En un mundo obsesionado con los SUV y la potencia, el Citroën Ami sigue siendo un acto de irreverencia con ruedas en las principales ciudades de Europa. Su aspecto de caricatura, sus proporciones imposibles y su filosofía de “anti-auto” lo convirtieron, desde su lanzamiento en 2020, en un pequeño fenómeno cultural. Un vehículo que no busca imponerse, sino hacer sonreír.
Cinco años después, el Ami decide mostrar su otra cara. Y lo hace con el Ami Dark Side, una edición especial que reinterpreta su simpatía con un toque de misterio. Si antes parecía salido de una película animada de domingo, ahora podría protagonizar una escena de Batman rodada en París.
Cuando Citroën presentó el Ami, lo hizo con una idea clara: ofrecer una forma de moverse tan sencilla como un smartphone. El resultado fue un vehículo 100% eléctrico, biplaza, con apenas 2,4 metros de largo, velocidad limitada a 45 km/h y la posibilidad de conducirse desde los 14 años (según el país). En otras palabras, una mezcla entre scooter, auto y juguete urbano.
Desde entonces, se vendieron cerca de 85.000 unidades. Lo usan adolescentes para ir a clases, adultos para sus trayectos cortos y familias que lo eligen como segundo vehículo. Es barato, ecológico y ocupa menos espacio que una moto estacionada. Pero, sobre todo, tiene personalidad: el Ami parece sonreír, incluso cuando está quieto.
En 2025, Citroën decidió darle una nueva vuelta de tuerca. El Ami Dark Side llega como una edición limitada que mezcla ironía con elegancia. Por primera vez, su carrocería adopta el color Black Night, un negro mate profundo que transforma su carácter. Donde antes había ternura, ahora hay actitud.
Los detalles en blanco -gráficos, logos y embellecedores- crean un juego visual de contraste que le sienta bien. Mantiene su aire desenfadado, pero ahora parece más seguro de sí mismo, como quien crece sin perder el humor. En el frontal, los faros suben hasta el borde del parabrisas y el logotipo blanco se enmarca en una “sonrisa” oscura, un guiño de diseño que mantiene viva su expresividad original. En los laterales, los motivos de cubos blancos sobre fondo negro y un discreto alerón trasero refuerzan su estética urbana.
El interior del Dark Side mantiene el concepto original: espacio mínimo, funcionalidad máxima. Los tonos grises sustituyen los naranjas de las versiones más juveniles, logrando un ambiente más maduro sin perder luminosidad. Hay tres compartimientos de almacenamiento, redes elásticas, un gancho para bolsos y un tablero que parece sacado de una maqueta de diseño industrial.
El sistema My Ami Play, que transforma el teléfono en centro multimedia, permite controlar música, navegación o llamadas desde el Citroën Switch integrado en el volante. Es el tipo de tecnología que no busca impresionar, sino facilitar. Como el propio Ami: simple, ingenioso y sin pretensiones.
El Ami Dark Side conserva sus dimensiones compactas y su autonomía de 75 km, ideales para moverse por la ciudad sin estrés. No es un auto pensado para correr, sino para existir con sentido. Para ser práctico y, al mismo tiempo, expresar una forma distinta de entender la movilidad: lúdica, sostenible y con identidad propia.
Con esta edición, Citroën reafirma su papel como marca capaz de tomar riesgos creativos. En una industria donde todo tiende a parecerse, el Ami sigue siendo un objeto de diseño antes que un producto. Un recordatorio de que el futuro no siempre debe ser solemne: también puede ser divertido, pequeño y con un toque de ironía.
