Roy Halston Frowick, exigido habitué de las alocadas fiestas en Studio 74, marcó la moda norteamericana de los 70's, universo que retrata la miniserie de Netflix Halston, de Ryan Murphy. Su estilo de vida al límite terminó convirtiéndolo en víctima de sus propios excesos. Su loco genio y su pedantería malograron un prometedor camino que lo dejó en la ruina creativa y financiera.
La miniserie da cuenta de la locura y la inteligencia del creador que fue amigo de personajes como Liza Minelli, Andy Warhol y Bianca Jagger y convirtió su nombre en sinónimo de lujo y fama. El sello fashionista más célebre del diseñador fue el escote "Halston".
En la serie, Ewan McGregor es quien encarna al modisto que irrumpió en la escena de la moda de New York en 1961, cuando Jackie Kennedy usó uno de sus sombreros en el acto de investidura presidencial de su marido, John F. Kennedy.
Nacido en Des Moines, Iowa, Halston fue criado por su madre –a quien adoraba y le diseñaba sombreros con los géneros que tenía a mano– y un padre abusivo, que era uno de sus grandes fantasmas. La historia de Roy comenzó en los cincuenta, en Chicago, destino al que llegó para estudiar cuando tenía 20 años y donde empezó como sombrerero y hasta abrió su propia boutique.
Mudado en 1958 a New York, ciudad que pronto se rindió a sus pies, ascendió de vidrierista a diseñador en jefe del área de sombreros de las tiendas Bergdorf Goodman. Allí, enseguida se convirtió en el favorito de las consumidoras de moda de alta sociedad y fue el mimado de actrices como Kim Novak y Lauren Bacall.
El gran giro de su carrera fue cuando Jackie Kennedy le pidió uno de sus tocados para usar en la ceremonia de investidura de su marido, JFK. Su creación, un sombrero pillbox (pastillero) que mostró impecable a la primera dama, creó todo un sello personal y disparó su carrera.
Al día siguiente del acto presidencial, todo un hito histórico en la moda, sus clientas abarrotaron su tienda pidiendo el mismo diseño que había creado para Jackie. Esa pieza también fue su perdición. Tal como muestra la serie de Netflix, allí era donde su asistente, Sassy Johnson, guardaba la cocaína para abastecer la adicción de Halston.
En Studio 54, el consumo estaba a la orden del día. En Navidad, los dueños llegaron a armar presentes acordes a la locura que se vivía: se trataba de bolsitas de cocaína que llevaban tarjetas con los nombres de sus habitués, Calvin Klein (su eterno rival, con el que prefería ni cruzarse), Andy Warhol y Halston, por supuesto.
La cocaína, que fue su perdición, hizo que perdiera el rumbo a la hora de cumplir con las entregas de los diseños cuando su marca fue absorbida en 1983 por la cadena estadounidense JC Penny, que no le permitía decidir ni tener control de sus creaciones, revés que lo llevó a la debacle.
Su historia de amor con el taxi boy venezolano, Víctor Hugo
"Podía hacer con uno lo que le diera la gana", dijo Halston sobre el que fue su novio, el taxi boy venezolano Víctor Hugo, quien protagonizó desnudos para Warhol y hasta le robó obras de arte y candelabros de su amiga y musa, Elsa Peretti. El diseñador estuvo con él por más de una década. Su estilo de vida desprejuiciado, su gran porte sexual y los celos eran un combo explosivo en un vínculo tóxico que marcó su vida personal. Se conocieron en la gloria y terminaron cuando Halston llegó a ser despedido por su propia marca.
Según cuentan, "no fue un amor romántico, dulce ni cuidadoso". Tanto es así que Víctor lo sobornó con dar a conocer fotos de las orgías en las que participaba si no le pagaba un millón de dólares. "A Halston le gustaba tener cerca a alguien tan vulgar, de algún modo mostraba su lado oculto. Y los dos eran muy sexuales", dijo Steven Gaines, el biógrafo del diseñador que llegó a estar dos años para lograr la caída perfecta en un sweater de cashmere.
Ya retirado de la moda, Roy Halston falleció en 1990 en un hospital de San Francisco, debido a un cuadro de cáncer de pulmón que empeoró por su condición de VIH+. Luego de su deceso, en 1991 se organizó una magnífica retrospectiva de su trabajo en el New York’s Fashion Institute of Technology.