Elina Costantini (33) no duda en reconocer que logró todo lo que se propuso. Tener un gran amor, trabajar como modelo y convertirse en una de las mecenas de la moda argentina, impulsando la industria como organizadora de la Semana de la Alta Costura (SAC). ¿Falta el hijo? “Sí, es una asignatura pendiente que espero que se concrete muy pronto”, confiesa al recibir a revista GENTE en la intimidad del espectacular piso que comparte con el magnate en la avenida Figueroa Alcorta.
Nacida en Las Catitas, un pueblo ubicado a 90 kilómetros de la capital de Mendoza, hay que decir que siempre tuvo en claro lo que quería. A los doce años ya estaba desfilando, dos años después tuvo su debut en la alta costura y a los 19 años desembarcó en Buenos Aires, poniendo su cuerpo para las colecciones de Claudio Cosano, Gabriel Lage y Jorge Ibáñez, de quien fue una de sus últimas musas. Y un tiempo después, inauguró otro capítulo en su vida cuando conoció y se casó con Eduardo Costantini (77) tras conocerlo mientras tomaba un café en el MALBA.
“Con Eduardo estamos bien, felices. El otro día me dijo en chiste que iba a hacer una película cuyo título iba a ser Me casé con una loca (parafraseando al film Me casé con un boludo, de Adrián Suar)… Loca en el buen sentido porque soy una mujer arriesgada y aventurera. El otro día le dije: ‘Vayamos a París’. Y el me contestó que estábamos a doce horas de diferencia. ¡No importa! ‘No puedo creer, estábamos en Uruguay y ahora acá’, me decía. A veces se marea un poco, pero igual lo pasa bárbaro. Siempre estoy proponiéndole aventuras para vivir la vida porque es corta y hay que pasarla intensamente”, cuenta en relación con el viaje que realizaron a la ciudad del amor para pasar la Navidad y prepararse para un Año Nuevo con el clásico festejo en Punta del Este en donde están organizando una “comida comunitaria”.
-¿Cuáles son las claves de esta historia de amor?
-Nuestra relación está basada en el respeto y la confianza. La sociedad no ve bien que te cases con un hombre grande, pero es algo que viene desde hace años cuando las mujeres se casaban con hombres mayores. Nosotros nos acompañamos, respetamos los tiempos de cada uno y somos fuertes ante un entorno que nos hostigó mucho. Luchamos contra viento y marea por nuestra relación, pero el amor es más fuerte que todo y puede romper cualquier jugada rara del alrededor.
-No puedo dejar pasar esta frase de “el entorno nos hostigó mucho”.
-¡Ay, estas re picante hoy! Lamentablemente hay cosas que van a seguir sucediendo siempre. Las cartas ya están jugadas y no hay ninguna jugada que se pueda hacer. Con eso te digo todo. Nadie va a poder hacer que nuestro amor no siga creciendo. Estamos en plenitud esperando a nuestro hijo.
-Se dijo que Eduardo se había aislado de su familia desde que te conoció a vos.
-Es otro invento de alguien del entorno que tiene que dejarlo en paz. Si te remontás a la historia de Eduardo, siempre a ese pobre hombre le inventaron esto de que se aislaba de su entorno cada vez que estaba en pareja. Quiero ser contundente con esto porque no es real. En su entorno Eduardo también tiene personas maravillosas. Uno de sus hermanos, Enrique, fue testigo del casamiento y algunos de sus amigos también. Esa es gente muy buena con la que siempre nos juntamos. Muchos hermanos de Eduardo están ofreciéndose para cuidar a los hijos que tengamos.
-¿Son de pelear?
-No tenemos grandes discusiones. Son cosas de lo cotidiano, lo normal. A veces el tema del orden me pone muy nerviosa. Eduardo no es desordenado… pero a veces deja todo tirado. En París perdió el tarjetero, solo le quedó el pasaporte y no tiene ni una tarjeta de crédito. Yo siempre estoy atenta ya que es bastante dependiente de mí.
-¿Hubo una crisis en el verano?
-No, todo lo que se dijo en enero fue un invento total. Siempre para esa época se inventan algo (en los medios). Eduardo tuvo que salir a aclarar que no había pasado nada. Nosotros estamos bien y tenemos muchos proyectos juntos.
-En Intrusos Karina Iavícoli dijo que tu mamá le confirmó que estabas embarazada de trillizos.
-Hablé con esa periodista en su momento y le pedí que si realmente tenía la prueba de que habló con mi madre, muestre los chats. Quienes saben mis cosas son un grupo compuesto por muy poca gente: mi padre y dos amigos, es un círculo muy chiquito.
-¿Eso fue una situación límite para vos?
