El estremecedor relato de Gabriel Rolón: su hija estuvo al borde de la muerte al igual que él – GENTE Online
 

El estremecedor relato de Gabriel Rolón: su hija estuvo al borde de la muerte al igual que él

El estremecedor relato de Gabriel Rolón: su hija estuvo al borde de la muerte al igual que él
El psicólogo se emocionó al hablar de su vida y el difícil momento que atravesó
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El psicólogo y escritor Gabriel Rolón usualmente es invitado por varios medios de comunicación para brindar su opinión acerca de temas relacionados a su profesión. Por este motivo, y por tratarse de una persona reservada, no suele brindar noticias sobre su vida privada, pero ene esta ocasión el profesional contó en cada una que estuvo al borde de la muerte y que su hija también. 

"La felicidad en algún momento para mí, fue ver salir a mi hija de Terapia Intensiva. No recuerdo un momento tan fuerte, mi hija tuvo Síndrome Urémico HemolíticoEsa enfermedad que es una bacteria que trata los riñones y los chicos dejan de hacer pis. Depende cuántos días, mayor riesgo", comenzó contando el profesional.  

Continuando con la entrevista que brindó hace algunos años, Rolón detalló: "Malena estuvo 21 días. Hubo que dializarla. Yo ahí aprendí la diferencia entre lo urgente y lo importante, porque todos los días mi pregunta era si había hecho pis".

Además contó el momento en que más susto tuvo de esa experiencia: "Una noche, a los quince días, tuvo una hemorragia tremenda. Pensábamos que no pasaba esa noche. Y cuando a la mañana le pregunté al médico si había hecho pis, me dijo que eso ya no importaba y que había algo que era más urgente". Y el doctor agregó: "Ya nos vamos a preocupar de si hace pis si salimos de esta".

Finalmente, el psicólogo indicó: "Cuando vi un chorrito de pis pasando por ese cañito, te aseguro que la felicidad fue eso.

Nicole Neumann contó que Gabriel Rolón la ayudó en su separación de Fabián Cubero

Actualmente, Nicole Neumann se encuentra en pareja con el deportista Manuel Urcera hace poco más de un año. Sin embargo, la modelo abrió su corazón antes y contó cómo atravesó el proceso de separación con Fabián Cubero con quien tuvo tres hijas y mantuvo una larga relación.

En diálogo con Infobae, la modelo contó que el último tiempo de su relación ya no estaba enamorada de Cubero y no sabía cómo enfrentar la situación para no dañar a sus tres hijas y confesó que el psicólogo Gabriel Rolón fue de gran ayuda para poder hablar con su familia.

"Todo comenzó al darme cuenta de que ya no estaba enamorada del padre de mis hijas (Fabián Cubero). Viví ese desamor como una frustración enorme. La culpa me carcomía. Ejercía una presión constante sobre mí misma: 'No, no puedo separarme, tengo que lograr una pareja perfecta para el resto de la vida'. No debía repetir con las chicas todo eso que yo había vivido en casa. No podía permitirme causarles ese dolor. Ellas tenían que ser felices", expresó Nicole sobre su preocupación por Sienna, Allegra e Indiana en diálogo con Infobae.

"Luché con eso durante un año entero. No podía estar en casa. Llegaba, tal vez, a las 11 de la noche, me calzaba los rollers y salía por el barrio como loca. No quería que mis hijas me vieran triste. Al quedarme sola, bajaba las persianas, cerraba todo y gritaba contra la almohada para descargar todo lo que traía dentro", sumó.

"Transitaba sin ganas. Sufría insomnio. Había perdido hasta el apetito y vivía como en piloto automático. Estaba apagada. Hasta que un día me dije: 'Pará, esto debe ser lo más cercano a la depresión'", afirmó Nicole sobre cómo se sentía antes de llamar al terapeuta.

"Hacía poco me había llegado su libro y ya en la segunda página pensé: 'Debo hacer terapia con él'. Me hizo entender que debía sincerarme con mis hijas. Que disimular lo que se vivía en casa era contraproducente. El mensaje tenía que ser claro para ellas: 'Chicas, no se queden en donde no sean felices, porque jamás harán felices a los demás'. Hacerme cargo era también una forma de liberar a su papá. De decirle: 'Ya no puedo hacerte feliz, andá y lograrlo en otra parte'", sumó.

"Fue como gestar una cofradía con mis hijas. Un equipo. Saben que pueden preguntarme todo. Que todo se habla. Que la verdad de lo que somos y sentimos está aquí, no en los medios. Entendí que está bueno poder decirles: 'Perdón gordas, hoy mamá está un poco triste'. Eso no solo nos unió mucho más, sino que además les dio tranquilidad", sentenció.

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