Flor Peña y Juan Otero cuentan la intimidad de su relación en un diálogo a corazón abierto: "Estoy profundamente orgullosa del hijo que sos" – GENTE Online
 

Flor Peña y Juan Otero cuentan la intimidad de su relación en un diálogo a corazón abierto: "Estoy profundamente orgullosa del hijo que sos"

Ante las cámaras de GENTE, madre e hijo repasan momentos clave de su vínculo: la crianza, sus recuerdos de la infancia, la salida del closet, la primera pareja y el valor de la terapia en un camino de sobreexposición.
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Hay vínculos que se cuentan solos. Historias que no necesitan grandes discursos porque se sostienen en miradas, guiños y códigos compartidos. La de Florencia Peña (50) y su hijo Juan Otero (17) es una de ellas. Profunda, luminosa y atravesada por una complicidad que, aún en la risa y la chicana constante, deja ver algo más grande: la certeza de sentirse elegido, visto y amado tal cual uno es.

En una conversación íntima y emotiva para GENTE, madre e hijo abren su corazón para hablar como nunca antes sobre la aceptación, el orgullo, el acompañamiento y el amor incondicional. Lo hacen con una honestidad que conmueve, sin bajar el tono de humor que los caracteriza, pero dejando espacio para lo que cuesta, lo que se aprende, lo que se transmite y lo que se hereda.

Flor Peña y Juan Otero en su tapa en conjunto para Revista GENTE.

La exclusiva producción fotográfica para Revista GENTE fue un manifiesto visual de ese vínculo. El concepto: contrastes y armonías. Dos palabras que parecen opuestas, pero que en ellos conviven con naturalidad. Fluidez y carácter. Fuego y calma. Trayectoria y comienzo. Y, al mismo tiempo, un parecido innegable que se afirma en la presencia, en la forma de ocupar el espacio, en la energía que derraman. Dos generaciones que se espejan.

Entre chistes internos, cargadas afectuosas, consejos reales y muchas risas espontáneas, Flor y Juan se entregaron a este shooting como quien disfruta de estar en casa. No hay pose forzada. Hay disfrute. Hay juego. Hay confianza. Un ejercicio de intimidad frente a cámara que solo es posible cuando el lazo es genuino.

Madre e hijo participaron de un shooting en el que las risas, las cargadas y payasadas se vivieron a flor de piel.

El público ya los vio brillar juntos en la pantalla chica, especialmente de la mano de Marcelo Tinelli, donde ese tándem madre-hijo se volvió rápidamente uno de los favoritos en los realities del Bailando 2019 y el Cantando 2024. Pero esta tapa marca otro momento: es la primera vez que la revista que vio crecer a Florencia y que acompañó su camino artístico y personal retrata también al “nepo baby” que viene construyendo el suyo propio, con el horizonte claro: ser una figura de su generación, pero, sobre todo, ser él mismo.

Porque si algo queda claro después de escucharlos y verlos juntos es que Juan no replica un molde: lo reinventa. Y Flor no dirige: acompaña. Y ahí, en esa forma singular de criar desde la libertad, la escucha y el humor, aparece el corazón de esta nota.

Flor Peña y Juan Otero: una charla de amor, libertad y aprendizajes

No tuve una nena, pero tuve un nene fucsia"

Sobre el recuerdo de su infancia que atesora, Juan Otero señala: "Cuando hacías el programa de tele Tu cara me suena, porque empezaba a entender que eras famosa".

Juan Otero (JO): ¿Cómo fue el día en que nací?

—Florencia Peña (FP): Horrible (Se ríen). Horrible, porque te cuento, mirá: vos naciste a las 8 de la noche, o sea, me tuvieron sin comer desde el día anterior. Se suponía que ibas a nacer antes, sin comer, sin tomar. En un momento ya no podía tomar ni agua, y toda la familia se había juntado en la habitación con comida, catering... Y comían adelante mío esperando que vos nacieras. Entonces, cuando vos naciste me tomó mal la la epidural, y pedía que me durmieran, porque fue por cesárea, y sentía como el ardor de cuando me estaban cortando y le digo a Ronchi, que era mi obstetra, "Dormime". Entonces ya no te vi, cuando me desperté eras un nene fucsia, y me cuentan mis amigos que yo iba en la camilla, media drogada por la anestesia, diciendo: "No tuve una nena, pero tuve un nene fucsia".