-Sí, sí en un futuro no muestra los chats y lo que necesite para comprobar la verdad, ahí vamos a poner un límite. Yo tengo preparado todo con mis abogados para mandar cartas documento porque la familia se preocupa. Queremos poner un punto final a inventos alocados y que, en el día de mañana, los hijos que tengamos no lean cosas irreales en internet. Si ella realmente tiene las pruebas, que las comparta. Y esto va para todos los periodistas que no tengan cómo comprobar la información que dan. A Flor de la V (conductora del ciclo), a quien conozco mucho, le dije que tenía que haber un límite en torno a esta situación porque no se sabe del otro lado cuál era mi situación de salud. Si supieran lo que tuve que atravesar no estarían hablando en la tevé de forma tan deliberada. Yo en ese momento estaba atravesando un problema re grave de salud.
-¿La noticia que dio Karina tenía que ver con ese momento de salud del que hablas?
-Para que te des una idea, lo que pasó fue una decisión de Dios. Karina tenía razón en algo de lo que decía, pero en otra parte no. Por eso pedí que se respete la salud que es lo más importante que uno puede tener. Siento que no estoy para contarlo por ahora, pero en algún momento voy a hablar más abiertamente de esto porque eso que atravesé lo pasan muchas mujeres y ojalá que les sirva mi experiencia. Igual, al día de hoy, mi cabeza no puede con eso.
-¿Te afecta recibir la típica pregunta sobre la posibilidad de quedar embarazada en un futuro?
-No, al contrario. Tener un hijo es una bendición y con Eduardo estamos preparados. Sentimos que va a llegar muy pronto, de la manera que sea. Él está esperanzado y yo también. Va a ser un bebé más de la farándula, va a ir conmigo a todos lados. Mi marido lo va a vivir desde otro lado, con mucha más madurez. Ya tenemos los nombres, lo hablamos todo el tiempo. Discutimos mucho sobre ese tema. Tenemos elegido uno que es unisex. Él ya tiene siete hijos así que le pedí que me deje poner a mi el nombre. Nosotros como pareja tenemos una misión muy linda de seguir el legado de los padres de él que formaron un matrimonio hermoso con catorce hijos. Son una familia unida. El chat de hermanos está activo permanentemente.
-¿Cómo es la relación con los hijos de Eduardo?
-A veces nos vemos, esta todo bien. Mi prioridad es mi familia primaria que está compuesta por Eduardo, nuestras mascotas, el o los hijos que tengamos el día de mañana y yo.
-¿Están planeando la fiesta de casamiento que quedó pendiente por la pandemia?
-Falta un tiempo. Va a tener un significado de por qué ese año y por qué ese día. Eduardo tiene el traje y yo tenía un vestido de Jorge Ibáñez, pero su mamá (Mabel Ibáñez) lo donó al Museo del Traje y me voy a tener que buscar otro. Yo sufrí mucho por amor, me iba mal… hasta que lo conocí a Eduardo. Estaba negada con el amor y Jorge me decía: “Elina vas a encontrar un hombre bueno y te vas a casar con este vestido”.
-¿Cómo viene la mudanza de casa en Uruguay?
-A full. La obra ahora la paramos por el verano ya que no se puede continuar en temporada por una disposición. Es una primera casa juntos con sacrificio y cariño: se va a llamar “Nuestro amor”, por lo que vamos a trasladar el cartel de la que tenemos ahora en Las Garzas. El techo va a ser de flores. Va a ser una casa austera que va a mostrar sustentabilidad. Cuando empezamos a construir tuvimos que cambiar el proyecto por unas piedras que no se podían remover. Este terreno es mágico. Eran de más de cinco metros de altura que parecen unas esculturas que representan la historia de los pueblos indios del Uruguay. Hicimos estudios de suelo y se pudieron encontrar unas lanzas de piedra que ya están resguardadas por las autoridades locales. Yo calculo que la vamos a poder inaugurar a fines de 2025.
El ambicioso proyecto que están por concretar en pareja
Con un fuerte compromiso por los animales y la naturaleza, la modelo se entusiasma al hablar del hospital de mascotas que va a inaugurar en pocas semanas en Nordelta. En ese exclusivo barrio cerrado de Tigre, fundado por su marido, ella tiene alojados a unos 35 carpinchos a los que cuida cada vez que viene a Buenos Aires.
“Ahora estamos construyendo un edificio que va a ser para la fauna del lugar y otro para las mascotas de los residentes. Vamos a montar, junto a la gente de Flora y Fauna, un centro de ayuda inmediata para los carpinchos que va a estar completamente equipado con ambulancias y toda la tecnología necesaria”, detalla.
La pelea con Anamá Ferreira, un tema olvidado
Si hay algo que Elina deja en claro es que no está dispuesta a que se diga una mentira más sobre ella. Y hay que decir que con Anamá Ferreira tiene una larga historia de desencuentros a raíz de las declaraciones que la brasileña pronunció cuando se conoció la relación entre ambos. Pero el último momento de tensión se vivió cuando este año la panelista de Gossip (Net TV) intentó ingresar a uno de los desfiles de la Semana de la Alta Costura (SAC) sin invitación.
