Tras perder 68 kilos, la cantante, compositora y multinstrumentista británica sorprendió a sus seguidores con una imagen que disparó las críticas.
Adele Laurie Blue Adkins (32), la multiganadora del Grammy que publicará un nuevo álbum en septiembre de este año, realizó en los últimos meses un gran cambio físico que se ve constantemente reflejado en sus redes sociales y en especial en su cuenta de Instagram, donde la siguen casi cuarenta millones de personas.
Allí, además de mostrar fotos y videos, la cantante que se divorció en abril contó que su nuevo libro de cabecera es Deja de complacer, empieza a vivir, de Glennon Doyle. "Este libro sacudió mi cerebro e hizo que mi alma quisiera gritar. Es como si hubiese viajado al interior de mi cuerpo por primera vez. Nunca supe que soy la única responsable de mi propia alegría, felicidad y libertad. ¿Quién sabía que nuestra propia liberación libera a quienes nos rodean? Pensé que estábamos destinados a estar estresados y despeinados, confundidos y desinteresados como un personaje de Disney", contó Adele en su anteúltimo posteo.
Pero sus palabras no la volvieron trending topic mundial. Lo que sucedió en las últimas horas es que, en pleno verano europeo, Adele publicó la siguiente imagen, que está llegando a los cinco millones de likes:
"Feliz, lo que sería el Carnaval de Notting Hill en mi amado Londres", escribió la cantante británica en Instagram al postear esta foto en referencia al segundo carnaval afrocaribeño más grande del mundo, que suele tener lugar en esta época en las calles del oeste de Londres y que se celebra desde 1966.
En la foto, la cantante lució nudos bantú en el pelo y un bikini con la bandera de Jamaica que dejó al descubierto su vientre plano que rápidamente se volvió viral. Eso sí, mientras muchos no podían creer su cambio de imagen y otros destacaban su actual parecido con la también cantante Katy Perry...
...la cantante también fue acusada de apropiación cultural por lucir el peinado que suelen usar las mujeres afroamericanas siendo blanca.
Pero la artista no es la única celebridad que ha sido criticada por apropiación cultural. Lo mismo le sucedió a Kim Kardashian por usar las mismas trenzas, a Carlota Casiraghi por usar un tocado de plumas como una india americana y a Heidi Klum por disfrazarse en Halloween de la diosa de la destrucción Kali.
No obstante, muchos admiradores de Adele salieron en su defensa, diciendo cosas como “La pobre solo quería presumir su épica pérdida de peso” y "Dejenla en paz".
