La ex modelo y empresaria relató como vive la cuarentena separada de su marido, el vicejefe de Gobierno porteño. Destacó cómo la sostiene compartir este tiempo con sus hijas y cómo es cuidar a su mamá a la distancia.
"Esto nos agarró de sorpresa como al mundo", sentenció la exmodelo y empresaria Analía Maiorana (40) al comenzar la entrevista de Informados de todo (América). "Los argentinos nos fuimos guiando un poco con el diario del lunes y él está en el ojo de la tormenta, todo el día expuesto", dijo refiriéndose a su marido, Diego Santilli (53) y a la decisión que tomaron ambos de vivir la cuarentena en casas separadas.
Enumeró algunas de las tareas que absorbieron al vice jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. "Llegó una pandemia que nadie conoce y todo el tiempo va cambiando. Él de golpe tuvo que organizar junto a su equipo todo el tema de salud, instrumentar hospitales, hoteles -que se usaban para quienes llegaban de afuera y hoy se utilizan para quienes no están en estado de gravedad-, las fuerzas de seguridad. Porque hoy estamos hablando de los policías, que son seres humanos y tienen sus familias también", afirmó la empresaria.
"Fue organizar algo que aparte va cambiando día a día. Esto lo puso en un lugar que necesita también su espacio y nosotros preservarnos", dijo antes de que la interrumpieran para preguntarle cómo llevan esta "nueva normalidad" en la relación.
"Estamos aislados pero más unidos que nunca", confesó Maiorana y se explayó sobre cómo la distancia está fortaleciendo a la pareja. "Estamos minuto a minuto conectados. Él está todo el tiempo preguntándome cosas. Yo tengo acá la radio, tele y voy siguiendo todos los medios mientras sigo con las tareas de la casa", contó ella.
Tras asegurar que no vive una cuarentena vip la exmodelo contó intimidades de su día a día en aislamiento. "Le plancho las camisas, cocino, mi amigo hoy es el tender: lo armo, lo llevo, lo entro...", se rió.
Acto seguido se emocionó al hablar de sus afectos. Por un lado, sus hijas, Lola (20) y Male (15), fruto de su matrimonio con Martín Terra, con quienes tiene un vícnulo muy cercano. "Soy una afortunada por poder estar compartiendo con mis hijas este tiempo. Son chicas que acompañan, las veo muy maduras y eso me da fuerzas y pilas. Por más que uno muestre una persona fuerte, que va con todo, por dentro también se quiebra. Muchas veces me quiebro", reconoció.
Y llegó finalmente el inevitable momento de referirse a su mamá, Norma. Contó que en algún momento le propusieron que se mudara a su casa, pero ella prefirió quedarse en su casa. "Mi mamá vive sola. Es muy activa. Es una persona muy intelectual, que se la pasa en teatros, cines y nunca para. Ella tiene una fortaleza... Agradezco poder compartir esto con ella", señaló.
Contó que si bien va a su casa, porque se ocupa de hacerle las compras, no entra para cuidarla y muchas veces su mamá la espera con un plato de comida que deja en el pasillo y ella come sentada ahí en una sillita. "Cuando me voy las lágrimas se caen", dijo con lágrimas en los ojos.
"Así como me emociona mi mamá y mis hijas, me emociona mucho Diego", declaró. "No lo quiero vender como político, pero lo veo muy sólido, lo veo fuerte, que la cosa va a cambiar, que esto sí se va a poder, que vamos a frenar esto. Lo veo con tanta fuerza que eso también me emociona. Hoy como argentinos necesitamos tranquilidad porque hoy esto es un caos", concluyó.
