Es el único panelista en esta edición del Bailando 2023 y sorprendió al bailar al ritmo de la música disco. Llegó con una sonrisa de oreja a oreja que iluminó su debut en la pista y con un look barbiecore matcheado con su bailarina.
Guido Záffora (35) estuvo en varias ocasiones en el estudio del certamen, pero en el rol de cronista, cubriendo todos los detalles del show durante años. Ahora llegó como protagonista, como una de las 30 figuras de la temporada. Sin dudarlo, se confiesa como "un inexperto en la pista".
Tenía nervios, pero la felicidad de lograr bailar en el escenario por donde han pasado grandes figuras, fue mayor. "Estoy feliz. La verdad es que la noche anterior fue muy difícil, no pude dormir. Me costó, me costaba concentrarme, pensaba mucho en la coreo, pensaba en el jurado, pensaba en mi familia, en el show, en las pantallas, que era mi primera vez", recuerda.
En una charla íntima con revista GENTE, no sólo habló de su estreno en el Bailando, también de su camino en los medios, desde que viajó con una valija llena de sueños de Rosario a Buenos Aires cuando apenas tenía 17 años. Hoy, tiene casi veinte años más que aquella vez y se emociona al mirar atrás con agradecimiento y ver como en la actualidad, no sólo está todos los días en pantalla en el panel de Intrusos (América TV): también estrenó un programa los fines de semana en dupla con Pampito.
"Quiero demostrar que no hay relojes. Uno cree que a veces las cosas no las puede hacer por edad o porque ya pasó tu tiempo y no es así. A mí, el tren me volvió a pasar y acá estoy dando toda esa energía".
Guido Záffora, figura del Bailando 2023.
Auténtico y sincero, se dispone a hablar sobre esta nueva experiencia en su carrera, aunque prefiere llamarle camino: "Estoy absolutamente contento, no lo puedo creer, y digo "no lo puedo creer" porque nunca imaginé que la noche iba a ser tan perfecta. De verdad fue una noche llena de emociones... Me estoy reencontrando con mi parte artística, que es lo más lindo, me estoy redescubriendo, estoy volviendo a ser el niño que le gustaba bailar, cantar y actuar, estoy dándolo todo. Estoy muy enfocado, y quiero disfrutar de este Bailando a pleno, eso es lo que más me interesa: dar un gran show y que la gente lo disfrute".
-En tu debut en el Bailando dejaste ver un rol totalmente diferente al que mostrás a diario como panelista. ¿Se viene más de ese Guido?
-Siento que a partir de este programa, de este Bailando, van a conocer un Guido diferente, van a conocer mi otra parte, mi otro yo. Y eso me da mucha felicidad, que conozcan mi parte más sensible tal vez, no tan combativa. Entiendo que nuestro rol en el panel como periodistas, muchas veces es opinar de temas y que no todo el mundo opina igual que nosotros, y que a veces hay una confrontación. Pero bueno, acá van a conocer al verdadero Guido, al Guido de todos los días, al soñador, al niño que quería ser, que deseaba y que laburaba para estar hoy donde estoy. Está buenísimo que me puedan ver y me puedan conocer desde otro lugar. Es una oportunidad que le agradezco infinitamente a Marcelo, porque las oportunidades se agradecen.
"Para mí es una gran oportunidad para mostrarme desde otro rol, desde otro lugar".
Guido Záffora, una de las figuras del Bailando 2023.
-Esa noche hablaste sobre tu última relación sentimental, ¿estás dispuesto a contar más cosas de tu vida privada durante tu participación?
-Siempre conté cosas sobre mi vida personal, pero creo que hay un límite o por lo menos yo tengo un límite porque no me gusta exponer todo. Siento que no sirvo para eso. Es una contradicción con mi laburo. Pero lo que he contado no tengo mucho más para sacar. No tengo nada que ocultar. Soy bastante transparente, y se me nota todo.
