Juariu: su resiliente historia con el cáncer de mama y los miedos al recibir el temido diagnóstico – GENTE Online
 

Juariu y su lucha contra el cáncer de mama: "En mis momentos de soledad tenía miedo de morir y que mi familia sufriera"

Juariu habla de su lucha con el cáncer de mama
Es conocida como la "espía" de los famosos por su destreza para exponer sus movimientos en las redes sociales. Se presenta con su auténtico acento tucumano y una energía bien arriba, pero detrás hay una dura historia de vida sobre la que reflexiona en una íntima charla con GENTE.
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Vicki Braier (37) es de esos personajes que pueden hacerte reír y a los segundos ponerte a reflexionar con sus historias. Orgullosamente tucumana, dispuesta y de sonrisa genuina. En el 2014 se mudó para aventurarse a la agitada vida de la capital argentina. Aunque se adaptó rápido a la dinámica en Buenos Aires, confiesa que extraña -de a ratos- la tranquilidad de su provincia, a su familia y también "el sánguche de milanesa y las empanadas".

En su perfil de Instagram donde se presenta como Juariu e interactúa a diario con sus seguidores, se muestra muy canchera, pero sorprende al confesar que realmente cuando las cámaras se apagan es mucho más tímida de lo que parece.

Juariu abre su corazón en una íntima charla para hablar del momento más duro de su vida: cuando enfrentó el diagnóstico de cáncer de mama.

Juariu ama profundamente lo que hace. Comenzó haciendo contenido desde su casa por hobbie y por "cholula" nata, como se define. Años después, logró estar de lunes a viernes en la pantalla de Telefe como parte del staff de Cortá por Lozano, integró el panel de analistas de la última temporada de Gran Hermano y también logró un gran éxito en la plataforma de streaming del canal de las pelotas. Ahora se prepara para debutar en el teatro, una nueva etapa que la tiene muy contenta.

Después de una jornada larga de grabaciones, llega a las instalaciones de Chana Club en Puerto Madero, donde la espera un cálido ambiente entre luces tenues y música de fondo. Mientras se prueba el vestuario, reconoce que no suele posar -solo para selfies-, pero que es muy buena para escuchar. Lo que hace que se entregue plenamente a las indicaciones del fotógrafo.

Cuando se encendió la cámara y charlamos de su vida no hubo pausa alguna, ya que es conversadora por excelencia. "Soy cholula, y me sigue pasando cada vez que veo un famoso o que me detengo a pensar que estoy en la televisión... Veo todo como esa chica de Tucumán que vino a Buenos Aires, asombrada... Lo veía como algo tan lejano desde mi cama en Tucumán, a la hora de la siesta, comiendo mandarinas, y de repente ¡estás ahí! Me sigue pareciendo increíble, y espero que esa sensación no se me vaya nunca. Creo que eso y la tonada es lo más lindo que conservo de Tucumán", expresa emocionada al recordar sus raíces.

Detrás de esa diversión y energía bien arriba, hay una fuerte historia de vida, como sobreviviente del cáncer. En charla con Revista GENTE, Juariu cuenta cómo fue atravesar el cáncer de mama y qué representa para ella y su familia este "mes rosa".

La influencer y panelista se muestra orgullosa de sus raíces tucumanas y agradece todas las oportunidades que encontró al mudarse a Buenos Aires.

La historia de supervivencia de Juariu y el descubrimiento que le cambió la vida

Hablar de este tema la hace recapitular toda su experiencia con esta enfermedad, cuyo nombre es más que paralizante. Hoy, lo ve desde otra perspectiva: la de una mujer que pudo detectarlo a tiempo y que ahora, con su historia, inspira a cientos de personas que atraviesan el mismo diagnóstico o que, como ella, sintieron miedo al tocarse "un bultito" inusual en sus mamas.

Aunque lo ves como un capítulo que ya pasó, ¿qué sentiste al tocar ese bulto en tu axila? ¿Recordás qué fue lo primero qué hiciste en ese momento o a quién se lo contaste?

–Recuerdo que mientras tocaba ese bulto sentí miedo... También me pregunté: '¿qué es esto que nunca antes me había tocado?' Me puse nerviosa porque a la vez tenía que preocupar a las personas que amo al contarles. Pero lo primero que hice fue decirle a mi pareja lo que sucedía, y él con calma me dijo: 'sacá un turno con una ginecóloga', y yo lo hice. Fui rápidamente. Pensando con miedo que algo podía ser pero auto convenciéndome que quizá era algo normal como les pasa a mis amigas, que me contaban que tenían nódulos o quistes.... La verdad que nunca me imaginé que iba a ser cáncer.

