“Después de dar vida me siento más fuerte que nunca” – GENTE Online
 

“Después de dar vida me siento más fuerte que nunca”

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Gosto de te ver ao sol leaozinho / De ter ver entrar no mar / Tua pele, tua luz, tua juba”, dice O Leaozinho, la canción que Caetano Veloso escribió para su hijo y que Sandra Mihanovich (35) interpreta en castellano para León Guzmán, el hijo de su ahijada, Sonsoles Rey Obligado (35). “Te miro y no lo puedo creer, Leaozinho / Caminando bajo el sol / Te miro y tengo fe, Leaozinho”, dice su versión. El bebé tiene un año y nueve meses, pero nació prematuro, pesando un kilo y medio, y peleó para sobrevivir. Igual que su madre. Sonsoles luchaba por su vida desde noviembre de 2011, cuando su riñón –ya había sido trasplantada en 2001– falló, la obligó a empezar diálisis y a esperar un nuevo órgano. Fue entonces cuando apareció Sandra… cual hada madrina.

BOM FIM DA BAHIA. Sonsoles Rey Obligado vive hace desde ocho años en Praia do Rosa, a 90 kilómetros de Florianópolis, donde regentea la posada Alma do Mar con su marido, Matías Guzmán, y su hijo León. Se llama Sonsoles en honor a una virgen de Avila, España. Estudió en el colegio Moorlands, de Pilar. A los quince años, cuando empezó con problemas en los riñones, le diagnosticaron síndrome nefrótico. Pasó años sometiéndose a diálisis, una técnica defiltración de la sangre por medio de un aparato, y llegó a pesar 44 kilos. Así, hasta el 3 de agosto de 2001, cuando, a sus 25 años, le hicieron un primer trasplante, en Bolivia. Vivió muy bien durante una década, pero hace unos meses el cuadro volvió a complicarse cuando perdió un embarazo, y más tarde, con el parto de León. Sin embargo, lo más grave llegaría en noviembre de 2011. “Comí un pescado que me cayó muy mal, me provocó gastroenterocolitis, y mi riñón no aguantó. Me pasé todo el verano internada”, recuerda al aire, por teléfono, en el programa de Mónica Cahen D´Anvers y César Mascetti, por Radio del Plata, donde Sandra está contando su experiencia. Y sigue: “Gracias por salvarme la vida, ¡Santa San! Voy a poder jugar con mi bebito gracias a vos. Me sentía mal hace mucho tiempo, y ahora… ¡vivo! Del dicho al hecho no tenés trecho. Me diste un órgano que ya funciona impresionante”. “¡Es un riñón bostero!”, contesta Sandra.

Hace unos días, por Facebook, también le agradeció a sus amigos y familiares: “Estoy cada día mejor... El riñón está funcionando muy bien. Por ahora no puedo contestar tantos mensajes, pero quiero decirles a TODOS, MUCHAS GRACIAS POR TANTA BUENA ONDA… La necesitaba. Empiezo a sentirme bien. De Sandra, ¿qué decir? Empiezo a vivir de nuevo... Gracias, gordita, por darme una segunda oportunidad”.

DESAFIANDO LAS LEYES. Pero llegar hasta hoy no fue fácil. Las dos afrontaron muchos problemas. Sandra entró en escena porque ni su madre, ni su padre, ni ninguno de sus tres hermanos ni familiares eran compatibles. En la Argentina, la Ley de Trasplante exige que los donantes en vida sean familiares directos. Sandra y Sonsoles no tienen lazos sanguíneos, pero los estudios médicos –que empezaron en marzo– demostraron que son clínicamente compatibles.

Entre otras cosas, tienen el miso grupo sanguíneo: cero positivo. La cantante es su madrina de bautismo, y ese fue el argumento que aceptó el juez civil y comercial Alejandro Jorge Nóbili para autorizar la donación. En este punto fue vital la asistencia de la especialista en Derecho a la Salud, doctora Andrea Kaprielan, que exhortó a quienes atraviesen casos similares a presentar amparos para que se puedan concretar prácticas médicas de estas características.

“Se acredita la relación de profunda amistad y familiaridad entre la donante, la receptora y su familia. Ese lazo, las declaraciones de los testigos y las de personas directamente involucradas dejan luz sobre el motivo altruista del acto, la solidaridad en que se funda, y su gratuidad”, dice el fallo que firmó el juez el 30 de julio pasado.