-¿Cómo está el corazón de Guido Záffora hoy?
-Mi corazón está divino, está latiendo, está feliz, está fortalecido. Estoy haciendo mucho cardio también en el gimnasio, porque hay que respirar, así que vamos por un corazón sano y potente, pero estoy muy bien (risas).
-Te llevaste muchos elogios del jurado y tremendo puntaje, ¿con qué vienen para las próximas rondas?
-Yo creo que es el mejor jurado del Bailando y no lo digo de "chupamedias", sino porque para mí son icónicos los cuatro en el trayecto que han hecho en el certamen. Tenemos un pop armado para el segundo ritmo. Vamos a seguir dándolo todo, seguir ensayando. Para mí el punto fundamental del Bailando es el ensayo: marcando, frustrándote, porque me he frustrado miles de veces. Y me voy a seguir frustrando, porque no me sale esto, porque no me sale lo otro.
Con mi equipo nos decimos todo. Somos como una cofradía, acá equipo, es equipo. Estoy ensayando todo el día. Porque si no ensayo, entreno. Si no entreno, tomo clases. Si no tomo clases, voy a clase de truco. Hago todo, todo el día. Y ahí lo coordino y hago un ensamble con mis otros laburos.
-Para algunos es sólo un certamen, para otros una gran oportunidad el formar parte de las figuras del "Bailando" ¿Cómo lo ves vos? ¿qué representa esto en tu carrera?
-Para mí es una gran oportunidad para mostrarme desde otro rol, desde otro lugar. Me encanta hacer lo que hago, me encanta ser periodista y me encanta ser conductor. De hecho, ahora debutamos con Pampito en Estamos Okey, que va los domingos por América, y eso me recontra ilusiona y me da energía para seguir adelante. También es conectar con mi parte artística. Sueño con hacer una gran comedia musical, que me tengan en cuenta, que me llamen para laburar y estar arriba del escenario. Esa es otra parte, mi otra pasión, mi otra parte del corazón. Entonces, poder fusionar todo es muy espectacular.
"Espero que el Bailando me abra muchas puertas que estoy dispuesto a cruzar".
Guido Záffora.
Mi psicólogo me decía: 'Vos sos multitasking', y la verdad que sí, y siempre lo fui. Soy apasionado por lo que hago, a mí me gusta laburar de lo que laburo. Disfruto todo lo que hago y si no lo disfruto me voy. Yo trabajo mucho en mi vida personal con la ilusión, a mí todo me tiene que ilusionar. Entonces creo que es un gran año, es un gran 2023 que me ilusiona, me ilusiona estar donde estoy.
-¿Tenés alguna cábala antes de salir a la pista del "Bailando"?
-No tengo muchas cábalas, pero creo que ahora voy a usar un método que me hizo muy bien en la primera gala y fue relajarme en el camarín. El lunes cuando había mucho ruido abajo -por la cantidad de gente-, me fui a mi camarín al primer piso, me tiré al suelo justamente y me puse unos cuencos tibetanos, un sahumerio y me puse a pensar en todo el camino recorrido y en agradecer.
Esa noche medité un poco y me concentré en la sensación. Tenía mucho miedo, pero ese miedo acá fue parte importantísima del proceso, porque realmente fue como saltar al abismo y creo que el salto fue más que auspicioso. Era saltar y salté, y eso me lo valoro mucho. Entonces, esa va a ser mi cábala: relajarme en el camarín antes. Y otra cosa que hice fue tomarme media medida de gin tonic. Me dio mucho miedo porque pensé: "Mirá si entro borracho". Era una coreografía muy técnica, por suerte no pasó (risas).
-Estuviste muy acompañado desde la tribuna en tu debut, hasta tus compañeros de Intrusos se emocionaron. ¿Cómo lo viviste?
