Hipnótica, sensual, sin pelos en la lengua y con cierto halo de misterio que siempre genera algo especial, Viviana Canosa dice que está “nerviosa y expectante” por lo que se viene. Después de un año alejada de la pantalla chica, se prepara para debutar con Viviana con vos en las tardes de El Trece. Lo que no sólo significa una vuelta al ruedo, sino también a un canal de aire que busca dar pelea en la batalla por el rating. “Estoy en un momento de mi vida en el que me encuentro más serena”, define mientras se le escapa una sonrisa.
Las palabras le brotan veloces de la boca al querer contar detalles de este nuevo proyecto que la tendrá al aire desde el 10 de marzo a las 14.45. “A este proyecto le estoy poniendo todo. No haber hecho televisión el año pasado, un poco por obligación y otro poco por elección, me dio la posibilidad de regalarme la oportunidad de volver a compartir cosas cotidianas de la vida como llevar a mi hija al colegio, cenar con ella o salir con amigas. Con tanto trabajo me guardaba y me perdía la oportunidad de encontrarme con gente que quiero. Este año no imaginaba que iba a hacer tele”, dice a Revista GENTE.

Y reconoce: “La propuesta la pensé unos tres meses. Tuve varias reuniones con Adrián Suar y Pablo Codevilla hasta que un día encontramos qué hacer y a qué hora. El horario después del noticiero me encanta. La gente debe pensar que me moría por volver a hacer tele, y la realidad es que les costó convencerme. Tanto me habían corrido con operaciones que lograron cansarme y me sentía cómoda con la vida de persona normal que estaba haciendo”.
-¿Pediste algo puntual?
-Libertad. Adrián me dijo textualmente: “Quiero que seas todas las ‘Vivianas’ posibles”. El programa va a ser muy amplio con política, policiales, espectáculos y todo lo que le interese la gente. Es un gran desafío para el que me tengo que preparar mucho.

-¿Ya estás pensando en el rating y la competencia?
-Soy una obsesiva con ese tema. Yo en el cable me volvía loca, pero había otra seguridad. Acá hay mucha competencia. Para mí esto es un volver a empezar, volver a mostrarle a la gente quién soy y que me elijan. Estoy muy confiada.
-¿Cómo te trata el formato?
-La verdad es que me saca de mi zona de confort por el abanico de temáticas que vamos a abordar. Voy a tener que estudiar mucho. Ahora estoy con todo el alboroto previo.
-Vos tenés épocas en las que desaparecés del mapa...
-Sí. Vos lo sabes porque venimos hablando de esta producción desde hace mucho tiempo. Me gusta salir cuando tengo algo que contar. Si no tengo un contenido profesional, hablar de mi vida privada no me suma.

-Hay expectativa por cómo te vas a plantar frente a la política: Viviana en el Grupo Clarín y con una posición que viene siendo crítica a Javier Milei. ¿De qué manera lo vas a manejar?
-Me llamaron a fines de noviembre cuando estaba en Radio Rivadavia, así que saben lo que pienso. Mi mirada crítica hacia el gobierno está, como también está mi mirada crítica al anterior. En Argentina lo más fácil es criticar al gobierno de turno. Creo que va a ser un año muy movido, dentro de semanas álgidas que vive el Presidente. Hay un movimiento político interesante. Ojalá se pueda trabajar con libertad. Y este concepto no es una proyección al medio en el que trabajo, sino que me lo traslado a mí misma. Si me pongo a pensar que lo que voy a decir le va a molestar a una persona, es difícil. Por eso no quiero autocensurarme.
-La polémica que circuló en redes es que el aplazamiento de tu debut (programado originalmente para el 24 de febrero) tiene que ver con el cimbronazo que significó el caso de las criptomonedas promocionadas por Javier Milei: Jorge Rial dijo que Javier Milei “te detesta” y que tal atraso es “un acto de guerra” hacia vos...
-Es muy incómodo cuando escucho eso. No sé si es cierto o no. Por lo pronto a mí no me consta. Lo que es cierto es que el programa se iba a lanzar el 10 de marzo, después Adrián y Pablo me pidieron adelantarlo porque querían calentar la tarde y habíamos quedado en la fecha del 24. Todo lo que van diciendo desde afuera genera expectativa, pero a mí me da incomodidad. Se armó toda una bola que es fuerte.

