Tesla ha registrado una patente de una nueva tecnología para el diseño de parabrisas. Esta nueva tecnología, descrita como “estructura de vidrio automotriz con líneas características y métodos de fabricación relacionados”, permitiría la creación de formas novedosas que tradicionalmente no pueden conseguirse en la fabricación normal del vidrio para automóviles.
La patente describe un “vidrio con curvas o pliegues agresivos” que permitiría la formación de un parabrisas facetado con líneas características agresivas. Una estructura de vidrio puede tener una línea característica con un radio de curvatura de entre 2 mm y 5 cm, lo que permitiría crear estructuras de vidrio con formas y configuraciones que antes no estaban disponibles a través de métodos de doblado convencionales.
Tesla explica que este nuevo método de doblado se lograría aplicando calor a través de un láser a una estructura de vidrio plana y doblándola en ese punto para formar una característica línea en su estructura.
La estructura de vidrio puede ser soportada por una herramienta de soporte para que la fuerza de la gravedad fuerce al vidrio a doblarse en uno o más lugares, formando una línea característica. También se habla de aplicar fuerzas adicionales a través de una prensa o de succión de aire al vacío, para ayudar a doblar o dar forma a la estructura de vidrio.
Las ilustraciones de la patente muestran un Tesla Cybertruck, lo que sugiere que este vehículo podría ser el primer automóvil del mundo en emplear esta tecnología. Sin embargo, Tesla deja claro que este nuevo método de doblado de vidrio podría ser utilizado por “un automóvil o un camión”.
No es la primera vez que Tesla registra patentes relacionadas con el parabrisas. En 2019, la compañía registró una patente de un nuevo sistema de limpiaparabrisas electromagnético que cubriría toda la superficie del cristal, especialmente diseñado para el Model X, que cuenta con el parabrisas más grande del mundo.
En 2021, Tesla registró otra patente de un sistema de limpiaparabrisas aún más revolucionario que funciona con rayos láser que limpian la suciedad o el agua acumulada sobre el cristal. Esta tecnología podría ser empleada para sustituir a los limpiaparabrisas convencionales, además de para limpiar las ópticas de las cámaras que equipan los coches, así como para los paneles solares que montarán en el futuro.
