"Si un día no vuelvo, rompan todo", escribió en una story Úrsula Bahillo después de denunciar 18 veces por violencia de género a su ex novio, el efectivo policial Matías Martínez (25), porque se veía muerta.
Tal como contó Danna Villalba, la amiga de la joven de 19 asesinada a puñaladas, a quien le dijeron en la comisaría de Rojas que no tomaban denuncias los fines de semana, "sabía que este día iba a llegar, porque nunca la cuidaron".
"Él la seguía, la amenazaba, no la dejaba en paz, no podía estar tranquila nunca. La siguió, la secuestró y la mató. Era una muerte anunciada", contó Villalba. Úrsula usó sus redes para alertar sobre el calvario que estaba pasando, dando indicios en varios de sus tuits. Sus amigas la trataban de contener y proteger, pero nunca recibió protección policial ni le fue asignado el botón antipánico.
El informe preliminar de la autopsia reveló que Úrsula Bahillo fue asesinada de al menos 15 puñaladas en la espalda, el torso y el cuello. Martínez está imputado por femicidio, con agravantes de "alevosía y ensañamiento" y se encuentra detenido en el Hospital General de Agudos San José de Pergamino.
Tras notificarse de la última denuncia del domingo, Martínez le propuso a Úrsula verse para charlar y pedirle perdón. En ese contexto fue que la llevó a un paraje rural de la ciudad bonaerense de Rojas y la asesinó.
Matías Martínez es oficial de la Policía de la provincia de Buenos Aires y se encuentra con carpeta psiquiátrica. Ya cargaba con una denuncia por abuso sexual de parte de la sobrina de una pareja anterior. Según contó el periodista Mauro Szeta, "esa causa tramitaba en 9 de Julio, departamento judicial de Mercedes". La última noticia fue a fines de diciembre, "cuando le denegaron una eximición de prisión al acusado".
Belén Miranda, una ex pareja del efectivo policial, a quien Úrsula había contactado a través de las redes sociales para contarle su angustia por la situación que estaba atravesando, definió a Martínez como "psicópata" y relató su dura historia.
La joven, quien estuvo en pareja con Martínez en 2017, contó que la maltrataba verbalmente y que ejercía violencia psicológica. "Ella me contó que se volvía loco cuando salía sin él. A mí me pasó lo mismo, él entraba cuatro o cinco veces en la noche a mi casa a ver si yo estaba durmiendo ahí. Me di cuenta de que era un psicópata cuando discutí con él y me empujó", señaló Miranda.
"Ella me decía que tenía miedo. Y yo le decía que tenía miedo por ella", recordó Belén, quien fue amenazada de muerte enfrente de sus hijos. Un día, después de cambiar las sábanas, Martínez la tiró contra las maderas de la cama y una vez en el piso le apoyó el arma en la cabeza: "Me amenazó de muerte con su arma de trabajo. Cargó su arma y si hubiera gatillado me mataba a mí y a mis hijos".
Según Infobae, una fuente de la Justicia Penal de la provincia aseguró que la presunta complicidad policial –se habla de encubrimiento de sus compañeros y de un supuesto tío policía que habría desechado denuncias– "no es una hipótesis en el expediente". Por otra parte, respecto a la carpeta psiquiátrica del femicida, no han podido precisar cuál es el diagnóstico que consta allí.