Luciana Salazar subió una divertida historia a su Instagram que, claro, sólo puede hacerlo porque Matilda es muy pequeña y aún no se enoja si su mamá sube sus imágenes sin autorización de ella. Parece ser que la niña se quedó dormida de una forma muy rara y Luli aprovechó para inmortalizar esa imagen y subir otras de cómo duerme desde que nació.

La primera imagen es muy tierna porque se la ve durmiendo de bebita y con la manito apoyada en el mentón, como si estuviera meditando sobre algo.

La peor es, claramente, la segunda (que es, precisamente, de ahora) en la que se la ve durmiendo despeinada y con la boca abierta en el asiento del avión.

La última es un poco más glamorosa pero veremos qué opina la pequeña cuando vea qué sube su madre a las redes. Posiblemente, en breve, llegue la censura.