En su tercera edición consecutiva en la Patagonia argentina, Rabanne llevó a cabo una propuesta única en el Cerro Bayo, combinando branding, lifestyle y una Snow Beach de lujo entre bosques nevados y cielos abiertos. Una experiencia inmersiva donde las fragancias se vivieron más allá del perfume, en cada detalle del paisaje y las actividades.
Con una propuesta que fusionó lujo, naturaleza, lifestyle y emociones auténticas, cinco figuras icónicas —Zaira Nara, Franco Masini, Emilia Attias, Cachete Sierra y Brenda Gandini— fueron parte de un exclusivo viaje de tres días, donde descubrieron la faceta más salvaje y sofisticada de las nuevas fragancias de la marca, Invictus Victory Absolu y Olympéa Absolu.

Esta experiencia de alto nivel comenzó con el recibimiento de los talentos en el lujoso Hotel Calfuco, con un welcome gift de la marca y una aventura en barco por las aguas de Nahuel Huapi hasta finalizarlo con una exclusiva cera a la luz de las velas en el restaurante “Millán”. La verdadera energía se vivió el segundo día, donde las celebridades subieron a la cumbre del Cerro Bayo para generar contenido entre pinos nevados y vistas panorámicas, almorzar en las alturas y cerrar el día en un after-ski privado en la principal atracción de este año, el “Snow Beach Rabanne” con fragancias gigantes de hielo, photo-opps y un DJ set a pura música.
La reconocida marca también dejó su huella en el centro de ski: desde respaldos de aerosillas intervenidos hasta el lounge de fragancias, un Snow Beach en la cumbre y un carrito de bienvenida con café y licor.
Todo fue pensado para que los visitantes pudieran vivir, oler y sentir la esencia Rabanne en cada rincón del cerro.

Las fragancias de Rabanne, el hilo rojo que unió todo
Invictus Victory Absolu, un acorde amaderado y especiado inspirado en la fuerza bruta de las olas que rompen contra la salvaje roca negra. Pensada para el héroe que lo conquista todo. Por otro lado, Olympéa Absolu, una nueva e intensa expresión de la mujer todopoderosa. Una fragancia floral dulcemente afrutada de extraordinaria intensidad que retoma los icónicos códigos de moda de Rabanne con un frasco adornado con el emblemático detalle de la ‘pampille’.

Con este tercer año protagonizando la temporada de invierno, Rabanne demostró que una fragancia no solo se lleva en la piel, sino también en las vivencias compartidas, en la belleza del presente y en los lazos que se construyen cuando la marca se convierte en experiencia. Para revivir su experiencia en Cerro Bayo o saber más sobre sus fragancias, se puede entrar a su página o visitar sus redes sociales y enterarse de todas las novedades.
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