Priscila Crivocapich (40) dejó atrás su carrera como modelo (durante los 90’s brilló en la época de "la escuela Pancho Dotto y Ricardo Piñeiro” y llegó a desfilar para Thierry Mugler y Gucci) y hoy se luce ante los micrófonos. La periodista deportiva que tiene a Alina Moine como referencia encabeza varios de los proyectos de streaming de Telefe: se luce en Nada más, en la transmisión de la Conmebol Libertadores y en Gol de Medianoche.
En diálogo con revista Gente, la también reciente host streaming de Paramount+ en Personajes del Año 2023 revela que, "presionada por el reloj biológico", decidió congelar óvulos y reflexiona sobre la dificultad a la hora de encontrar pareja. Según explica, la histeria, "la falta de compromiso" y el consumo de relaciones "como estuvieran scrolleando en TikTok" atentan con su ideal: "encontrar una relación sana".
La resistencia a la frustración, la era del amor sano y Pampita como ejemplo inspirador
Priscila no tiene drama en referirse a la dificultad de encontrar una pareja y tampoco le parece un peso. En la charla, presenta la historia de amor de Pampita y Roberto García Moritán como espejo de lo ideal y de la resistencia a la frustración. “Mirá a Pampita. Ella lo pidió, dice que lo pidió. Un poco que lo manifestó, tendría que pedirle la receta de cómo lo hizo”, bromea la única de sus hermanas que aún no tiene pareja, algo que ella destacó especialmente.
“(Pampita y Roberto) Tienen un amor divino y súper sano, y no todo el mundo es valiente para querer vivir eso. Además, ella misma ha contado todas las relaciones en las que no se le dio. Es algo que llega”, agrega quien dice haber aprendido “de todas mis experiencias pasadas” y que en el amor la define que huye despavorida de “tener relaciones superficiales”.
La falta de compromiso es más que clara en la forma de vincularnos hoy, y por eso prefiere sentar su posición: “Es complicado, porque hay que tener ganas y es complejo conectarte con alguien; hay mucha histeria”.
También plantea que no le interesan las apps de citas ni las relaciones exprés, algo que funciona como filtro: “Yo te hablo de la metafísica y la energía de lo sexual es tremendo. Yo no sé si la gente toma consciencia. Yo salgo a comer, charlamos y vemos, pero no avanzo si no me interesa. Mi cuerpo es hermoso y está bueno cuidarlo como un tesoro. Para mí, lo sexual no es algo para nada liviano”.
Una reflexión sobre las relaciones efímeras y "la falta de compromiso"
"Prefiero estar sola pero ya va a aparecer", aclara en diálogo con este medio la hija de un teniente coronel retirado y una maestra jardinera. Se la relacionó hasta con el ilusionista Criss Angel (por eso detesta exponerse y los archivos que hay en Internet) y tuvo una larga relación con un manager de modelos. Ninguno de sus compañeros sintió que estaba cerca para ser elegido como padre.
Acerca de las relaciones exprés, aclara que no practica el ghosteo por la simple razón de que no le gusta que se lo hagan. “Me encanta dar explicaciones y ser clara”, asegura quien lo ha sufrido en carne propia. Y sentencia: “Muchos desaparecen… saben que la cosa no será fácil. Igual hace mucho que no salgo con nadie".
–¿Cuál es el diagnóstico?
–No, tampoco me invitan. Hay como una fantasía que no es así. De cualquier manera no es fácil conocer a alguien. Tal vez te tienen que presentar, pero también se me hace raro. Sólo una vez en mi vida creo que me quisieron presentar a alguien y dije que no. Nunca más. Entonces para mí se tiene que dar de modo orgánico. Y cuando tiene que pasar, pasa. Si te ponés a pensar cómo saliste con alguien, no es algo que pensás.
–¿Y qué cosas te enganchan en general o te engancharon en las relaciones que tuviste?
–Lo que me gusta de un hombre es que me genera admiración lo que hace, sus ganas y que sea "buena persona", pero que tenga la empatía suficiente para el otro. En su día a día, las formas de ser creo que hablan mucho... Bueno, por eso estoy sola.
