El desfile de las Fuerzas Armadas de ayer, sábado 7 de junio, sacó a relucir a la Reina Letizia Ortiz (52) en su versión más sofisticada: un vestido blanco en "línea A" firmado por Carolina Herrera, con cuello redondo, mangas cortas y falda midi evasé, salpicado por bordados florales en celeste pastel.
Las expertas en estilo no tardaron en señalar su acertadísima “elegancia neoromántica” pero también un detalle nunca menor: se trata de una pieza que había lucido en 2022 para recibir en el Palacio Real de Madrid al jeque de Catar, demostrando su doble astucia. No solo para reciclar sino para captar los flashes con consciencia.

La pieza, ideal para servir sobriedad y protocolo ante un acto militar, la complementó con los accesorios perfectos. La royal optó por unas sandalias Boss con tiras blancas y “sensato” tacón medio (recordemos que padece neuroma de Morton en su pie izquierdo y metatarsalgia crónica –inflamación en los metatarsos– en ambos pies), un clutch de Magrit en azul claro y pendientes de topacio luz, también conocido como “diamante sajón”, que se caracteriza por ser traslúcido.

La española Asun Domínguez, experta en moldería que suele ser invitada a estudiar el estilo de la reina consorte, dijo: “Una silueta no apta para todos, pero perfecta para ella. Sobrio, femenino y romántico, el estilo Letizia en su máxima expresión”.
Por su parte, al analizar su última lección de moda, Vogue España destacó que haya priorizado "la comodidad a la hora de elegir el calzado” y “haya rescatado uno de sus mejores estilismos”. Tal como aseguraron, “esas son dos de las claves en las que se sustenta el estilo de la reina Letizia”.

De la pulcritud real a la cazadora sahariana en La Palma
Horas antes de su impoluto look, en La Palma, Letizia había recurrido a su clásica chaqueta de estilo safari en color verde oliva: exactamente la misma que tiene en su closet hace más de siete años y que lució en 2018 cuando fue fotografiada llevando a sus hijas al colegio.
Para su look súper casual, combinó la chaqueta con una simple t’shirt, pantalones y zapatillas blancas. Claro que la elección de su estilismo estuvo alineado con el mensaje que llevaba: junto a su marido, el rey Felipe VI se reunieron con los damnificados por el volcán Cumbre Vieja.

La cercanía con la gente es todo un gesto que, como era de esperarse, fue celebrado por la prensa española: "Letizia triunfa con su cazadora sahariana, todo un acierto”. Las expertas reales también destacaron “su fe inquebrantable por la sostenibilidad” y su sentido de la moda slowfashion al inclinarse por esa prenda recurrente que “rompe la barrera real”.

Al repetir piezas, mezclar grandes firmas con básicos y surfear su faceta diplomática con la de ciudadana y madre, Letizia se planta con la idea de lucir diseños con inteligencia y propósito. No sólo es una reina icónica. Y eso tampoco está librado al azar.
La elección de que su vestuario refleje autenticidad y empatía tiene una estratega discreta y que se mantiene en la sombra. La construcción de esa elegancia sostenible con cuota de realismo pero sin darle la espaldas a las tendencias es obra de su estilista personal, Eva Fernández.

¿Quién es Eva Fernández, la que toma decisiones con estrategia consciente y rompió las reglas del protocolo?
Según los expertos en realeza, “pocas figuras han transformado el guardarropa de una reina con tanta precisión, estrategia y rebeldía silenciosa como Eva Fernández”.
A sus 41 años, esta estilista nacida en León no sólo dirige la imagen pública de la reina desde hace diez años: es, en muchos sentidos, la arquitecta de una narrativa visual que se concentró en entender el poder político de una silueta, el mensaje detrás de un zapato cómodo y que repetir un vestido tiene más potencia que estrenar porque sí ítems de deseo.

Formada en Publicidad en la Universidad San Pablo CEU y con estudios posteriores en Diseño de Moda en IADE (Institución Artística de Enseñanza), Eva Fernández aterrizó en el universo royal en 2015 y enamoró a la Zarzuela con su estilo discreto y quirúrgica estrategia a la hora de diseñar una marca personal que exige versatilidad y cintura política.
Mezcla lujo silencioso con básicos funcionales, es la responsable de repetir prendas icónicas y pondera a los diseñadores españoles emergentes. Apuesta por firmas nacionales como Massimo Dutti, Pedro del Hierro o Adolfo Domínguez, pero no le tiembla el pulso al elegir un look de Hugo Boss o Carolina Herrera cuando hace falta imponer autoridad o sofisticación global.

Eva Fernández no se muestra en eventos de moda y “no quiere que le regalen nada ni tener un trato especial”. En 2015, conoció a la reina en un showroom y cuentan que tuvieron conexión inmediata. Letizia, que cada vez tenía más visibilidad, le dijo que estaba buscando a alguien que la asesorara con la imagen. Apenas aceptó el cargo, la por entonces periodista cerró sus redes sociales. Súper cómplice con Letizia, la prensa española resalta que alguna que otra vez hasta hicieron compras juntas y que comparten “gustos musicales y aficiones como el deporte”.
Fotos: Fotonoticias y redes sociales