—JO: Bueno, digamos que...

—FP: Bueno, no estaba tan desacertada, estuvo bien mi apreciación, pero no, bueno, más que nada ya sabés que te quise dar en adopción y no... (se burla Flor)

—JO: No pudiste, nadie me aceptó (se ríe).

Florencia Peña (FP): ¿Cuál es el recuerdo de tu infancia que más atesorás?

—Juan Otero (JO): Yo creo que cuando hacías el programa de tele Tu cara me suena. Fue el mejor momento creo de mi infancia.

—FP: La Sirenita.

—JO: Cuando hice La Sirenita me encantó. Creo que fue como un momento súper lindo porque como que yo recién empezaba un poco a entender que vos eras famosa, que vos estabas en la tele,

—FP: Tenías 5 años recién cumplidos.

—JO: Iba con el cartel a verte, y la verdad que fue un programa y fue una época como que la viví muy linda.

—FP: ¿Te acordás que cuando hiciste La Sirenita vos habías ensayado sin el pescadito y cuando te pusieron el pescadito no te podías mover?

—JO: Si buscan ese video se van a infartar.

—FP: Es muy hermoso verte como el pescadito te va llevando de costado porque vos no lo habías ensayado con el pescadito. Yo casi muero. Pero bueno, lo importante era que yo saliera bien, que a mí se me viera bien.

JO: Y obvio, amor.

Sobre lo más parecido de Juan Otero a Flor Peña, su madre remarca: "Sos yo potenciado. Sos el hijo más parecido de los tres"

Juan Otero (JO): ¿Cuál es el recuerdo más marcado que tenés conmigo desde que llegué a tu vida?

—(FP): Cuando eras muy chiquito, te tuvimos que internar porque no te entraba el aire. Tenías un añito, un añito y pico, y fue muy fuerte. Como eras muy chiquitito estabas en una cama gigante, todo lleno de cables porque no te entraba el aire. Te llevamos a la guardia, vos siempre tuviste problemas respiratorios cuando eras chiquito, y llegamos con tu papá y el médico dice: "No, pero a este chico no le está entrando el aire y hay que internarlo". Y fue tipo como "¿qué?2. Verte tan chiquito y tan como querer que nunca te pase nada, eso me lo acuerdo perfecto. Y todas tus quebraduras también, como una manera de decirnos que había algo que te estaba doliendo, como algo que no estaba bien. Pero por otro lado también la gracia de verte como atravesar esos momentos de quebraduras. Te habías quebrado toda la pierna y reptabas por la casa, reptabas por la escalera. Nunca te impidieron hacer algo.

—JO: Me quebré las cuatro extremidades. Me acuerdo que cuando me quebré la pierna era un mes de que no podía ni siquiera tocar el piso y no me importó. Toqué el piso, tuve que tener dos meses más el yeso y no paraba, pero yo seguía la vida feliz igual.

—FP: Y eso es algo que yo admiro mucho de vos. Lo admiro profundamente: tu tenacidad. A vos te dicen: "No", y vos decís: "No sé, dejame ver". En eso yo no soy como vos. Yo soy más a la antigua en eso. Ponele, como que me decís que no y bueno, capaz no. Vos sos un atrevido, te merecés el premio al atrevido de la vida.

FP: ¿Qué es lo que más disfrutás conmigo?

—JO: Creo que ir de shopping. Me encanta ir de shopping con vos. Me encanta irme a probar ropa con vos. Me encanta...

—FP: Pero cuando estamos afuera.

—JO: Claro, acá no vamos. Que nos metemos y agarramos todo como si fuésemos millonarios. Yo te ayudo a vos. Vos te agarrás ochocientas prendas, yo me agarro quinientas. Es tan divertido estar ahí, que vos te pruebes todo, que yo me pruebe todo, mirarte, decirte: "Esto te va, esto no te va, esto te hace así, eso te hace asá". Me encanta y me mato de risa y me re divierto.

Tras ser consultado por el momento más difícil que vivió con su mamá, Juan contesta: "Yo creo que la fiesta de 15 que me hiciste. No en un contexto malo, pero fue un montón".

FP: ¿Qué dirías que es lo más difícil de ser hijo de Florencia Peña?

