En una reciente entrevista con Revista GENTE, en la que Adrián Pallares habló de su regreso a la conducción de Intrusos junto a su socio televisivo Rodrigo Lussich, y de la interna que eso desencadenó con Flor de la V, con quien se mostró muy picante en la nota, el periodista frena y toma aire para hablar de su familia: "Mis hijas me pueden", reconoce, con la voz temblorosa.
Así, el conductor que es padre de tres, Mia, Sol y Ema, se abrió como nunca antes y recordó aquellos años previos a la paternidad, en los que creía que no iba a ser papá: "Durante 14 años mis sobrinos fueron como hijos para mí".
Y explicó: "Yo pensé que no iba a ser padre. Cuando mi hermano, que es más chico que yo, tuvo a mi sobrino a los 20, yo pensé que él iba a ser lo más cercano a un hijo que iba a tener. Por eso fui un tío muy presente".
Adrián Pallares fuera de cámara: una paternidad activa y su entrega por la familia unida
-¿Qué tipo de papá sos?
-Me considero un papá atento, que quiere que sus hijas sean felices y libres.
-¿Sos papá celoso?
-No, no soy celoso, ya las dos más grandes tuvieron novios y bien. Soy cuidadoso, pero no celoso, creo que ni me metería a comentarles si me gusta el pibe o no, pero si estoy atento. Igual te digo que sé que los suelo intimidar, así que eso es un punto a favor.
-¿En su crianza, qué fue en lo que más calaste?
-Que entiendan que la vida no es la burbuja de casa y que no es nosotros cinco para todos lados. Sino que la vida es salir a laburar, tomarse el colectivo, que la vida es gente que no tiene trabajo, o que te vas a topar con gente mala. Que puedan cuidarse y que estén bien, eso es lo que uno siempre quiere como padre para sus hijos.
-¿Cómo sos fuera de cámara?
-Me gusta mucho la vida familiar. Cuando salimos, salimos los 5, con mi esposa y mis 3 hijas. Soy un tipo de la rutina, los fines de semana veo a mis viejos, y entre eso, ir al teatro y las actividades de padre de ir a buscarlas o llevarlas, se me van los días.
-¿En casa desconectás de la tele o se habla del wandagate, por ejemplo?
-Cuando termino de hacer tele por lo general en casa no se habla, aunque mis hijas son muy de la tele, son fanáticas de LAM, lo conocen a Rodrigo y a Ángel desde chiquitas.
Adrián Pallares describe a sus hijas Mia, Sol y Ema
-¿Hay alguna que quiera seguir tus pasos?
-Creo que a la más chica le gusta el periodismo, creo. Mía, la más grande, estudia traductorado, y la del medio, Sol, estudia psicología. Pero saben de todo, cuando estoy de vago me hacen de productoras y les pido que me pasen capturas de historias o que me digan que andan haciendo los famosos. Y ellas van viendo, miran cuando hablan de mí en las redes…
-¿Les afecta cuando te surgen escándalos o polémicas en las que estás involucrado?
-No, yo ya tuve quilombos, y lo que solía hacer era explicarles lo que sucedía, y recordarles cómo es este trabajo. Pero ya son varios años, ya saben como es y hoy no se preocupan o se lo toman tan en serio. Recordemos que ellas crecieron en este medio.
-¿Cuál es la que más se parece a vos?
-Yo diría que las 3 tienen cositas de mí. La del medio, Sol, es la más curiosa, que siempre está tratando de saber cosas, y a veces tenemos charlas largas en las que te pregunta "cómo eras cuando eras chico".
-¿Y Ema?
-La chiquita, que sigue siendo mi chiquita por mas que tenga 16, es la que abrazo y la que más ternura me da, y es la más independiente también, esta es la que puede llegar a ser periodista.
-Falta describir a Mía.
-Y la más grande tiene un lado como yo, más paternal, de tratar de ayudar a la gente, y hasta de retar. A veces recibo llamadas de famosos para pedirme consejos o mi opinión con algún proyecto, tengo eso de ayudar, y en eso se parece a mí, esas ganas de ayudar y estar ahí para ello.
-¿Ninguna te expresó su deseo de irse a estudiar o vivir afuera?
-No, creo que la grande en algún momento, pero quedó ahí. Y eso que a nosotros nos gusta viajar en familia, y eso se lo inculcamos con Cecilia. Somos medio viajadores y es cuando mejor funcionamos.
-¿Te afecta pensar en el nido vacío?
-Sí, da cosa pero también entiendo que es la ley de la vida, y pienso que también es un momento para reencontrarte con la pareja, tener tiempo para nosotros dos…
-Es como un reencuentro de pareja.
-Sí, porque los hijos son un trabajo y muchas veces te corren el foco.
La historia detrás de las repentinas ganas de Adrián Pallares por ser padre
-Vos tuviste a las tres con muy poca diferencia. ¿Siempre quisiste tener una familia grande o se fue dando?
-¡No! Yo pensé que no iba a ser padre. A los 25 cuando mi hermano, que es más chico que yo, tuvo a mi sobrino, yo pensé que él iba a ser lo más cercano a un hijo que iba a tener. Por eso fui un tío muy presente, y hoy que tienen 30 años tenemos un vínculo muy fuerte.
-¿Y cuándo surgió el giro inesperado?
-Un día fui yo el que le dijo a Cecilia: "¿Si tenemos un hijo?". Lo buscamos y apareció al mes, llegó muy rápido. La segunda también llegó muy pegadita, y la tercera, bueno llegó por cuestiones de la vida, porque Dios quiso. Pero bueno, 3 es un hermoso número para tener hijos.
-¿Cómo fue ese momento que te dijeron que ibas a ser padre?
-Es fuerte, cuando lo ves es fuerte. En mi caso no hubo mucha sorpresa porque hicimos el test juntos. Pero fue un día muy importante, como todos los días desde que sos padre, porque todos los días pasa algo, es algo tremendo e impactante.
-Te escucho hablar conmovido de tus hijas, y me parece loco que hayas pensado que no ibas a ser padre.
-Mis hijas me pueden. Es lo mejor que me pasó. Vos sacame todo lo que tengo pero dejame ser padre. Soy bancario, no me hago problema, me dedico a otra cosa.
-¿Ves mucho de tus padres en vos como papá?
-Sí, yo siempre decía que quería ser un 10% de padre de lo que fue él mío conmigo. Siempre fue mi ejemplo como padre, y trabajo para eso.
-¿Son muy unidos con tu viejo?
-Tengo un vínculo muy cercano con mi papá y mi mamá, pero con mi viejo con los años se acrecentó.
-¿Sos muy presente como hijo?
-Sí, todos somos muy presentes en mi familia. Mi hermano también.
-¿Qué recuerdo tenés de tu papá en la época de tu infancia?
-La presencia. Mi papá estaba siempre, él era el que cocinaba en casa por ejemplo. Que me hizo de River, y que no fue de límites tremendos, al igual que mi vieja, nos criaron con libertad, eso es lo que valoro mucho.