-¿Pero no levantaste el teléfono y preguntaste qué pasó?
-No. Yo prefiero no preguntar. Tengo amigos que me llaman y me dicen lo que van comentando. Les pedí que no me digan nada porque quiero estar relajada en la previa del debut. No quiero creer que es algo personal del Presidente.
-En la promoción que está al aire se te ve en contacto con la gente.
-Me dijeron que parecía un spot político, pero cuando me la mostraron me emocioné porque fui sin filtro a lugares muy humildes y me recibieron muy bien. Fue tal el amor que recibí, que quedó así. Trabajo para la gente. Ojalá todos los conductores de la televisión puedan ir a la estación de Constitución sin extras y que la gente los abrace y bese.
-¿Vas a editorializar?
-En el arranque de cada programa voy a hablar del tema del día. Y esto significa que puede ser una cuestión de actualidad que tratan todos los medios o algo que yo considero que es justamente el tema del día, y no está en agenda. Vamos a tener muchas vertientes que van a ir más allá de la actualidad y la política. En el último tiempo estuve viendo tele de aire como para analizar qué le interesa a la gente, y la realidad es que esas cosas no me interesan a mí. Así que hablaré de lo que a mí me guste, porque para que haga un tema al aire a mí me tiene que generar algo. No soy un robot como todos que presentan cualquier cosa. No soy una maquinita. Olvídense de eso.

-¿Sigue dando nervios un debut?
-Cuando estoy a punto de debutar pienso por qué no me dediqué a otra cosa…, pero se prende la cámara y un estudio de televisión es el lugar en el mundo donde más cómoda y segura me siento. No le tengo miedo a nada.
-¿Tampoco tuviste miedo o evaluaste dejar la carrera en esos momentos en donde denunciaste censura?
-No pensé en dejar el periodismo de forma definitiva, pero evalué la posibilidad de trabajar para Estados Unidos con unos documentales. De hecho, mi último viaje -además de descanso, aclara- tuvo que ver con eso: tuve dos entrevistas de trabajo y me quedé con una muy interesante. El primer documental lo entrego ahora en marzo. También estaba trabajando en la posibilidad de irme a Uruguay a hacer tele y radio. La realidad es que 2025 lo estaba armando sin contemplar un trabajo acá. Quizás, si se daba hacer radio, pero los medios están muy extraños y no sabes en dónde encajar.
El filoso análisis político de Viviana Canosa

“Lo que me pasa a mí es lo que le pasa al que votó a Milei por no votar a Sergio Massa, pero tampoco le gusta Milei. Mi mejor amigo es gay, lo votó a Milei y no le gusta lo que el presidente dijo en Davos. Terminó yendo a una marcha, como nunca antes. Ese tipo que lo eligió es el que hoy dice que no se siente representado. El Presidente ataca a los artistas. Yo hice una clara campaña por Patricia Bullrich. Entonces, ¿por qué si critico a este gobierno me dicen que quiero que vuelva el kirchnerismo? Lo peor que nos puede pasar es tener miedo en opinar. Yo estoy en contra de lo que pasó con las cripto y no soy ‘kuka’ por eso”, advierte en la charla con Revista GENTE.
-¿Qué análisis hacés de lo que le pasa a la gente de a pie?
-Que hay personas que se sienten solas porque no hay oposición. Los de Juntos por el Cambio se están yendo a La Libertad Avanza. En algunos casos sentís que tienen convicciones, pero en la mayoría lo que te queda es que buscan acomodarse el culo en un sillón para no perder sus privilegios.
-¿Por qué no hay oposición?
-El otro día Macri plantó su posición sobre el tema de las cripto, pero tampoco podés ser líder desde la Patagonia. Los políticos están bajo la mesa. Yo creo que van a surgir nuevos liderazgos porque sino todo va a ser mediocre. A mí no me alcanza que baje la inflación si estamos todo el día peleándonos entre todos.

