En la última semana, los programas de espectáculos se vieron obligados por la coyuntura a hablar de la salud de los famosos. Con Silvina Luna internada desde hace más de un mes, a la invasión a la privacidad que sufrió Wanda Nara a la hora de afrontar su diagnóstico: ¿por qué sube el rating cuando se habla de la salud de un famoso?
Mariana Lestelle, médica (M.P 81598), dialogó con GENTE para intentar comprender este fenómeno, que cada día acapara más tanto el interés del público como de los que están pendientes de las métricas de un programa.
"A toda la sociedad le interesa el tema de salud. Si vos te fijás, hay una gran cantidad de ficciones con temas médicos, sobre todo norteamericanas", marcó, justo antes de empezar a desarmar su relato sobre la situación.
"Cuando en los programas de televisión se tocan temas de salud, sin hablar de nadie en particular, mide. Es porque la gente se siente identificada con lo que vos estás haciendo", señaló.
Sin embargo, explicó cuál es su trabajo como médica a la hora de pararse frente a un micrófono para hablar de supuestos diagnósticos, sin hablar de nombre propios ni quebrar la Ley General de Salud Argentina, que resguarda la privacidad del paciente.
"Como médico, lo que vos estás tratando de hacer es ayudar a hacer medicina preventiva porque si te limitás a un diagnóstico no le es de utilidad a la persona que está del otro lado de la pantalla", remarcó, sin dejar de lado su vocación de servicio.
Mariana aseguró que el interés periodístico y social por una figura pública, se retroalimenta todo el tiempo. "La situación puede llevar a que algunos se precipiten haciendo especulaciones sin parte médico oficial, sin que hable el protagonista o alguno de sus familiares directos", destacó.
"Yo hago de traductora cuando aparezco en un medio de comunicación, de traducir en palabras sencillas lo que dice un parte médico, sin nunca quitar la esperanza de nada, marcando la situación real que yo entiendo con mis 30 años de médica", aseguró sobre su rol.
Y detalló que lo hace con el objetivo de llegar al que está sentado del otro lado del televisor: "A lo mejor, es la única clase de medicina preventiva que tiene, porque el Estado no hace campañas de prevención".
En el caso de Wanda, Jorge Lanata violó la privacidad de la mediática en su afán por tener la primicia. Y, según confirmó la conductora de MasterChef, terminó revelando un diagnóstico que no solo ella no tenía en mano sino que sus hijos desconocían.
"Me parece importante marcar la importancia de lo que es el proceso de diagnóstico, de cómo se acompaña al paciente, a la familia. No es que uno se sienta y le larga la bomba al paciente. No es así bajo ningún punto de vista. Se le dice la verdad, pero con suavidad. Y con elementos para dar ese diagnóstico. La formación como médico incluye saber comunicar malas noticias", explicó Lestelle.
Y sumó: "Con cada paciente, hacemos un trabajo interdisciplinario, hablamos médicos de todas las especialidades. Y tenés que ver cómo está el paciente, cómo va a recibir la noticia de lo que le está pasando, avisarle a la familia del paciente que cuando venga a buscar los resultados y charle con el oncólogo venga con alguien de su red de contención, todo eso vos lo tenés que ir trabajando previamente hasta que lográs darle el diagnóstico preciso".
Además de todas estas cuestiones que un profesional debería tener en cuenta a la hora de comunicar, hasta el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) se manifestó en contra de cómo fue el manejo que hizo Lanata al aire.
¿Cuál es el límite de la privacidad?
Desde el punto de vista psicológico, la licenciada Elvecia Trigo (M.N 5442) reflexionó sobre los límites de lo mediático a la hora de dar una primicia respecto a la salud ajena.
"Definitivamente se han corrido los límites y tampoco hay claridad en cuanto a la ética que usan los periodistas, porque insisto en que la televisión es como una gran vidriera, donde todo se dice sin ningún tipo de freno", analizó.
La psicóloga planteó: "Hay una mecánica y un engranaje, y es ahí donde se estimula la ruptura de los 'diques', ese que llamamos morbo. El 'dique' es aquello que nos protege de, por ejemplo, no ser asesinos, no mostrar una sexualidad de un modo tan abierto, etc. El aparato psíquico tiene que graduar entre estas instancias: la que quiere puro placer y la que le dice que pare".
Es por eso que Trigo señaló que "no podés denigrar a una persona en público o meterte con sus fibras más íntimas, porque el shock que cabalga entre estas dos instancias es ni más ni menos que el equilibrio del aparato psíquico".
"Yo creo que no hay límite, no hay código, porque dicen 'con los chicos no, con la salud no'... y bueno, lo dicen pero algunos no lo pueden llegar a cumplir. Y ahí están involucradas muchas personas dentro de los distintos medios: no pongo a todos en la misma bolsa, pero todo vale con tal de tener un punto de rating", dijo Elvecia.
Adicciones: Qué pasa cuando el famoso es el reflejo de uno mismo o de alguien de tu entorno
Según recapitula Mariana Lestelle, médica (M.P 81598), en esta charla con GENTE, parte del interés mediático y popular surge en sentirse reflejado o identificado con quien vemos en pantalla.
"En el tema adicciones, sea Chano, L-Gante o el que fuera, la gente se engancha porque siempre hay alguien que tiene un problema de adicción en la familia o en el núcleo de amigos", remarcó, también dando cuenta de cómo ciertos problemas permanecen bajo la alfombra del entorno hasta que logran focalizar en el reflejo que ofrece la televisión en sus contenidos.
Es por eso que la médica hace hincapié en el impacto que puede llegar a tener la medicina preventiva y la responsabilidad a la hora de comunicar. "Cuando hablas de cualquier tipo de patología, alguien en el público, del otro lado, ha pasado por esa transición. A alguien de la familia también le pasó", planteó con empatía.
"El tema es utilizar eso que le está pasando a la figura pública, a la que la gente le tiene cariño, para dar un mensaje preventivo a la sociedad. Y no dar la información por simplemente tener un título y la primicia. Es poco ético", sentenció sin dar nombres propios.
Elvecia Trigo, Licenciada en Psicología (M.N 5442), también reflexionó sobre esta parte de la esencia de cada uno: "Creo que el morbo siempre ha existido y seguirá existiendo porque forma parte de la naturaleza humana".