En el estudio de Del Plata, Sandra cuenta: “Nunca dudé. Pero sí recuerdo que cuando me dijeron que estaba todo bien para que fuera donante, sentí una especie de shock eléctrico en todo el cuerpo”. Sólo había que esperar que llegara ese 13 de agosto señalado…

Sandra y Sonsoles se internaron en el Hospital Alemán de Barrio Norte el domingo 12 a la noche. Al mediodía del día siguiente, ya preparadas para la intervención, ambas se cruzaron en uno de los pasillos. “Vos estás loca, ¿no?”, le dijo la ahijada a la madrina, y Sandra contestó con una sonrisa y un chiste. Sólo así podían pasar semejante trance… una cuestión de estilo. “¿Así que te vas con mi riñón por el mundo?”, le dijo Sonsoles a Sandra hace unas semanas, cuando la cantante partió de vacaciones a París…

Las operaciones en simultáneo duraron dos horas, dejaron una cicatriz de veinte centímetros en las pacientes, y terminaron con los 400 gramos del riñón de Sandra en el cuerpo de Sonsoles. Fue un éxito. Al día siguiente, el doctor Diego Montero, del equipo de Trasplante Renal del Hospital Alemán, junto con el doctor Ricardo Durlach, director médico del mismo hospital, dijeron: “Están fantásticas, y con muy buena presencia… Lo que denota que son gente fuerte”. Tan fuertes, que Sandra se fue de alta a los tres días, y Sonsoles a la semana, caminando por sus propios medios y diciendo que “hago pipí muy bien y a cada rato. Estoy muy contenta y con muchas ganas de ver a mi hijo… Hace nueve meses que no puedo alzarlo, y no entiende nada”, contó al salir para reencontrarse con su hijo: no quiso que la viera internada…

LO QUE VIENE. Mientras Sonsoles dejaba el hospital acompañada por su marido, Sandra terminaba la entrevista con su madre y César –técnicamente, su padrastro, aunque es mucho más que eso–. “Cuando le conté a mamá lo que iba a hacer se quedó petrificada. Sin embargo, de una me dijo: ‘¿Sabés qué, gorda? Yo haría lo mismo…’. En casa me educaron con una premisa: la posibilidad de elegir. Y eso implica hacerse cargo de lo que uno quiere. En mi historia nunca hubo un ‘a vos te tiene que gustar esto o te tiene que gustar aquello’”, recordó. Y partió del estudio radial, todavía dolorida por la cirugía, y acompañada de Mónica, César y Marita Moreno Hueyo, la madre de Sonsoles. “Después de dar vida me siento más fuerte que nunca”, le confió a GENTE, y prometió tomarse unos días libres para descansar, porque la esperan meses muy movidos. El 12 y 13 de octubre se presenta en el Teatro Opera con Vuelvo a estar con vos, su nuevo disco: el número 18. Estrenará nuevas canciones compuestas por ella y versiones de clásicos de Caetano Veloso –como O Leaozinho– y de Juan Luis Guerra. Hasta tanto y por siempre, una profunda certeza: si alguna vez no cumplió con el regalo de cumpleaños de su ahijada, la deuda está saldada. Le regaló a Sonsoles mucho más que un presente convencional. Le regaló un nuevo día para cumplir 1 años. Le regaló un 13 de agosto…

La cantante le donó un riñón a Sonsoles Rey, su ahijada de bautismo. Fue una excepción: la Ley de Trasplantes argentina no permite donaciones entre familiares sin lazos de sangre, pero el juez consideró “la profunda relación de amistad entre las partes”.

La cantante le donó un riñón a Sonsoles Rey, su ahijada de bautismo. Fue una excepción: la Ley de Trasplantes argentina no permite donaciones entre familiares sin lazos de sangre, pero el juez consideró “la profunda relación de amistad entre las partes”.

Sandra, Marita Novaro Hueyo –madre de Sonsoles– y Sonsoles (35), que desde los 15 años padece la insuficiencia renal que derivó en el trasplante del pasado 13 de agosto. Hoy, todas sonríen…

Sandra, Marita Novaro Hueyo –madre de Sonsoles– y Sonsoles (35), que desde los 15 años padece la insuficiencia renal que derivó en el trasplante del pasado 13 de agosto. Hoy, todas sonríen…

El lunes 20 fue el turno de Sonsoles: ¡de alta!

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