–Remarcaste la relación que tienen Pampita y Roberto García Moritán como un ejemplo de un amor "ideal" para vos. Ampliemos.
–Creo que además de la confianza que se tienen, eligieron amarse. Porque una cosa es querer salir con alguien... después tenés que elegir construir un vínculo sano. Y ahí hay renunciamiento. Por eso, tiene que ser todo ultra positivo para que no sientas como un perno renunciar a ciertas cosas. Te tiene que dar algo.
–¿Satisfacción?
–Tal cual. Y en ellos –insiste al pensar en Carolina Ardohain y Moritán– ves un amor re lindo.
–Te resuena especialmente esa historia.
–Es que me conmueve que sea mutuo. Él sabe que tiene un mujerón al lado y la valora, la ve y la cuida como una mujer. Y lo mismo de ella para con él.
–¿Y qué aprendiste de las últimas relaciones que tuviste?
–De todos los vínculos aprendés algo. Salís más fortalecida o sabés lo que no querés para tu vida. Y esto es lo que me pasó en las últimas mini relaciones que tuve. Dije: "Bueno, esto no lo quiero". Y di con una persona muy controladora... Al fin y al cabo, quien controla no puede amar, ¿no? Porque amar es poder confiar en el otro. Pero a veces pasa que te terminan envolviendo y no lo ves hasta bastante después. También me gusta alguien que sea seguro y que me vea como la mujer que soy y no como una fantasía.
–Y sólo es ahí cuando eso pasa...
–Eso es una pareja: que se encuentren y formen algo lindo. Hoy creo que no hay muchas parejas. Sí hay gente que está acompañada.
La planificación de la maternidad, el deseo y los mandatos
“Yo tengo tres hermanas que están casadas y con hijos, y yo a esta edad me imaginaba de ese mismo modo. Todavía no se me dio una pareja para formar algo lindo”, lanza Priscila, y enseguida abre su corazón y comparte sus planes a futuro para acercarse a ese ideal. “Por eso mismo, por mi deseo, decidí congelar óvulos”, revela la periodista que admite haber estado en la encrucijada de los mandatos.
El propio periplo fue complicado: “Es algo muy invasivo, porque te tenés que pinchar todos los días y es muy tedioso. Tenés que ir cada tres días al ginecólogo y termina siendo un mes en el que tenés todo trastocado, inclusive hormonalmente”. Pero asegura que nada le da tanta calma como saber que, cuando quiera, va a poder: “Siento que también fue para no arrepentirme el día de mañana”.
Respecto a la decisión de pasar por el proceso de garantizarse la posibilidad de convertirse en madre, dispara: “Yo estoy sin pareja hace varios años. Nadie me generó las ganas de ser mamá. Pero sentí la presión de tener cuarenta, y no fue por ponerme un límite, pero a la vez fue como sacarme un peso de encima”. Entre el reloj biológico y las dudas acerca de “si voy a encontrar a alguien para ser madre”, descarta otras opciones.
–¿Se te cruzó la posibilidad de ser madre acompañada por un amigo o amiga?
–No sería mamá sola. Quizás el día de mañana me nace el instinto maternal y me despiertan esas ganas, pero a mí me gustaría disfrutarlo en pareja, ni con un amigo o amiga, ni sola. Yo viví el proceso de la maternidad con mis hermanas y es tan hermoso cómo lo vivieron como familia... Ni hablar cuando mis sobrinos tienen hermanos o primos. En eso yo soy muy convencional.
–Amén de tal vez es complicado pensar en el futuro, en caso de no tener hijos a partir de estos óvulos que congelaste, ¿cuál es el debate que te genera el destino de los embriones?
–Son las dudas que tengo. Ya fue un montón pensar en decidirlo y hacerlo. Me fue cayendo la ficha. Yo supongo que me va a pasar de encontrar un papá, pero si no sucede quizás empiezo a pensar de otra manera. Nunca sé qué voy a querer.