-Eso fue espectacular. Eso representa el nuevo Intrusos, un equipo formado, sólido, amoroso, de amigos. La verdad es que hasta Maite (Peñoñori) estuvo ahí, que es una ex-Intrusa y ahora está en LAM. Habla de la buena relación y lo lindo que lo pasamos en el programa. Me parece que en esta carrera, encontrar grupos así es difícil y muy lindo, así que mil agradecimientos para ellos y para todo el equipo de producción.
A Flor (de la V) se lo dije. Ella también fue parte fundamental del proceso porque le mostré las coreografías y le decía: "Ayudame". Ella sabe del show como nadie, entonces, le pedía que me diera una mano. Flor me decía: "Estirá el brazo acá, fíjate acá, más recorrido... guarda con el vestuario"', y". Y la verdad que fue una gran consejera para la primera gala.
El lema de vida de Guido Záffora: agradecer, disfrutarlo todo y abrazar la frustración
La preparación ha estado presente en la vida de Guido desde sus inicios. Considera que es importante estudiar, formarse, pero también ser consciente de cada momento que se transita.
Su filosofía es hacer y no escuchar los no, sino transformarlos por un sí. Así como no perder la ilusión en cada comienzo, tener vocación y hacer las cosas con pasión.
-Vivís esta experiencia con mucho agradecimiento. ¿Tiene que ver con lo mucho que te costó?
-Fue difícil mi venida a Buenos Aires a los 17 años. Fue intensa, fue soñada, fue esperada. Pero también fue un camino donde tuve que valerme por mí mismo, claro, con la ayuda de mis viejos, de mi familia, de mis abuelos, de mis hermanos, que fueron fundamentales en ese proceso.
Era muy chico, yo no tomo conciencia, o por lo menos, en ese momento no tomaba conciencia de lo que implicaba venirse a vivir acá... empecé a tomar clases, bailaba, cantaba y actuaba. Ahí quedé en un musical con Pepe Cibrián y Ángel Mahler que hice "Las Mil y Unas Noches", en el Teatro Ópera. Y todo fue un reto, todo fue un desafío. Redescubrirme, repensarme, en ese momento muchos me decían que no iba a llegar a nada, que no iba a poder.
-¿Y cómo lograste un lugar en los medios?
-En este camino me ha marcado el poder de convicción. Y lo más retador fue seguir confiando. La confianza que era parte de mi ser, confiar en que podía. Nunca pensé en renunciar a mis sueños, nunca pensé en volverme a Rosario porque siempre había algo que me hacía quedarme. Eso nunca estuvo en mis pensamientos.
"La frustración es parte del camino, y hay que abrazarla también".
Guido Záffora.
Siempre tuve muchas ganas de seguir haciendo. Si no aparecía la oportunidad, hacía autogestión. Todo tenía que ver con que si no sucedía, lo buscaba. Creo que ahí está la clave. Cuando no suceden las cosas, hay que generarlas. Y a la gente buena siempre le pasan cosas buenas, y eso también es un lindo mensaje. Porque uno cuando se frustra, esa frustración siempre se convierte en hacer. Es inevitable eso. Más para el que quiere tener un lugar en el medio, el que quiere actuar, el que quiere cantar, bailar.
-¿Qué agradecés hoy y qué sentís al mirar atrás y ver todo lo que has logrado desde que llegaste con esa valija a Buenos Aires?
-Todas las noches antes de dormir agradezco. Agradezco porque me parece que es fundamental el agradecer. Y siempre agradezco donde estoy. Trato de disfrutar todo y cuando estoy cansado, te juro. Digo: "no, no quiero estar cansado". Muchas veces pienso en Mirtha Legrand cuando estoy cansado también (risas). Digo: "Si Mirtha puede, yo voy a poder". Trato de ser consciente de lo que me sucede y digo: "Mirá, mirá donde llegaste, mirá lo que hiciste, mirá qué lograste. Y todo solo". Quiero disfrutar, quiero disfrutar todo.
