Linda Evangelista, la supermodelo de los '90s, es la protagonista de la tapa de la revista People cinco años después de que decidiera alejarse de la vida pública. En la portada revela su nueva imagen luego de que se realizara un tratamiento estético fallido que le generó un efecto adverso muy poco común.
Evangelista, quien tiene 56 años, describió en la entrevista exclusiva la “pesadilla” que vivió luego de someterse al CoolSculpting de Zeltiq, un tratamiento de criolipólisis que tenía como objetivo reducir grasa, pero que generó el efecto contrario y la dejó, según ella, “brutalmente desfigurada”.
“Me encantaba estar en la pasarela. Ahora temo encontrarme con alguien que conozco. No puedo vivir más así, escondiéndome y avergonzada. Simplemente, no podía vivir con este dolor más tiempo. Estoy dispuesta a hablar, finalmente”, explicó la modelo al mencionado medio.
La “top model” aparece retratada luciendo un jersey con un gesto serio, mas en el interior de la publicación posó y mostró el área lateral de su pecho con una camiseta con breteles para que se puedae observar el efecto de su dolencia, que se llama hiperplasia adiposa paradójica (HAP).
Meses después del tratamiento, al que se sometió en varias sesiones entre 2015 y 2016, empezó a observar protuberancias que se endurecían y perdían sensibilidad en las partes del cuerpo que había intentado reducir, como la barbilla, los muslos y el área del pecho.
Evangelista pensó que estaba haciendo algo mal, redobló su dieta hasta el punto de “no comer nada”, mas al no ver resultados fue a su médico y le diagnosticaron HAP, un efecto colateral que afecta a menos del 1 % de las personas que se hacen el CoolSculpting y que no tiene cura. “Yo dije: ¿Qué diablos es eso? Y me dijo que ninguna cantidad de dieta, ninguna cantidad de ejercicio, iba a arreglarlo nunca”, señaló, quien se sometió a cirugías correctoras, pero que aún no se reconoce.
