Como parte de la celebración del 150° aniversario de las instalaciones de Audi en Neckarsulm, Alemania, doce aprendices de cursos de mecatrónica automotriz han dejado una huella imborrable al crear un concept car verdaderamente singular. Para ello se inspiraron en un NSU, la marca que se funcionó con Auto Unión a fines de los ’60 para darle forma a lo que hoy conocemos como la prestigiosa firma de Ingolstadt.
Bautizado como NSU EP4 Concept, este vehículo eléctrico es el resultado del ingenio y dedicación de los jóvenes aprendices, quienes partieron de la base de un NSU Prinz 4 construido en el ya lejano 1971.
El proceso de creación fue una aventura fascinante. Comenzando en enero, los aprendices se enfrentaron a una carrocería original ligeramente oxidada, que fue restaurada y modificada en ciertos puntos para luego ser ensanchada mediante la incorporación de nuevos materiales.
También se llevaron a cabo importantes actualizaciones estructurales. Para ello, se utilizaron la plataforma y los ejes con sus sistemas de frenos provenientes de un Audi A1. Con gran habilidad, lograron adaptar esta nueva estructura a la carrocería del antiguo NSU.
El resultado es impactante: una imagen imponente, con ruedas anchas que se ocultan bajo los guardabarros, aportando una apariencia intimidante.
La rigidez torsional necesaria fue alcanzada mediante la construcción de una estructura tubular que no solo garantiza la seguridad, sino que también sostiene un espectacular alerón trasero, confiriendo al NSU EP4 un carácter decididamente deportivo.
El interior es minimalista, propio de un auténtico auto de competición y con una instrumentación básica pero funcional. Aunque el objetivo del NSU EP4 fue principalmente una prueba práctica, sin intenciones de llevarlo a producción o competir oficialmente, sus prestaciones no dejan de sorprender.
Y es que bajo su capó trasero, donde antaño se alojaba un modesto motor naftero de dos cilindros y 30 CV, se esconde ahora un poderoso motor eléctrico proveniente de un Audi e-tron 2020, capaz de generar nada menos que 240 caballos de fuerza.
Además, para alimentar esta bestia eléctrica, se utilizó la batería del híbrido enchufable Audi Q7 TFSI e quattro, ubicada estratégicamente debajo del capó delantero, el mismo lugar que en tiempos pasados albergaba el tanque de combustible del NSU Prinz.
Para asegurar el óptimo rendimiento y refrigeración del motor electrificado, se incorporó una amplia entrada de aire en la parte inferior del paragolpes, mientras que el calor generado puede escapar a través de una gran abertura en el capó delantero. Además, el portón trasero no solo añade un toque de estilo, sino que también mejora la refrigeración y puede fijarse en una posición semiabierta.