-¿Hay libertad de expresión?
-Yo perdí tres laburos en el último año y medio. No quiero vender mis ahorros para sobrevivir porque soy una mina que tiene éxito y me va bien. Yo este año voy a tener en mi programa gente de todos los pensamientos, a pesar de que no coincidan con el mío.
-¿En algún momento evaluaste hacer política?
-Sí. Me midieron y en las encuestas daba muy bien. En un momento, después de negarme mucho, empecé a tener reuniones porque me daba curiosidad saber qué se les pasaba la cabeza para querer tenerme. Después me di cuenta de que me estaban usando y me iban a descartar y no logré ponerme de acuerdo con nadie. Me dio pena porque sé que podría ayudar a cambiarle la vida a la gente. Salí espantada de lo que vi.
-¿Qué opinas de la entrevista que Jonathan Viale le hizo al Presidente y el corte que hubo de la misma?
-De la filtración no tengo nada para decir porque no sé y realmente puede ser un error. Santiago Caputo y el Presidente quedaron expuestos. Quedó expuesta la intolerancia. Está bien que pase eso para que sepan que no se puede. A mí me pasó lo mismo en una entrevista que le hice para Infobae a Macri en su primer año de gobierno. Yo tenía muy buena relación con él. Cuando lo estaba entrevistando le pregunté por el déficit fiscal y escucho que Alejandro Rozitchner, que era un asesor, pegó una patada contra la pared que hizo un ruido tremendo. Fue como para amedrentarme, y oí “de economía no”. Yo lo miré a Mauricio y seguí con mis preguntas. No me amedrentó, aunque fue intimidante. Tenés a un tipo con poder enfrente y el otro pegó un golpe para asustarme. Fue fuerte. Macri siguió contestando. No hay que tener miedo. Entiendo que cada uno las situaciones las maneja como puede.

-¿Qué hubieras hecho vos en lugar de Viale?
-Prefiero no opinar de eso. Él dio sus explicaciones. Te puedo hablar de cómo actué yo cuando me pasó eso que te dije recién con un gobierno afín a mi ideología y, sin embargo, Rozitchner pegó una patada a la pared. Enseguida salí a contarlo porque cuando lo contás, te cubrís. Lo que tuvo de positivo lo Viale fue que quedó expuesta la impunidad del poder. No hay que tener miedo.
-Recién mencionaste que hay un ataque por parte de Milei a los artistas. Él está muy enfrentado a Lali, por ejemplo.
-Yo creo que ella se siente muy hostigada por él. No es fácil porque se trata del Presidente de la Nación. Es lo mismo que pasaba cuando Cristina hablaba del “abuelito miserable” o atacaba a alguien en Cadena Nacional. Por eso, lo que me hace ruido, es por qué los mismos que criticaban lo de Cristina no critiquen lo de Milei contra Lali, María Becerra o Milo J. Los artistas son ciudadanos que a la noche sienten que hay un Gobierno que está en su contra. Todos tendríamos que ser solidarios con ellos porque tienen todo el derecho a expresarse.
Por qué dejo de hacer periodismo de espectáculos