"Me toqué un bultito duro por casualidad. Me acuerdo que me pasé la mano muchas veces para reafirmar que lo que sentía era real. Y mientras lo hacía, sentí miedo"

Juariu sobre la detección de su cáncer de mama.

–Ya con el diagnóstico de cáncer en tus manos ¿qué pasó por tu mente? Porque la palabra de esta enfermedad en sí tiene mucho peso y además eras muy joven…

–Por mi mente pasaron miles de cosas, pero ninguna fue clara. Fui llevada por médicos que trataron el tema con mucho amor y fueron informándome todo de a poco. Nunca se dijo: “Tenés cáncer”. Recuerdo que el médico me dijo: “Es malo pero vamos a hacer el tratamiento y va a estar todo bien”. Después de ese turno, mientras me volvía a casa caminando con mi pareja, le pregunté: '¿Entonces quiere decir que tengo cáncer?', y él me respondió: 'Sí'. Creo que ese fue el momento momento donde los dos estuvimos mal, en silencio.... Él (que es médico) fue procesando todo mientras yo intentaba digerir esa información. Pero fue el único momento en que tuve esa sensación de amargura, miedo y angustia. Después le pusimos el pecho al diagnóstico y lo llevamos con mucha fuerza y optimismo. Sin él no hubiera sido nada igual. Él fue mi motor.

La tucumana confiesa que sintió un miedo paralizante al escuchar que tenía cáncer de mama.

–Hoy, en retrospectiva, ¿te pasó reprocharle a la vida porque te haya tocado a vos atravesar esto?

–Al principio sí. Pensaba: 'por qué a mí?'. Pero al tiempo me di cuenta de... '¿por qué no?' A todos nos puede pasar. Verlo desde ese lugar me hizo sacarme un peso de encima, porque la realidad es que no hay una razón, simplemente pasó. Y no quedaba más opción que afrontarlo y hacerse cargo de que estaba transitando esta enfermedad con tanto peso físico y psicológico. Cayó como un rayo de la nada, sin antecedentes familiares... Fue un sacudón, como una manera de la vida de decirme 'despertate', porque estaba pasando un año “difícil” o eso creía yo... Y después te das cuenta que nada es tan importante como la salud y las personas que amás.

"El cáncer es algo que te perfora en todo sentido, y es importante curarse y pensar en estar bien, pero mientras, la vida también sigue y hay que vivir".

Juariu, en diálogo íntimo con GENTE.

Sin antecedentes y a sus 29 años llegó el tan temido diagnóstico

Han pasado más de cinco años desde que Juariu recibió la noticia más dura. Escucharlo de la boca de su pareja le generó una angustia directa al corazón, por la simple idea de faltarle a su familia, a su gente, y por sentir que en ese momento no podía protegerlos como siempre se ocupó, sino que era su turno de ser contenida y permitirse ser vulnerable ante la situación.

–¿Qué es lo más duro para una persona que transita el cáncer de mama? Y ahora, que lo vivís como una sobreviviente, ¿sentís que esa sombra del diagnóstico te acompaña de por vida?

–¿Lo más duro? Todo. Es difícil transitarlo, en todos los sentidos. Porque tu cuerpo cambia, tu mente cambia, el miedo convive con vos... Son noches de desvelo, valorás cosas que antes te pasaban de largo, pero al mismo tiempo te preocupan las mismas cosas de antes... las “frívolas”. El cáncer no deja de enseñarte cosas pero también es una presión muy grande la que se le pone a las personas que atraviesan la enfermedad, porque te angustia que tu cuerpo cambie, que se te caiga el pelo, engordar, la medicación, la menopausia temprana, la sequedad, sentirte fea. Y todo eso también te pasa. Y no está mal que pase.

Aunque lo recuerda como un capítulo muy desafiante, doloroso y lleno de incertidumbres, ahora Juariu trata de ayudar a otras personas con su historia.

 -Contaste que decidiste congelar óvulos luego de saber tu diagnóstico, esto es algo que te da tranquilidad hoy como mujer?

–Sí, por suerte la médica me lo aconsejó y yo estaba en modo soldada, haciendo caso a todo lo que me decían. Hoy lo agradezco porque es una gran tranquilidad. En su momento mucho no me importó porque mi mente estaba en Narnia. Pero hoy, lo agradezco.

-Conectás con muchas mujeres por tu historia de vida. Se te escucha hacer campaña para que se toquen, dando testimonio de que el diagnóstico a tiempo te salvó...

