Novak Djokovic es una de las figuras más importantes del tenis mundial desde hace más de una década. Junto a Roger Federer y Rafael Nadal conformó el gran Big 3, los mejores tenistas de la historia.
Algunos consideran que es el suizo, otros el español y, obviamente, hay quienes lo tienen al serbio como la estrella indiscutida. El principal argumento del jugador nacido en la antigua Yugoslavia es que nadie ganó más títulos de Grand Slam que él.
A pesar de que en los últimos años Carlos Alcaraz irrumpió en el circuito y ocupó un lugar de privilegio en el corazón de los amantes del tenis, Djokovic sigue siendo la gran estrella del circuito de la ATP (Asociación de Tenis Profesional).
Una de las claves para que Novak pueda ser una de las principales figuras del mundo es su familia. Jelena Djokovic y sus dos hijos son indispensables en la contención que le ofrecen, en los buenos y malos momentos deportivos. Juntos viven en una mansión espectacular situada en Marbella.
Djokovic es el número uno del mundo y otro secreto es que él no se preocupa por su situación económica. Su equipo de trabajo se encargó de invertir su fortuna en el sector inmobiliario, donde tiene propiedades de lujo en distintos sitios del mundo desde 2003.
En ese entonces, Djokovic empezó viviendo en Mónaco, en una vivienda que tenía vistas al Mar Mediterráneo. Luego, casi una década y media después, en el 2017, apuntó sus ojos a los Estados Unidos. En Nueva York y Miami compró un par de pisos en la gran manzana y diseñó una mansión en la ciudad del sol.
Eso duró solamente un año porque retornó a Belgrado, la capital de su Serbia natal, donde vivió hasta la pandemia. En ese entonces, se mudó Marbella junto a su mujer, Jelena, y sus dos pequeños, Stefan y Tara. La familia adquirió una lujosa mansión en Sierra Blanca por 11,2 millones de euros y la remodeló a su gusto.
A pesar de que la arquitectura de la propiedad tenía un estilo andaluz, ellos la refaccionaron a gusto y piacere. Ahora tiene un estilo más neutral y minimalista, digno de los principios del Feng Shui que sigue Novak Djokovic.
La entrada marca la pauta de lo que es el resto del hogar: lujo y buen gusto. El suelo damero de mármol le da la bienvenida a quienes ingresan. Desde ahí, los grandes arcos permiten el ingreso a distintos espacios y a la escalera, marcada por los detalles de forja dorados y de marquetería. Eso es típico en la arquitectura de Andalucía.
La puerta principal fue tallada hace décadas en madera oscura con pequeños ventanales de cristal. Al costado tiene el aparador del recibidor, también tallado con estructura trabajada dorada y sobre de mármol.
En ese sitio, el recibidor pasaron muchos momentos icónicos de la pandemia y lo compartieron en las redes sociales. Un claro ejemplo es una de las fotografías que compartimos en el inicio del artículo en la que Novak está vestido de Papá Noel. Allí el suelo de mármol es distinto al de la entrada, tiene tonos más neutros.
Como decíamos, la familia Djokovic cree con firmeza en el Feng Shui, el milenario método filosófico de China. Desde que se mudaron a Marbella, modificaron el interior de la mansión para dejarla lo más limpia posible. Esto significa que las paredes quedaron blancas, con detalles de madera y ostentación casi mínima.
La cocina del hogar está formada por un pequeño comedor con silla de metacrilato rojo. Delante, hay una isla con una zona de trabajo y grandes espacios de almacenaje. En el costado lateral, a la derecha, se ubican los electrodomésticos y los armarios, todos de color blanco para continuar con la ideal de Feng Shui.
Esta mansión tiene 9 habitaciones, todas reformadas según los gustos de los integrantes de la familia. La mayoría son minimalistas y no denotan opulencia. Todas tienen amplios ventanales de techo a suelo para aprovechar la luz natural. Cada habitación tiene un vestidor con espejos, un sitio ideal para poder guardar las prendas.
En la pandemia, Novak Djokovic tomó la decisión de mudarse a esta mansión porque es una verdadera estancia. Aquí tiene un gimnasio particular y una pista de tenis donde pudo entrenar y mantenerse en forma durante el inicio del 2020.
En total, la vivienda tenía ocho baños, pero desde que la familia Djokovic se mudó suprimieron la mitad. Esto se debe a que son una familia bastante pequeña. Además, tienen jacuzzi y un baño turco para descansar.
En total, Novak Djokovic y su familia disponen de 3.500 metros cuadrados para disfrutar en Marbella. Los espacios exteriores son los menos conocidos pero los más bellos, en el jardín hay árboles, distintas plantas autóctonas, un sector de camas balinesas y una piscina enorme con una escultura prolífica.
