En medio de un escándalo, Lanzoni se separó de Christian Halbinger su novio desde hacía cuatro años. Dentro de una semanas se iban a vivir juntos y él iba a ser el papá de la nena que la actriz está a punto de adoptar en Haití. Ayer por la noche, para calmar un poco el dolor, la ex de Fantino fue a cenar con amigos y...
El de ayer no fue un día más en la vida de Miriam Lanzoni (39). Después de cuatro años de relación, la actriz se separó del empresario Christian Halbinger (36) en medio de un tremendo escándalo. Como si se tratara de una pesadilla, la actriz recibió un video de su novio, teniendo sexo con la mujer que hace unos meses le había realizado el servicio de catering en un cumpleaños familiar. Y cuando la noticia se hizo pública, la ex de Alejandro Fantino habló y confirmó todo. “Es verdad, la mina lo filmó sin que él se de cuenta y me mandó el video. Estoy destrozada porque dentro de unas semanas nos íbamos a ir a vivir juntos y él iba a ser el papá de la nena que estoy por adoptar”. Desde hace unos años, Miriam inició los trámites para ser mamá de una niña haitiana.
A pesar del dolor y del sugestivo tuit que publicó “Dicen que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer... en este caso nose si un gran hombre, pero si una tremenda mujer... la más hermosa que conocí en mi vida…”, la actriz no se quedó llorando en su casa. A la noche aceptó la invitación de Fernando Soler, el dueño de Señor Tango, y fue a disfrutar de la cena y del espectáculo. Como dijo el historiador Enrique Horacio Puccia, “Barracas fue el barrio que por primera vez le puso a Buenos Aires un bandoneón en su regazo”, y Miriam fue a descubrir esa magia y a despejar su cabeza luego de un día de mucha tristeza.
La pareja se había conocido hace cuatro años en Tequila. Ella hacía poco que había terminado su relación con Alejandro Fantino y no buscaba nada serio. “El plan era pasarla bien y listo, pero el amor me atropelló”, confesó la actriz hace un año. Y desde el primer día que se conocieron, la relación fue aumentando en intensidad. No convivían pero dormían casi todas las noches juntos, tenían planes de casamiento y ella estaba encariñada con sus dos hijos: un varon de 6 años y una nena de 4. Por eso se entiende que Miriam esté destrozada. “Lo único que puedo decir es que lo amé como a nadie. Fui intachable, lo cuidé, lo hice sentir como un rey, como el hombre más increíble que pensé que era y se cagó en todo”, dice con la voz quebrada mientras de fondo suena Adios Nonino.