—JO: Esto me lo preguntan todo el tiempo y nunca sé qué responder. Yo creo que la sobreexposición, no tanto para mí, sino como para vos cuando estás con nosotros. Tipo, no sé, estamos en el aeropuerto y ya la gente te empieza a reconocer y vos ya te empezás a poner, okay...

—FP: Contémosle a la gente que soy un poco fóbica, yo.

—JO: Es muy fóbica. Ella ya ve a alguien sacándole una foto. Ella prefiere que te acerques y le hables bien, buena onda, que la saludes, a que la mires de fondo y que saques una foto. Es mucho más incómodo. Lo que me pasa a mí, en un rango mucho menor obvio. En resumen: Yo creo que eso es lo peor porque tal vez se dificulta el compartir con tranquilidad.

FP: ¿Y cuál fue el momento más difícil que viviste conmigo?

—JO: Yo creo que fue la fiesta de 15.

—FP: ¿Más difícil? Lo di todo.

—JO: Pará, vamos a contextualizar. Porque fue demasiado para ambos. Demasiado para los dos. No fue difícil malo como algo negativo, sino que fue difícil.

—FP: Ah, fue un montón, pero hacer una fiesta nunca es fácil. Más si el cumpleañero sos vos.

—JO: Fue picante. Y aparte yo me acuerdo el día que yo hice la lista y yo tenía quinientos invitados de base. Y vos me dijiste, 'pero hijo, vos no podés tener quinientos invitados'.

—FP: No, pero además no es real. Vos sos muy amiguero. Después te vas a dar cuenta que en la vida uno no tiene, son contados con los dedos los amigos de verdad. Después uno tiene muchos conocidos, mucha gente con la que uno puede vivir la vida, pero amigos de verdad, vos sabés quién.

—JO: Pero bueno, también siento que como que las fiestas es como, bueno, que venga todo el mundo.

—FP: Sí, obvio. Pero esa no se podía.

—JO: Por eso digo que fue difícil porque era bueno, ponernos de acuerdo. Pero lo logramos. Fue fiestón.

En una sincera charla con su hijo, Flor Peña asegura: "Hubiera sido como vos, si hubiese tenido una mamá que me haya dicho las cosas que yo te digo".

JO: ¿Qué creés que es lo más parecido que tengo a vos?

—FP: Todo. Es terrible, Sos yo, potenciadísimo.

—JO: Pasado diez pueblos.

—FP: Sí, pasado diez pueblos. Lo que hubiera sido yo si hubiese tenido una mamá como yo. Si mi mamá me hubiera dicho las cosas que yo te digo, yo hubiera sido como vos.

—JO: O tal vez no, tal vez sos quien sos por las cadenas que tuviste y por las cosas que no pudiste hacer,

—FP: Sí, porque no me dejaban ser del todo quien quería ser. Pero tenés mucho de mí. Sos el hijo más parecido a mí de los tres. Tenés ese desparpajo, esa cosa de siempre estar como queriendo alegrarle la vida a los demás. También sos muy sensible, te duelen las cosas, te duelen las injusticias. Somos muy parecidos, somos muy sentimentales. Por otro lado también tenés algo re lindo que es que sos educado. Sos humilde. Yo cuando era chica, mi mamá siempre me decía que la devolución que le daban sobre mí era que yo siempre era muy educada. Yo entraba a los lugares, saludaba a todo el mundo, y vos tenés eso y eso es re lindo. Eso nunca lo pierdas. Pero cuando a mí me dicen: "Qué divino que es Juan". Siempre me dicen: "Es muy amoroso, es muy humilde, es muy respetuoso". Y yo creo que en la vida uno tiene que ser respetuoso de las individualidades.

FP: ¿Qué es lo que más te enorgullece de mí?

—JO: Yo creo que lo artista que sos. Yo creo que eso es lo que más me enorgullece, como verte en las tres disciplinas, desarrollarte bien, verte en el escenario, verte correrte de Florencia Peña y verte ser el personaje. Eso me parece como re loco, tipo, verte hacer de Donna, verte hacer de Pretty Woman, en Cabaret... Como que verte hacer de cada persona y que le imprimas lo tuyo, pero que estás haciendo el personaje. Eso me parece que es lo más lindo que tenés, lo gran artista que sos.

—FP: A mí me encanta cuando me venís a verme al teatro.

