Lionel Messi (30) respira tranquilo. Lo suyo es superlativo por donde quiera que se lo mire. Y aprendió a disfrutarlo. No mira al costado. Esta es su maratón, la competencia es contra sí mismo. “Cada día disfruto más de ser jugador”, dice Messi ante los ojos del mundo cuando acaba de recibir el Botín de Oro al máximo goleador de todas las ligas europeas. Treinta y siete goles entre julio de 2016 y el mismo mes de 2017.
Este es el cuarto botín dorado que recibe el argentino, que además ganó cinco veces el Balón de Oro al mejor jugador de la UEFA. Cuatro de ellos consecutivos. Es el hombre récord del fútbol mundial: 584 goles en 725 partidos: 1,25 gol por encuentro hasta el viernes 24 de noviembre, cuando recibió el último galardón. Y cuando usted lea esta nota esa estadística ya será vieja. Porque el hombre no puede parar...
Y además de todas estas cifras (que se completan con 32 títulos), Leo tiene tiempo para lo más importante de la vida. La semana pasada su mujer, Antonella Roccuzzo (29), subió unas fotos que mostraban al crack en sus ratos libres, tomando mate con sus hijos, Thiago (4) y Mateo (1) mientras le contaba la historia de Topito Terremoto al mayor. “Cada vez disfruto más”, piensa, repite... E igual que dentro del campo, Leo siempre quiere más. Cuando todavía no nació el tercer varón que esperan, ya anticipó: “Después iremos por la nena”.
Seguramente ése será el cierre de oro y su mayor galardón
Por Julián Zocchi. Fotos: AFP e Instagram.
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