A dos días de la tragedia en Villa Devoto, se conoció el último parte médico de Milo De Nastchokine, el bebé de un año y medio que fue el único sobreviviente del escape de monóxido de carbono que causó la muerte de toda su familia.
Según informaron fuentes del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, donde permanece internado, Milo “está evolucionando favorablemente”.
El niño sufrió una “intoxicación grave con monóxido de carbono” y continúa con monitoreo continuo estricto en la Unidad de Cuidados Intensivos Infantil. Actualmente, está con una cánula de alto flujo como soporte ventilatorio, pero “sin requerimiento de drogas inotrópicas y vasopresoras”, lo que indica que no necesita asistencia para sostener su presión arterial ni su ritmo cardíaco.

El martes, los bomberos encontraron a Milo consciente en una habitación contigua a la de sus padres, Andrés De Nastchokine (43) y Marie Lanane (42), su hermana Elisa (4) y sus abuelos, Demetrio De Nastchokine (79) y Graciela Just (75), quienes murieron por intoxicación con monóxido de carbono. Fue hallado con niveles elevados de carboxihemoglobina en sangre, un claro indicador de exposición al gas.
Primero, el bebé fue trasladado de urgencia al Hospital Zubizarreta y luego derivado al Hospital de Niños para un seguimiento más especializado. Allí, los médicos continúan evaluando su evolución respiratoria y neurológica, debido a las secuelas que la intoxicación por monóxido de carbono puede dejar en el sistema nervioso.
Qué fue lo que pasó en Villa Devoto
El hecho ocurrió en una casa de la calle Sanabria al 3700, en Villa Devoto. Según las pericias, la intoxicación se produjo por una combinación de fallas: la caldera de la vivienda tenía filtraciones y su evacuación de gases era deficiente, sumado a que las rejillas de ventilación estaban tapadas con cinta adhesiva, lo que impidió la correcta circulación de aire.

“El escape de monóxido generó concentraciones peligrosas dentro de la cocina, que no fueron evacuadas correctamente. Los gases se filtraron por los intersticios del cielorraso y el piso flotante, acumulándose en los pisos superiores”, detalla el informe preliminar.
Además, en las últimas horas, los peritos encontraron un papel pegado en la caldera con presupuestos para repararla, donde figuraban cifras de “$1.200.000″ y “$600.000”. Este dato sugiere que la familia estaba evaluando arreglarla antes de la tragedia.
Mientras tanto, Milo sigue internado con seguimiento constante. La Justicia, en paralelo, definirá en los próximos días quién quedará a cargo de su cuidado, tras haber perdido a toda su familia en un episodio que conmocionó al país.