—JO: Soy tu fans (risas).

Tu libertad es algo que me interpeló desde que naciste y me asombra que no tiene límites"

Flor peña y Juan Otero, súper cariñosos, durante la producción con GENTE.

JO: ¿Cuándo fue que te diste cuenta de mi orientación sexual?

—FP: Cuando naciste. Fucsia. Y ahí me di cuenta que algo estaba mal (se ríen). Pensá que vos jugabas con mis tacos. Yo llegaba a casa y vos estabas con los tacos y cinco nenas que te seguían. Siempre fuiste la reina vos.

—JO: Yo era la reina.

—FP: Eras reina madre y reina hija. Era re divertido verte cuando te ibas con las carteras a la escuela o cuando te ibas con las pulseras y los anillos... y yo te decía: 'Bueno, Juan, pero no tenés que ostentarle a todo el mundo. Podés ser quien sos sin tener que llamar tanto la atención'. El día que te fuiste vestido de conejito. Que en realidad no era conejito, era conejita. Que es peor (risas). No, bueno, pero más allá de la risa, a mí, vos sabés que tu libertad es algo que a mí me interpeló desde que naciste y siempre fuiste muy libre. Y me ayudaste y me empujaste a que yo entendiera tu libertad siempre. O sea, te banco a muerte, ya lo sabés. Pero la verdad es que me sigue asombrando tu libertad. No tiene límites.

—JO: No, yo creo que aparte que de chico ni siquiera me daba cuenta de las cosas que hacía. Yo me iba con una cartera y yo no lo tomaba como algo anormal o como algo distinto. Yo lo tomaba como que era parte de mí.

—FP: Al que le parecía bárbaro era a tu papá.

—JO: Sí, muy contento con el asunto (risas).

—FP: 'A vos te parece que tiene que ir con carteras', me decía, y yo contestaba: 'Dejalo ser, dejalo ser'.

Sobre los prejuicios o miedos de ser gay en su familia, Juan contesta: "Nunca sentí que estaba en una familia en la que yo me tenía que sentar a decir las cosas que me pasaban. Simplemente era yo".

JO: ¿Hubo alguna charla o situación especial que sentís que nos unió más en este camino de aceptación?

—FP: Yo creo que a nosotros nos une mucho el arte. Creo que el hecho de que a vos te guste el arte y que te sientas cercano a eso, y que de alguna manera yo sea un poco inspiración, eso siento que nos acercó mucho. El humor nos acerca mucho, nos reímos mucho. Vos te reís mucho de mí, yo me río de vos. Vos te reís de vos, yo me río de mí. El humor y el arte siento que es como lo que más nos acerca. Cuando hicimos el Cantando, me lo llevo en el corazón, para mí fue una experiencia muy hermosa de madre e hijo, de verte crecer, de verte evolucionar, de ver que que también te podías reír cuando fallabas. También creo que el que yo siempre haya sido como un motor para tu libertad, también nos acerca mucho, y que vos me cuentes y que tengamos una relación de madre-amigos también, donde podemos hablar de todo y donde sabés que yo te voy a bancar siempre y te voy a decir la verdad, pero te voy a bancar. Me parece que que yo sea tan genial nos une, porque todo lo que estabas diciendo llevaba a darme cuenta de que soy genial, ¿o no? Porque al final del remate era ese. ¡Qué genial! (se ríe).

—JO: Claro, sos la mejor mamá del mundo (se ríen).

—FP: O sea, faltaba eso. Si no lo decías vos, lo tenía que decir yo (continúan las risas).

Sobre qué los une, Flor Peña remarca: "Nos une mucho el arte y nuestro humor".

FP: ¿tuviste miedo en algún momento de decirme que te gustaban los chicos?

—JO: Nunca. Igual como que nunca me senté y te lo dije como explícitamente. Porque nunca sentí que estaba en una familia en la que yo me tenía que sentar a decir las cosas que me pasaban. Como que siempre fue como, okay, sí, estoy saliendo con alguien. No importa quién sea, que sea de lo que sea, como si es un monstruo, lo que sea, no importa, sabía que lo ibas a aceptar igual. Entonces como que nunca me molesté ni me puse a pensar en lo que vos podías haber llegado a pensar si yo estaba con... porque tampoco me hubiese importaba, la verdad.