¿Cómo se hace para pasar de ser una referente del mundo del espectáculo a uno de la política? ¿De qué forma se hace el click para dejar de hablar de los temas del corazón de la farándula para abordar cuestiones de la macroeconomía? La respuesta tiene nombre y apellido: Martina, la hija que tuvo con Alejandro Borensztein.
“Me estaba aburriendo del espectáculo porque la farándula se estaba empezando a achicar. Es como cuando te separás: ya un año antes me di cuenta que no daba para más. Pero no me animaba a terminarlo. Un día estaba yendo al canal y sentí que era un plomo. Las grandes figuras, los novios de Susana y los ratings descomunales se estaban terminando. Antes te matabas por una figura, ahora está complicado. ¡Había famosos! Ahora no conozco a la mitad de la gente que está. En el último tiempo me aburría todo, sentí que no tenía nada que hacer ahí”, se sincera mientras hace memoria.
“Cuando me embaracé me tomé seis años sabáticos para dedicarme a la maternidad, a construir mi familia y mi matrimonio. Todo hasta que me junté con Daniel Hadad y le dije que quería hacer periodismo político. Ahí nació Hombres y mujeres del poder, aunque antes había hecho Brindar por Argentina por TN con los seis candidatos a las elecciones de 2015 (Mauricio Macri, Daniel Scioli, Margarita Stolbizer, Sergio Massa, Nicolás del Caño y Adolfo Rodríguez Saá), en donde fui a conocer cómo vivían y a mostrar otro costado de sus perfiles.

-¿Y después de eso?
-Me llamaron para conducir Intratables y dije que no porque prefería hacer un programa sola. Así nació Nada personal, en El Nueve, que fue mi primer ciclo político.
-Hoy muchos de tus panelistas de Los Profesionales de siempre son conductores. Te nombro a Ángel de Brito, Rodrigo Lussich y Adrián Pallares. ¿Qué te genera?
-Me encanta que quienes trabajan conmigo se luzca. Yo jamás me juntaría con mediocres. Cuando los elijo es porque me parecen los mejores, confío en sus capacidades y talento. Si ellos crecieron quiere decir que no me equivoqué en la elección. Por lo menos llegaron a algo... no son unos boludos. Hubiera sido deprimente si hoy pasaban inadvertidos. No soy la madre de ellos, aunque en algún momento me sentí así y es un error. Sí, con todos ellos hicimos éxitos, fuimos amigos en algunos momentos de la vida y tengo los mejores recuerdos.
-Teniendo en cuenta algunos finales tortuosos, ¿sanaste esas relaciones?
-Todas. Yo entiendo que los finales son tortuosos y las peleas en televisión rendían. Hoy me hablo con Rial, con De Brito, con Pallares y también con Lussich. Siento que si te seguís peleando no ayuda. Estoy en un momento de mi vida en el que le doy importancia a las cosas que lo tienen. Entiendo que las peleas en tele garpan, pero nada es de vida o muerte. Antes nos matábamos y ahora esa sangre no entra en la cabeza. Es sano llevarte bien, que todos crezcan y desearles lo mejor. Estamos más grandes, con lugares distintos en el medio y hay espacio para todos.

-Vas a competir contra Los profesionales de siempre, un programa que es tu marca y vuelve con Flor de la V.
-Yo estoy contenta. Es un programa al que le puse el nombre, ¡imaginate! La marca se la quedó el canal. Si un montón de panelistas míos hoy conducen y ese programa hoy lo hacen reciclado, sólo puedo decirte que es genial. Qué bueno es haber marcado un caminito en algo. Yo soy de soltar. Los Profesionales fue un antes y un después en mi carrera porque nací ahí como conductora. Pero me desapego de los éxitos ya que no me los puedo llevar toda la vida. Con esto me pasa eso de que siento que es como la moda circular: la cartera que te hincha las pelotas a vos otra la agarra y dice “que bueno, la quiero”. Y ya está, agarrátela que es tuya, total yo la usé (risas). A mí me siguen preguntando por Intrusos. Atrasan mil años. Trabajé un año de los veinticinco que tiene al aire. Hasta mi pelea con Rial, de la que pasó un siglo, me da vergüenza por él y por mí. Tengamos nuevas peleas, pero no ésas.
-Igual, son momentos que quedaron marcadas a fuego en el espectáculo...
-Siguen hablando de mí porque cada vez que hago algo me lo tomo a todo o nada. Yo me acuerdo que en Intrusos había un segmento donde Rial tiraba una pelotita y tenías que decir un chimento. A mi me la tiró veintiséis veces. Me la pasaba tirando información.
-¿Qué crees que pasó en América con Flor de la V?
-Me impactó enterarme de su salida. Se iba Flor, llegaban Lussich y Pallares, se terminaba Socios en el espectáculo. ¡Qué despelote! Me acuerdo que ese día de diciembre le escribí a Pallares para saber qué onda. No sé puntualmente lo que pasó con ella, pero no me sorprende. Es el medio, cada vez más hostil. Pipo Mancera haciendo un programa que duró cuarenta años ya no está más. La política también juega un rol, si bien no sé si éste fue el caso. Los canales tienen la libertad, aunque te duela en el alma, de decirte que ya está. Lo bueno es que te lo digan y no que te enteres como una cornuda, porque ahí sí es doloroso. Es lo que hay. Ahora existen muchas jugadas sucias todo el tiempo.
Las confesiones amorosas de Viviana Canosa

