Es un momento duro para las grandes leyendas de Hollywood: en el mismo día se conoció la muerte de Kelly Preston, la mujer de John Travolta, y el trágico final del heredero de Elvis.
Benjamin Keough, el nieto de Elvis Presley, siempre mantuvo un perfil muy bajo y pocas veces se mostró en eventos masivos (como lo fue el 40º aniversario de la muerte de su abuelo en el 2017, donde llamó la atención su parecido con el legendario músico).
Hoy, su nombre resuena en los portales de todo el mundo, porque trascendió que ayer por la mañana fue encontrado muerto en su casa de Calabasas, en el estado de California, por lo que la policía calificó como una «herida de bala autoinflingida». Según aseguran los medios estadounidenses, el nieto del Presley (que también era músico y en el 2009 había firmado un contrato discográfico por $5 millones) se habría disparado en la cabeza.
Y su madre, Lisa Marie Presley (51) –según su representante– "está completamente destrozada, inconsolable y más que devastada porque Benjamín era el amor de su vida, pero está tratando de mantenerse fuerte por sus gemelos de 11 años y su hija mayor Riley". Ella, en el 2013 le dedicó una canción a su hijo: "Storm and Grace".