—FP: No, obvio. Y me parece que eso es lo más lindo que tenés.

—JO: Ponele que a papá le hubiese costado, que no le costó, pero me hubiese chupado un huevo, porque hubiese entendido que los procesos son de cada uno y que yo no tengo la culpa de lo que le esté pasando al otro. A veces hay cosas que el otro tiene de su crianza, de su vida, que las transporta a las situaciones del día a día y que yo no me puedo hacer cargo de eso tampoco. Así que nada, yo siempre me preparé con pura tranquilidad.

—FP: Sí, yo creo que las estructuras personales de los padres, yo en este caso, siendo tu mamá, digo, nos pertenece y nos las tenemos que llevar a trabajar a otro lado. Yo no puedo cargarte a vos con cosas que tienen que ver con mi historia personal. Lo que tengo que hacer como mamá es acompañarte en tu proceso y casi descubrirlo con vos. Yo siempre digo, cuando yo era chica, mi mamá y mi papá me decían: 'Yo sé lo que es bueno para vos'. Y yo esa frase me parecía rarísima, porque ¿cómo vas a saber lo que es bueno para mí si la única que va a saber lo que es bueno para mí soy yo? En todo caso, vos creés que sabés lo que es mejor para mí.

-JO: Entonces...

-FP: Entonces, yo siento como que yo no sé lo que es bueno para mí, lo digo Florencia Peña, porque estoy en la búsqueda constante. ¡Mirá si voy a saber lo que es bueno para vos! En todo caso, te voy a acompañar a que vos lo descubras, y va a ser hermoso que descubramos juntos hacia dónde vas a ir. Que te lo vuelvo a repetir y acordate de esta entrevista: van a ser mil caminos. Porque un camino que creas que estás tomando, ese bifurca, que iba a otro, y ese otro va a llevarte... y porque te conozco mucho y porque te parecés mucho a mí, vos siempre vas a ser curioso y siempre vas a ir en busca de un montón de cosas, porque hay un montón de cosas que a vos te hacen feliz y te llenan. No hay un solo camino. Vos sos comunicador, vos querés ser artista, te gusta la moda. Digo, hay tantas cosas que te pueden pasar que eso es lo más divertido, y creo que eso es algo que vos tenés que reconocerte como algo muy bueno de vos, ¿no? Como no hay nada que te encasille. A mí nada me encasilla tampoco. Nada te define.

-JO: Claro.

-FP: No podemos decir: "Juan Otero es cantante". Capaz seas cantante y actor e influencer y modelo y diseñador y qué sé yo, tantas cosas que te puedan pasar. Y creo que como sos valiente, más allá de los miedos que puedas tener, y tenés una familia que te impulsa a ser valiente, creo que vas a poder atravesar y transitar todos los caminos que elijas. Y eso está re bueno.

En su entrevista cruzada con su hijo Juan, Florencia Peña señala que ella prefiere una crianza de acompañamiento.

JO: ¿Te da miedo que alguien me rompa el corazón?

—FP: Sí, obvio. Pero no lo voy a poder evitar. Voy a ser tu pañuelo cuando llores. No, no puedo evitar que te lastimen, porque eso es parte de la vida. Lo que puedo hacer es ayudarte a que lo entiendas, ayudarte a que lo superes, pero siempre te voy a decir: 'Viví intensamente'. Nunca te voy a decir no hagas por miedo a que te dañen. No, loco. Viví.

—JO: Obvio, mejor chocarse contra una pared y darse cuenta que...

—FP: Los dolores te hacen más fuerte, los dolores te hacen callo, los dolores te dan la posibilidad de ser alguien que se banca las tempestades. No es menor eso. Digo, yo sé, porque sos mi hijo, que vos sos muy frágil, pero sos fuerte. O sea, vos te permitís ser frágil, pero le ponés inmediatamente la fortaleza por delante. Pero eso no quiere decir que las cosas no te hieran, no las sientas profundamente. Pero dale para adelante, nene, viví. O sea, sí, te vas a caer y te va a doler mil veces y mil veces estaremos todos los que te amamos ahí para ayudarte y levantarte, como han estado para mí muchos de los que me han ayudado a salir de de mis grandes dolores.

Sobre el día que Juan le contó que tenía novio, Flor Peña recuerda: "Pensé que quiero que sea feliz y que no lo lastimen".

