Jane Fonda (85) fue la encargada de entregar el máximo premio, la Palma de Oro, en el Festival de Cannes. Pero antes, convocó a un montón de personas en la Sala Buñuel, en el Palais des Festivals, donde se llevó a cabo el evento.
El premio se lo terminó llevando una mujer por primera vez en 76 años: la directora francesa Justine Triet alzó la Palma de Oro por su film Anatomía de una caída, mientras Jane la miraba con orgullo.
La emblemática actriz no solo hizo un repaso por su historia y su vínculo con las causas sociales, sino que también lanzó algunos dardos contra estrellas de Hollywood con las que trabajó.
Jane Fonda opinó sin filtro sobre sus colegas Robert Redford y Jean-Luc Godard
Jane Fonda no se calla nada más. Es por eso que no dudó en contar su experiencia al trabajar con algunos de los personajes más cuidados y queridos de la industria. Sobre Jean-Luc Godard, con quien trabajó en Todo va bien (1972), aseguró que fue "un gran director y una pésima persona".
Sobre Barbarella, la película que marcó un antes y después en su carrera, confesó: “No me gustó nada cuando la estaba haciendo. Al comienzo de la película, hice un striptease en el espacio. Era muy tímida, aunque no lo crean, así que tuve que beber mucho vodka para perder la vergüenza y filmé aquella escena borracha”, contó, ante la sorpresa de un auditorio repleto. "En realidad, es un largo plano de una actriz que sufre una resaca descomunal", bromeó.
Sin embargo, las observaciones que más llamaron la atención fueron las que hizo sobre su eterno amor platónico Robert Redford, con quién protagonizó varias películas y juntos creaban una química espectacular que conquistaba a la audiencia.
"A él no le gustaba besar y siempre estaba de mal humor; es buena persona, pero tiene un problema con las mujeres”, planteó sobre el galán que la acompañó en seis films históricos para la industria.
Siempre tuvieron una especie de amor platónico que solo se limitaba a la química en pantalla, y ella lo confesó en la promoción de su última película juntos Nosotros en la noche (2017). “Robert es mi amigo, mi colega, pero también estuve enamorada de él por años, vivo por las escenas de sexo que hacemos juntos, besa muy bien, fue muy divertido besarlo cuando tenía 20 años y es divertido hacerlo 60 años después. Cuando abordábamos una nueva película, me enamoraba de él, me sucedía eso, me enamoraba cada vez que lo veía”, expresó en ese momento.
Jane Fonda y su activismo social
Jane Fonda sabe perfectamente cuál fue el papel que cambió su manera de ver el mundo. Para sumergirse en el rol que hizo en Klute en 1971, decidió irse a vivir una semana con prostitutas. "Comprendí que todas ellas habían sufrido abusos infantiles. En ese momento me hice activista y feminista, y eso me dio la vida. Y, con 34 años, sentí que empezaba a ser una persona", señaló, en el Festival de Cannes, sobre esa experiencia que lo cambió todo.
Los años pasaron, ella siguió en Hollywood, pero de alguna manera nunca estuvo ajena a las problemáticas más recientes, como por ejemplo el cambio climático. "Nos quedan unos seis años para reducir drásticamente el consumo de combustibles fósiles. No habría cambio climático si no hubiese racismo o patriarcado, porque todo responde al mismo modo jerárquico de pensar. Todo está conectado”, planteó sin pelos en la lengua en el Festival de Cannes.
Y tampoco esquivó la política, de cara a las próximas elecciones en Estados Unidos: “Hay que salir a la calle, llamar a las puertas y explicar a la gente que la sanidad y la educación públicas nos benefician a todos. El verdadero cambio que se debe hacer desde el activismo es aprender a dialogar con quienes opinan diferente”.