“Con Alejandro nos llevamos muy bien. Cuando vos te separas, más allá de las crisis, como papás de Martina somos los mejores. Ella ama que nos llevemos bien. Es lo más sano que podemos hacer para que no crezca con conflictos. Cuando nos distanciamos ella era muy chica, así que no creo que tenga recuerdos de nosotros juntos. Pero somos una familia y siempre queremos darle lo mejor”, admite a Revista GENTE.
-¿Y tu corazón?
-Bien. Faltaba que me inventen un romance con Evo Morales y listo. Hablando en serio, estoy más abierta que en otros momentos. Pero te digo que estoy abierta, y cuando me surge ahí me quedo.
-¿Por qué?
-Porque tengo que admirar al tipo que me viene a seducir. Lamentablemente no me seduce nadie. Todos me parecen obvios. Ya me enamoré, me casé y me divorcié. Estoy tan cambiada que lo que me enamoraba hace diez años no me enamora hoy.
-¿Qué te enamora?
-Un tipo que me traiga paz, que no me moleste y no me fastidie. Alguien que sea generoso y venga a mi vida a sumarme... Claramente no quiero que venga un tipo (larga una carcajada). Prefiero estar sola y salir con amigas. Yo soy una mina que se acostumbró a estar así. Y como estoy tan tranquila, tengo miedo de que venga alguien y me arruine todo.

-¿Hace cuánto que no sentís el amor?
-Un montón (risas). Muchos años. Es muy difícil.
-¿Alejandro fue tu último amor?
-Sí. Me costó cinco años recuperarme del divorcio porque sentía que era un amor para toda la vida y la ruptura, más allá de que fue pensada, resultó muy difícil. Después volvimos y nos separamos de nuevo. No me volví a enamorar de nadie. Ahora andan todos con el touch and go o las relaciones abiertas. Es todo un delirio. Si viene uno a decirme de tener una relación abierta lo saco a patadas en el culo. Si me enamoro, me comprometo y soy fiel por naturaleza. Estoy desfasada para la época... Quizás algo aparece.
-¿Pero tampoco te das la oportunidad de un encuentro ocasional?
-No. Sufrí mucho por amor. Me quedó una herida que está latente. Por más que vayas sanando… cualquier vínculo que tenga puede repercutir en casa y quiero cuidar eso. Recién te dije que estoy abierta y ahora te digo que es mentira. Con esto me contradije. Si me llama un señor y me invita a salir le digo que no. Vas a un restaurante, te escrachan con una foto y tenés que dar explicaciones. Tomar distancia es una forma de protegerme.