JO: ¿Qué pasó por tu mente cuando te presenté por primera vez un novio?

—FP: Ay, quiero que sea feliz, que no lo lastimen, que lo quieran bien, porque yo sé tu capacidad de amar. Vos tenés una capacidad como yo. Nosotros somos muy unidores.

—JO: Pasionales.

—FP: Eso que vos tenés con tu novio, con Mateo, y que también lo tenés con nosotros. Como mamá quiero que seas feliz, lo primero que quiero en todo lo que te pasa en la vida, pero como quiero que te quieran bien, que si vas a tener dolores no sea porque el otro fue un sorete con vos, sino porque bueno, es la vida.

—JO: Yo me acuerdo el día que te conté que estaba saliendo con Mateo. Hiciste: "Ah". Te pusiste re contenta.

—FP: Sí, porque también sabía que era una relación que iba y venía, como que cuando decidiste decir: "Bueno, dale, me la juego, me voy a poner de novio", que eso es algo también, que eso sí somos como todos muy parecidos, somos todos muy novieros. Yo desde chica me ponía de novia y me ponía de novia, como todo lo hacía con mi novio.

—JO: Re. Pero igual al mismo tiempo, la otra vez hablaba mucho con la psicóloga esto de que yo si bien me crié con ustedes dos como padres, también me crié mucho solo por sus laburos y por los horarios, y como que tal vez me cuesta pensar en estar en pareja. Porque por mis individualidades con las que encaro mi vida. Yo soy muy independiente desde que soy chico por por las cosas de la vida, por cómo se ha cedido todo. Entonces, tal vez estar al lado de una persona y priorizar más a la otra persona, a mí me costaba un montón al principio, porque era como, okay, no soy solamente yo, es la otra persona, no soy solamente yo el que recibe atención, sino también es otra persona a la que le tengo que dar atención. Yo creo que ese fue como el mayor laburo que tuve para para ponerme novio.

Sobre los errores de su hijo en el medio o la vida, Flor Peña aplaude que los tenga y que su hijo aprenda de ellos.

JO: ¿Qué fue lo primero que pensaste cuando me volví tendencia por mi supuesta toxicidad?

FP: ¡Ay, lo van a matar y después me van a matar a mí! (se ríen). No, te banco. Primero, equivocarse es parte del asunto. Si uno no se equivoca, no aprende. A lo cual siempre te voy a decir lo mismo. Siempre te voy a decir: 'cuidate, pero hacé tu camino'. Digamos, yo voy a estar ahí para ser tu espalda, pero te banco. Te banco en el sentido de que creo que tenés que poder equivocarte al expresar algo que no es erróneo. Vos fuiste honesto. No está bueno ser tóxico, eso ya lo hablamos. Quizás lo que le pasa es que el mundo es tan hipócrita que nadie puede decir realmente las cosas malas que le suceden, porque tenés 16 años, vas a cambiar mil veces. Mil veces vas a ser otro. No vas a ser el mismo a mi edad que ahora, y te van a pasar muchas cosas.

-JO: Claro...

-FP: Entonces, creo que tengo la certeza, primero porque ya estás trabajando con vos, el hecho de que estés en terapia también te ayuda, de que vas a modificar y cambiar para bien muchas cosas. Entonces, creo que que lo hayas podido decir y que haya sentido la vuelta de eso también te hizo dar cuenta 'Che, ser tóxico no sé si está tan bueno", y quizás tenés que trabajar más sobre eso, pero te banco que puedas decir honestamente quién sos, mientras no le hagas daño a nadie. Vos dijiste algo de vos. Distinto es cuando alguien sale y dice: 'No, fulanito es una mierda'. Vos no hacés eso. Así que te banco a muerte. Después, sí, siempre te digo tenés que cuidarte porque el afuera se vuelve hostil, ya lo sabemos vos y yo mucho, pero sabés que yo voy a ser tu primera defensora siempre y te voy a abrazar siempre que sienta que hay una injusticia que te está pasando. Así que te banco.

Sobre lo que más valora de su mamá, Juan destaca: "Lograr ponerte en lugares en los que nunca te pusiste para entenderme y lograr comprenderme".

FP: ¿Alguna vez te sentiste incomprendido, juzgado por mí?

