Así está conformada la familia de Julián Álvarez – GENTE Online
 

Así está conformada la familia de Julián Álvarez

La mamá, el papá y los tres hermanos del jugador de 22 años estarán presentes este domingo viviendo el partido más importante de su vida y sueñan con que pueda llevar a Calchín la Copa del Mundo.
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Julián Álvarez se encuentra a minutos de jugar la final de la Copa del Mundo y desde las gradas su familia lo alienta con mucho amor. El joven de 22 años nació el 31 de enero del año 2000, en la localidad cordobesa de Calchín y desde muy pequeño mostró grandes dotes futbolísticos que sus padres no tardaron en hacer conocer al mundo.

La familia de La Araña, como lo apodaron sus seres queridos por su gran habilidad con la pelota, se encuentra conformada por su mamá, Mariana, y su papá, Gustavo. Además Juli posee dos hermanos varones quienes también son muy buenos en el deporte, Rafael y Agustín.

Julián Álvarez de pequeño y sus padres.

La primera vez que toda la familia unida se animó a mostrarse ante los medios de comunicación fue el pasado mes de agosto cuando el joven dejó su equipo preferido desde niño, River Plate y firmó contrato con el club inglés Manchester City.

"Vivió toda su infancia en un pueblo por eso él es muy relajado y tranquilo. De chiquitos, con sus hermanos, nunca estaban aburridos porque siempre estaban haciendo algo. Y se la pasaban pateando adentro de casa, los tres, todos los días todo el día", describió Mariana, sobre la personalidad del muchacho que la hace recordar siempre como era en su infancia.

Julián Álvarez en su infancia en Córdoba.

La mamá de Julián era maestra jardinera en Córdaba, mientras que su papá se dedicó durante muchos años a trabajar en una fábrica de cereales de la región. De una familia de clase media el joven hizo todo lo posible por ayudar a sus seres queridos y lo logró triunfando en lo que lo eligió desde pequeño, la pelota. "Siempre estaba en la canchita de enfrente de nuestra casa, desde los 3 años. A la nochecita la mamá los llamaba 'adentro, a casa', pijama e ir a dormir. Los chicos la verdad que siempre fueron muy buenos", explicó Gustavo Álvarez.

"Todas las tardes salíamos del colegio e íbamos a patear, siempre el juguete era la pelota y siempre el regalo que nos podían dar mis viejos era la pelota", concluyó diciendo Rafael emocionado por ver a su hermano menor poder cumplir su sueño.

Hoy toda la familia Álvarez más unida que nunca no para de gritar su nombre y espera que muy pronto el niño de Calchín regrese a su pueblo habiendo cumplido su sueño, usar la camiseta argentina y hacer feliz a todo un país con sus goles mágicos. ¡Vamos araña!

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