Pasadas las 14 de este miércoles, Giselle Rímolo (59), la supuesta médica y ex esposa de Silvio Soldán, abandonó la cárcel de Ezeiza y recuperó la libertad después de nueve años presa, condenada por homicidio culposo y por ejercer ilegalmente la medicina.
Afuera del penal la esperaba su marido Juan Gainedú, con quien va a vivir en Don Torcuato desde el próximo fin de semana. La liberación de Mónica María Cristina Rímolo - su nombre real - fue confirmada por su abogado Roberto Schlagel.
Según explicó Schlagel en diálogo con Clarín, la Justicia decidió dejarla en libertad condicional por su actitud y su accionar dentro de la cárcel: "Fue gracias a su buena conducta, al trabajo realizado en Ezeiza, donde a diario encaraba tareas administrativas y el seguimiento de los detenidos en el área de criminología donde están los legajos de cada uno".
Además, contó sobre las actividades que realizaba allí dentro: "Esta labor sumado a los cursos literarios, de costura, manicuría y también de pintora letrista, le valieron la posibilidad de reducir su condena en más de un año".
Rímolo atendía sin título profesional en el Centro Integral de Estética Natural (Cidene), donde se jactaba de haber obtenido un método milagroso para adelgazar. Sin embargo, trascendió el caso de Liliana Díaz, una mujer de 41 años que se había atendido con Rímolo y murió a los 41 años después de haber tomado la medicación que la falsa médica le había recetado.
Por este motivo, estuvo detenida en tres oportunidades: en 2002, en 2004 y en 2017. En las primeras dos oportunidades fue liberada tras pagar fianzas. La primera vez un total de 300 mil dólares mientras que la segunda 100 mil pesos.
En 2012 el Tribunal Oral en lo Criminal N° 7 la había condenado a la pena de nueve años de prisión por los delitos de "homicidio culposo, ejercicio ilegal de la medicina y tráfico de medicamentos", por lo que en 2017 volvió a la cárcel cuando su condena quedó firme y debió ser arrestada en su domicilio de Don Torcuato.
En cuanto a su popularidad en los medios se debió a su relación amorosa con Silvio Soldán, quien por aquel entonces estaba separado de Silvia Süller, en 1993. Aquella historia de amor y exposición fue lo que la ayudó a conseguir más pacientes para recetarles falsos medicamentos y estafarlos.