-Es curioso lo que planteás...
-No soy del touch and go. Tuve demasiado sexo en mi vida, me divertí e hice de todo, pero siempre con la motivación de que me encantaba el señor con el que estaba. Ahora no me dan ganas de portarme mal hasta encontrar el candidato perfecto. Quiero estar lista y prolija para cuando venga ese señor, y no metida en cuarenta quilombos por irme de joda con un pelotudo. Deseo encontrar un tipo que quiera vivir una historia distinta conmigo.
-Además de fiel, ¿cómo sos a la hora de amar?
-Me comprometo mucho en las relaciones porque me encanta que me encante un solo tipo y que ese tipo tenga cierto poder sobre mí, siendo alguien tan power como soy yo de personalidad. Que pueda sobre mi cabeza me parece seductor. Por eso espero. El factor Martina juega un factor importante.
-¿Ella no quiere saber nada con verte de novia?
-Nada. Cuando surgió el rumor de lo de Lacalle Pou me lo preguntó. Nunca le presenté un novio a Martina, pero le dije en ese momento que si un día me enamoraba lo iba a hacer. Por eso tendría que estar segura de esa persona que viene a casa como la pareja de mamá.

-Te escucho a vos así y pienso en la China Suárez, Mauro Icardi, Wanda Nara y L-Gante que andan todos enroscados entre sí.
-Los envidio. Son muy relajados. Es lo que le pasa a mucha a gente. A mí me da cuidar a Martina. Me gustaría ser más relajada.
La estrecha relación de Viviana Canosa con Martina, su hija
“Transito en un momento de mi vida en el que, a pesar de trabajar, quiero acompañar a Martina en la cena o antes de dormir. Está empezando el secundario, y la pre-adolescencia es una bisagra en la vida camino a la adultez. No me quiero perder nada”, reconoce Canosa sobre la pequeña de casi 12 años.

-¿Cómo está plantada frente a estos cambios generacionales?
-Es una maravilla. Llegamos de Estados Unidos hace unas semanas y adoré verla hablando inglés, conectando con la gente. Cuando viajamos me alejo para ver cómo se desenvuelve. Es mágico.
-¿Cómo sos como mamá?
-Muy permisiva, y a la vez una madre que pone límites. La dejo ser, pero cuando digo que algo se terminó es de forma definitiva. Al principio me costó ponerle límites. Lo que tiene de bueno es que con el padre siempre estamos de acuerdo en las decisiones.
-¿En qué cosas le ponés límites?
-En el famoso “todas mis amigas van y por qué yo no puedo” o “quiero comprarme esto porque lo tienen todas”. Prefiero decir más “no” que “sí” y estar tranquila. Ahora me va a pasar con la matinée y todas esas cosas. Quiero que viva sus propias experiencias y que no siga la corriente. Cuando le toca pasarla conmigo nunca se queda sola en casa: está con mis padres o alguien de mi familia, pero siempre cuidada.
-¿Qué nos podés contar de los momentos de madre e hija?
-Somos muy compañeras, nos divertimos. Tenemos un humor ácido que compartimos. Nos miramos y ya sabemos. Ella me dice que soy su persona favorita en el mundo... Me saqué la lotería por tener una hija mujer, así de coqueta, y buena persona. Es un poco desordenada como yo.. pero bueno.

-¿Qué quiere estudiar?
-Mil cosas. Quiere ser arquitecta y, para pagarse esos estudios, modelo en el exterior. Creo que el medio le va a terminar encantando. A nuestra edad estábamos en otra, y ella a los doce tiene un montón de información respecto a su futuro.
-¿Cómo vas a hacer cuando venga con un novio?
-Soy una madre cuida y ella me cuenta todo, pero lo del novio va a ser inevitable ahora que entra en el secundario, una etapa en la que empieza el coqueteo y la seducción. Conmigo tiene confianza y la certeza de que ya pasé por lo que va a pasar ella. No la dejo hacer cosas que hacen otras chicas a esa edad. Como te dije antes, prefiero ser más cuida.
-¿Lo acepta?
-A veces se me retoba, es insistidora como yo. Siempre me discute con argumentos interesantes. Me hace planteos brillantes y trato de negociar.
Fotos: Chris Beliera
Retoque y edición: Darío Alvarellos y Gustavo Ramírez
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