Cada 29 de abril celebramos el Día del Animal, en conmemoración al fallecimiento de Ignacio Albarracín, pionero en la defensa incansable de los derechos de los mismos en Argentina. Esta fecha no es sólo un recordatorio de la necesidad de proteger a nuestros amigos no humanos, sino también una oportunidad para reflexionar sobre el impacto que nuestras acciones tienen en ellos.
Como rescatista de animales, cada día me enfrento a las realidades del abandono, el maltrato y la negligencia. Pero también soy testigo de historias de compasión y de la bondad humana, cuando personas comprometidas deciden cambiar la vida de un ser vivo. Todos podemos.
Por eso en este día especial quiero invitar a todos a considerar la adopción en lugar de la compra, en educarnos sobre el cuidado y la adopción responsable de los animales y en apoyar a las organizaciones que trabajan incansablemente para salvar vidas. Porque el Día del Animal es un momento para reconocer las leyes que los protegen en nuestro país y para reflexionar sobre cómo podemos contribuir a su mejora.
Pero, ¿quién fue Ignacio Albarracín?
Ignacio Lucas Albarracín fue un abogado y activista argentino nacido el 31 de julio de 1850 y fallecido el 29 de abril de 1926. Es conocido principalmente por su ferviente defensa de los derechos de los animales y por ser uno de los pioneros en este campo en América Latina.
El Día del Animal es un momento para reconocer las leyes que los protegen en nuestro país y para reflexionar sobre cómo podemos contribuir a su mejora"
Desempeñó un papel crucial en la promoción de la legislación para la protección animal en Argentina, y contribuyó significativamente a la creación de la Ley Sarmiento o Ley Nacional de Protección de los Animales (Ley 2786), sancionada en 1891 y una de las primeras en establecer penas por maltrato animal en el país.
Además de su labor legislativa, Ignacio Albarracín fue también uno de los fundadores y el presidente de la Sociedad Argentina Protectora de Animales, desde donde llevó adelante una intensa actividad de concienciación pública sobre la importancia del bienestar animal. Su trabajo no sólo se limitó a la defensa de los animales domésticos: también abarcó cuestiones relacionadas con los animales en ambientes urbanos y rurales.
Resulta relevante ponerle cifras a la actualidad del tema en nuestro país, ya que hoy existen números aproximados en cuanto, por ejemplo, a perros y gatos, los dos animales domésticos que encabezan las cifras en nuestro país"
Respecto a dicha cuestión, y trasladándonos a los tiempos que corren, resulta relevante ponerle cifras a la actualidad del tema en nuestro país, ya que hoy existen números aproximados en cuanto, por ejemplo, a perros y gatos, los dos animales domésticos que encabezan las cifras en nuestro país.
Estos están basados en encuestas y estudios de mercado, ya que la falta de un registro nacional uniforme de complica obtener datos exactos. Vale aclarar, que la población de animales callejeros, tanto perros como gatos, también influye en estas estimaciones y puede variar ampliamente de una región a otra dentro del país.
Perros: Según diversas estimaciones y encuestas realizadas por organizaciones dedicadas al bienestar animal y empresas del sector, se estima que en Argentina hay entre seis y nueve millones de perros. Dicha cantidad varía dependiendo de la fuente y el método de estimación utilizado.
Gatos: Los gatos son generalmente menos numerosos que los perros en los hogares argentinos, pero su población también es significativa. Algunas estimaciones sugieren que puede haber entre dos y tres millones en el país.
La sobrepoblación de animales sin hogar, la falta de fondos para programas de esterilización y la necesidad de más educación pública sobre el bienestar animal son sólo algunos de los temas en los que debemos prestar más atención"
A partir de tales cifras y basándome en una conciencia nacional en la materia que se viene despertando, los invito este 29 de abril a unirse a la celebración del Día del Animal de una manera que marque la diferencia. ¿Cómo? Siendo voluntarios, donando a refugios o simplemente compartiendo mensajes sobre el respeto y cuidado de los animales. Cada pequeño acto suma.
Lo cierto es que como sociedad debemos promover un trato ético hacia todas las especies y trabajar juntos para crear un ambiente seguro para ellas. La sobrepoblación de animales sin hogar, la falta de fondos para programas de esterilización y la necesidad de más educación pública sobre el bienestar animal son sólo algunos de los temas en los que debemos prestar más atención.
Juntos podemos seguir el camino que Albarracín nos marcó, y asegurar que cada animal sea valorado y amado. Porque cada vida, sin importar cuán pequeña sea, merece nuestra protección y respeto.
