Este fin de semana, con motivo de la visita de Estado del presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, y la primera dama Brigitte, la princesa Charlène de Mónaco sorprendió con un radical cambio de actitud, la cual muchas veces suele ser tildada de “fría”.
Cabe mencionar que la visita del mandatario francés rompió la racha de cuatro legislaturas que sus predecesores habían ido sumando sin poner un solo pie en el país vecino y con el que comparten lengua oficial.
De hecho, se dice que por esa razón la familia Grimaldi estaba especialmente “ilusionada” con la visita, lo cual llevó a Charlène a redoblar esfuerzos en crear una buena impresión y, de esta manera, afianzar unos lazos que llevaban años debilitándose.
Por qué llamó tanto la atención el cambio de actitud de Charlène de Mónaco
La actitud distante de Charlène de Mónaco es algo que solía caracterizarla en el pasado, incluso, por ello, la royal llegó a ser apodada “la princesa triste”.
Bajo ese marco, la esposa del príncipe soberano Alberto II destacó por su calidez e incluso sacó a relucir su lado más maternal, siendo acompañada en los actos por sus dos hijos mellizos: Jacques y Gabriella.

La "princesa triste" incluso se prestó para dar un paseo privado en los jardines del Palacio Princier, al lado de la primera dama francesa Brigitte Macron, en el cual también participaron el príncipe heredero Jacques y la princesa Gabriella, quienes aportaron una presencia relajada y animada a este momento de intercambio.
Las mejores fotos de la visita de Emmanuel y Brigitte Macron en Mónaco: con un Alberto y Charlène de Mónaco como anfitriones de lujo
























Fotos: Fotonoticias