-Me escribo con muchas chicas de mi edad, a quienes por ahí les cuesta hablar de cosas íntimas con alguien y como yo ya lo pasé, les hace bien. Ayudarlas de alguna manera me hace sentir bien, porque yo en ese momento no hablé con nadie que haya pasado lo que yo pasé. Decirles 'te vas a sentir fea, vieja, vas a pensar que sexualmente no va a funcionar' y todo eso que es tan importante para una chica de 30 años. Es importante que alguien más les diga 'yo pasé por eso'. Y que todo está en la mente, porque nadie las ve feas ni viejas, está todo en la cabeza. Y decir eso ayuda un montón.

"Todas esas sensaciones son parte del caos y terremoto que una persona con cáncer de mama vive".

Juariu sobre lo duro que es atravesar el cáncer.

-Claro, vos que ya lo atravesaste preferís contarles todo, sin filtros...

-Me ocupo de eso, de decirles que todo eso que sienten es sólo una sensación, y que todo va a estar bien. Porque también, otro tema a hablar es el peso de la palabra "menopausia" que atravesamos las mujeres, y cuando hacemos el tratamiento del cáncer de mama te toca estar en "menopausia inducida"... Y aunque no parezca, es muy pesada esa palabra lamentablemente para las mujeres, y no debería ser así.

Vicky se apoyó en su pareja -que es médico- y en su familia para no quebrarse y ocuparse a tiempo del tratamiento.

El rol de Juariu en su familia: "Verme como la 'débil' me costó mucho"

En medio de la charla Juariu se define como muy familiera. Desde que se mudó de la casa de su familia para vivir en Buenos Aires, extraña estar rodeada de ese amor genuino de toda su gente, pero en cualquier oportunidad que tiene -en su apretada agenda- no duda en ir a visitarlos y recargarse de esa energía.

–¿Cómo transitaste todo el proceso del tratamiento? ¿Tu familia cómo lo vivió? Decías que tomaste todo como "un cable a tierra".

–Me cuesta mucho pensar que le puedo causar dolor a mi familia. Entonces me costó darles la noticia a ellos. Siempre se mostraron muy optimistas y me dieron muchas fuerzas. Yo en mis momentos de soledad tenía miedo y pensaba: '¿Y si me muero y todos sufren?' Y me angustiaba mucho esa idea, porque siempre fui y soy muy protectora de mi familia... Verme a mí como la “débil” me costó mucho. Tenía 29 años y pensaba en mi pareja, porque todo es una revolución en ese momento. Todo está mal para la cabeza de una persona que está atravesando el caos. Pero por suerte fueron momentos aislados. Busqué ayuda profesional y eso me hizo muy bien para descargarme porque me costaba llevar mi angustia a las personas que amo.

La también streamer deja ver su lado más sensible cuando habla de su familia, y la pérdida de su padre, a quien tiene presente en cada paso que da.

–En relación a la familia… ¿cómo vivís esa distancia? ¿Cada cuánto tenés la oportunidad de viajar a verlos?

–Me gustaría ir mucho más de lo que voy... Empecé en los medios hace cuatro años y por suerte siempre tuve mucho trabajo, entonces prioricé eso en algún punto, como esa cosa de aprovechar las oportunidades, pero ellos vienen para acá también a visitarme. Buscamos la manera de no estar tan lejos. Tengo tres sobrinos hermosos con los que me encantaría compartir mucho más, o esas charlas con mi mamá o mi hermana. Pero acortamos distancia hablando mucho por teléfono.

–También viviste en primera persona el dolor de la pérdida con tu papá en 2007, y decías que te hubiese gustado que él te viera en pantalla. ¿Cómo lo llevás presente y te conectás de alguna manera con él?

–Sí, mi viejo era espectacular... Creo que hubiera disfrutado mucho verme en la tele. Mi viejo era un humorista sin serlo, para mí era un artista que nunca pudo ejercer. Aprendí mucho del humor con él. Es difícil continuar la vida cuando uno pierde a un ser amado: crecer, tener pareja, casarse, salir en la tele, vivir aventuras. Siempre está en mí. Siempre lo pienso como que él vive esto dentro de mí. Trato de imaginarlo reaccionando, me saca una sonrisa eso... Por supuesto, cada tanto lo lloro, lo tengo muy presente. Me enseñó mucho mi viejo y me sigue enseñando mucho aunque ya no esté. Y está conmigo porque lo veo en mí también.

Fotos: Fabián Uset
Videos: Candela Petech
Edición de videos: Rocío Bustos
Producción y estilismo: Caro Gagliardini
Agradecemos a: Chana Club por el espacio y atenciones, Las Pepas, Estudio MN y Puli D Shoes.

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