-¿Qué pasa con Anamá?
-Es una persona que no conozco, nunca hable con ella.
-¿Fue una provocación ir al desfile que organizaste en el que no pudo entrar porque no estaba invitada?
-Quiere encontrar un minuto para tener cámara. Había una lista inalterable con nombre, apellido, número de documento y hasta marca de agua. De eso se ocupa mi prensa, María Claudia Pedrayes, y los diseñadores de cada desfile. Las listas estaban muy prolijas. Todo lo que pueda inventar… A mí me divierte. ¡Fush, fush!
La moda, un estilo de vida para Elina Costantini
“Mis primeras pasadas eran con rapa de niños. Mi meta era ser modelo, viajar por el mundo y ser empresaria. Yo jugaba con que era una modelo retirada que se convertía en empresaria. Me causa gracia porque, con el tiempo, se fue dando. Yo no paro hasta conseguir lo que quiero. En Mendoza me descubrió un mánager paulista así que mi primer gran desfile fue en la Semana de la Moda de San Pablo, al tiempo Chile y París a los 14 años”, rememora.
-¿Cómo se vivió en casa que te quieras dedicar desde tan chica a la moda?
-Yo vine a romper prejuicios, tal como lo hago hoy. No es que lo veían mal porque siempre me apoyaron, pero era una diferente. Mi mamá me iba a buscar temprano al colegio para ir a los desfiles. El click fue cuando tenía 15 años que hice una campaña para una marca de zapatos de Mendoza en donde salía desnuda solamente tapada por carteras y zapatos. Esas fotos estaban por toda la ciudad y en el aeropuerto. “En qué se va a convertir Elina”, decían mis padres.
-De ese momento pasamos a este en el que trabajas potenciando la moda local, ¿cómo lo materializaste?
-Eduardo me instó a que lo haga, y yo me tomé unos meses para procesarlo porque quería hacerlo al cien por ciento. En enero del año pasado, con la primera edición de Las Garzas Moda, anuncié el primer SAC. Siempre quise ayudar a la industria que yo sentía que se estaba perdiendo. Este año duplicamos la cantidad de gente que trabaja. Mi objetivo ahora es unirme a asociaciones para colaborar en que el oficio de la costurera y el del diseñador no se pierda. Vamos a becar a chicas y chicos de Argentina, Uruguay y Brasil para que estudien la carrera de alta costura. También quiero destacar que muchos de los diseñadores que participaron del SAC duplicaron sus ventas y otros se agrandaron. Lo pensé como algo para ayudar a la industria, pero terminé involucrado a otras que no la integran. Fue un trabajo al que le dimos una oportunidad a personas carenciadas para trabajar, siendo parte de esto. Una mujer me agradeció porque con ese tiempo pudo asegurarse la comida de tres meses.
-¿Estás más cómoda en el rol de empresaria que en el de modelo?
-No me voy a retirar de las pasarelas como, pero creo que me queda poco. Quiero continuar mi carrera como empresaria de la moda y expandirme a otros países. El SAC es como mi hijo y se va a reproducir por todos lados”.
Elina Costantini, una de las musas de Jorge Ibáñez
“Siempre me pasan con él cosas sobrenaturales que son divinas”, confiesa Elina al recordar a Jorge Ibáñez. Además del trabajo, se unieron por una amistad muy grande que la marcó hasta la actualidad. Y aprovecha para hablar de algo que le ocurrió hace pocos días en París cuando estaba por cenar junto a su marido. “Siempre, por más que las personas se vayan del plano terrenal, nos queda su alma”, completa.
“Íbamos a un restaurante a cenar con Eduardo y el UBER nos dejó en la puerta del café en donde en el último viaje en 2013 con Jorge Ibáñez él me dijo: ‘Elina desconectate del teléfono y aprovechemos este viaje porque yo no se cuánto tiempo más voy a estar vivo’. Siempre hacía esas bromas. Los dos teníamos humor negro y yo le dije que no se podía ir porque teníamos los desfiles de Uruguay y al poco tiempo murió”, dice.
Fotos: Alejandro Carra.
Video: Cande Petech y Miranda Lucena.
Diseño de tapa y retoque digital: Dario Alvarellos y Gustavo Ramírez.
Make-up: Mauricio Camilo (@mauriciocamilomaquillador)
Peinado: Carmen Da Silva (@carmencitadasilva) para CERINI (@cerininet).
Elina Costantini vistió diseños de: Jorge Ibáñez, Javier Musetti y Gino Bogani pertenecientes a su colección personal.
Agradecemos a la PR María Claudia Pedrayes.