—JO: Nunca. Jamás. Porque es lo que decía hace un rato: tampoco pretendo que los demás entiendan lo que me pasa todo el tiempo. Entonces, jamás me pondría como una etiqueta decir, bueno, si el otro no me entiende es un forro porque no... Tal vez no me entiende porque nunca le pasó lo que me pasó a mí y le es difícil ponerse en el lugar de lo que me está pasando a mí. Yo creo que tu mayor trabajo y tu mayor logro conmigo fue lograr ponerte en lugares en los que nunca te pusiste para entenderme y lograr comprenderme. Yo creo que eso es lo más valioso que has tenido como madre, que es lo que más valoro yo, porque es como, bueno, tal vez de las miles de cosas que me pasaron, tal vez tres te pasaron a vos, pero las otras novecientas estuviste ahí como poniéndote esa camiseta para poder entender y saber qué me pasaba.

—FP: ¡Ay, qué lindo eso!

FP: Si pudieras decirme algo que todavía no me hayas dicho, sobre algún sueño, algún miedo, alguna gratitud, algo, ¿qué sería?

—JO: Ay, no sé. Yo creo que te digo todo igual, nos decimos todo. No sé, yo creo que nada, porque tampoco sé exactamente qué es lo que quiero. Como que no es algo que yo digo, quiero esto y me pongo esto. O sea, sí me pongo metas y me pongo cosas que quiero lograr, pero no me voy tan al futuro. Como que dejo que las cosas pasen y sucedan y cada vez que tengo algo para decirte o contarte, te lo voy a decir. Cada cada sueño que tengo te lo digo y te lo cuento. O sea, vos me decís: 'Tengo este viaje'. Yo te digo: 'Sí, me viajé de mi sueño, me muero por ir ahí'. O tengo esto: 'Ay, me muero por ir a esos lugares'. Nos pasa mucho cuando me decís: 'Che, conseguí para ir a este lugar'. '¿Qué? Vamos'. Como que nos suele pasar eso, pero somos muy como del ahora, del aquí y ahora.

—FP: Eso creo que es importantísimo porque la vida es hoy, ni atrás ni adelante. La vida es aquí y ahora.

Flor Peña sobre lo que más la enorgullece de Juan: "Además de tu libertad, tu corazón".

JO: Cerremos la entrevista diciéndome lo que más te enorgullece de mí (risas)

—FP: Todo. Tu libertad, ya sabés. Pero tu libertad me enorgullece. Pero más me enorgullece tu corazón, o sea, cómo te relacionas con los demás. Sé lo hermoso amigo que sos. Sé cuán fiel sos a la gente a la que amás, sé cuánto das por los demás, sé que sos alguien que siempre está tratando de que los otros estén bien. Tu cabeza es hermosa y sos muy inteligente, pero no solamente porque has sido abanderado. Sos inteligente porque lo aplicás a la vida, a vivir, a ser mejor. El hecho de que me hayas dicho: "Ma, quiero ir a terapia". Habla de que sos alguien que querés evolucionar, de que querés aprender, de que querés mejorar, ver aquellas cosas que sentís que no están buenas y cambiarlas. Estoy profundamente orgullosa de vos. Estoy profundamente orgullosa de cómo compartimos vos y yo la vida. Yo siempre digo que yo no soy la misma mamá para mis tres hijos. Con vos tengo una relación muy especial, lo sabés. Y de verdad auguro que podamos compartir muchísimas cosas, porque sé que vos y yo la vamos a pasar siempre bien donde estemos. Te amo mucho.

—JO: Yo también te amo.

Fotos: Chris Beliera

Producción y Dirección Creativa: Sebastián Vaca Mur

Estilismo: Lucila Subiza (@lucilasubiza)

Maquilló y peinó: Nano Maldonado

Filmmaker: Ramiro Palais y Candela Petech

Diseño de tapa: Darío Alvarellos

Retoque: Gustavo Ramirez

Florencia usó: Pucheta Paz; Vero de la Canal; Vestuario Pandora; Jess Camelino; Zapatos Lali Ramirez; Accesorios Divinos Abalarios

Juan usó: EUGOV; Pucheta Paz; Vestuario Pandora; Vero de la Canal; Converse; Accesorios Divinos Abalarios

Agradecemos por el catering: Al Diablo Café (@aldiablo.coffeeroasters) coordinado by NETT AGENCY (@nettagency)



 
 

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