Pasó una semana desde que el fuego comenzó a tomar lugar en el sur de Argentina. Según medios locales, la zona de Mallín Ahogado, a 15 kilómetros de El Bolsón, ha sido una de las más afectadas. Para la fecha, el fuego ha arrasado más de 2800 hectáreas, además destruir al menos 70 viviendas y 800 turistas tuvieron que ser evacuados de refugios en medio de las montañas.
Los bomberos trabajan arduamente para tratar de controlar el incendio que ha dejado imágenes devastadoras y las autoridades avanzan en las investigaciones. En simultáneo, la comunidad pide a gritos que la mirada de todos se ponga sobre ellos en un momento como éste, y los relatos son uno más fuerte que el otro.
Natalia Mancinelli y David Puccio conforman una de esas familias que lo perdió todo tras ser alcanzadas por las llamas. La pareja, oriunda de Buenos Aires, tienen tres niños chicos de 12, 6 y 2 años y viven en la zona de Mallín Ahogado desde hace 12 años.
Esta vez sufrieron en primera persona la escena más dolorosa: ver cómo el fuego consumió cada espacio de su casa y sólo quedaron cenizas. "La pérdida de la casa fue total... Pudimos tener una comunicación muy escasa con ellos, porque se quemaron todos los cables, no hay señal ni internet", relata Rocío, la hermana de Natalia en charla con GENTE.

La joven inició una campaña en sus redes sociales para ayudar a su hermana y su cuñado a levantarse de este duro momento. No sólo pide donaciones, también la difusión de lo que está ocurriendo en El Bolsón. "Los incendios forestales toman todo muy rápido, así que recibieron la alerta de evacuación. Pudieron juntar un poco de ropa de los chicos y de ellos y se tuvieron que ir a casa de unos amigos donde están acampando en una carpa", explica.
Y sigue relatando: "El incendio fue el sábado a la noche... Mi cuñado intentaba ir seguido a su casa para ver que todo estuviera bien, pero cuando volvió el domingo ya no había nada. Literalmente nada. Todo quedó en cenizas".
La peor noticia en medio de los incendios
Fue a través de WhatsApp que el resto de la familia se enteró de lo que les había ocurrido: "El domingo a la mañana le llegó a mi mamá un audio de mi cuñado donde nos contaba que había ido a su casa y que habían perdido todo. La verdad que nos partió al medio porque él es una persona que no demuestra mucho sus sentimientos y nos decía que estaba ahí parado entre todas las cenizas y que no sabía qué hacer".
Más adelante, Rocío mencionó que, en el audio, su cuñado les confesó "que no sabía por dónde empezar, que no sabía cómo le iba a contar a mi hermana y a los nenes que estaban evacuados y se quebró". "Es la primera vez que lo escuchamos llorar y nos destrozó", precisó.
A la distancia, la pareja está tratando de contener a la pareja que busca solucionar la situación con lo que tienen a mano.
"Esa mañana lloramos mucho y hasta el día de hoy... Sabemos el esfuerzo que hay detrás, el amor que había en esa casa donde fueron creciendo mis sobrinos. Te sentís un poco aliviado de saber que están sanos y no les pasó nada a ellos, pero también causa dolor todo lo pérdido y tener que empezar de nuevo", remarca.
Y cierra: "Ahora no tienen nada, se quedaron con la ropa puesta. Y nos llena un poco de impotencia no tener tampoco los recursos para decirles: 'Tomá, yo te ayudo'. Es duro como familia no poder hacer más".
La historia de Natalia y David en el Sur y la trágica muerte de uno de los vecinos más queridos: el señor Reyes
Natalia Mancinelli y David Puccio eran vecinos de Ángel Reyes, quien falleció el sábado por la noche tras sufrir un paro cardíaco causado por la inhalación de humo.
"Era un señor que vivía en la chacra de al lado, así que lo conocíamos. Lamentablemente murió y es una situación muy triste porque están todos desamparados, están todos a la deriva. No hay tampoco mucha ayuda ni visibilidad de lo que está ocurriendo", explican.

Además, la mamá de Natalia recuerda sobre el señor Reyes que "era muy campechano, siempre estaba vestido de gaucho y era muy amable con todo el mundo".
"Vivió toda su vida en esa zona y tenía 78 años. Siempre venía a la casa de mi hija porque tenía árboles frutales y él venía con una bolsita de sus dulces cerezas, frambuesas y todo lo que tenía. Juntaba todo le repartía a todos sus vecinos", destaca.
Además, recuerda: "Era común verlo colgado en los árboles, cuando nos enteramos de que falleció sentimos mucha tristeza, lloramos mucho, porque la verdad que no se merecía lo que pasó. Él había ido a darle de comer a sus animales y lo abrazó al fuego, no pudo salir, la verdad que no pudo salir".

Sobre la vida de la pareja en el Sur, cuentan: "Ellos tienen una visión de vida mucho más natural, mucho más conectada con la tierra, mucho más simple, entonces eso es lo que buscaban para la crianza de sus hijos. Viviendo en El Bolsón consiguieron ser caseros de una casa, mi cuñado aprendió a construir y se les dio la oportunidad de comprar un pedacito de ese terreno de donde eran cuidadores así que estaban pagando su pedazo de tierra y construyendo su casa de a poco. Tenían casa con huerta y gallinas, pero el fuego acabó con todo".
Número de contacto para quienes deseen ayudar a esta familia: 11-5632-4825