriana se fue a México a estudiar diseño de modas durante diez años y después se perfeccionó en París. Cuando regresó, el año pasado, pusieron manos a la obra: buscaron el local (un ex restó, ubicado en Honduras casi esquina Armenia) y Nati empezó a aprovechar cada uno de sus viajes para conseguir las mejores telas y la más osada inspiración. Incluso, dicen que recorrió muchos mercados de pulgas y corralones, porque también se ocupó ella misma de la decoración. Y para la música (un infaltable en su vida), le pidió a los Djs Javier Zucker y Pedro Segni que le armaran una selección con la mejor música de los 50’, 60’, 70’ y 80’.
–Natalia, dicen que ya falta poco…
–Casi nada… ¡Ya puedo contar las horas!
–¿Cansada?
–Sí. Pero feliz, muy feliz.
–¿Qué podés adelantar?
–Nada. Porque me encantan las sorpresas. Sólo te voy a decir que ahora voy a imponer mi look.
–¿Sexy…?
–(Risas) En dos días lo verán…
Misteriosa, la menor de Las Oreiro parte en un taxi con unos marcos de cuadros. El destino: su nueva empresa. 
Natalia y tres looks: prêt-à-porter (con vestido de jean, campera de cuero rojo y zapatos al tono), de gala (escotadísima en violeta), y casual (zapatillas, jean, suéter, lentes y bandana). La etiqueta llevará el nombre de Las Oreiro.
La misma Natalia se encarga de la decoración del local, donde se impondrán el blanco y el rojo. Las Oreiro está en plena obra: el viernes 5 habrá un cóctel de inauguración. Abajo, Natalia y Adriana: hermanas y socias en la moda, junto a sus padres.
“Los diseños de Las Oreiro llevan nuestro estilo. Encontrarán alta costura, ropa interior y hasta los bombones que más nos gustan”.
