Manu Ginóbili ingresó al Salón de la Fama del Básquetbol y se convirtió en el primer argentino en lograrlo. Junto a él, en la Clase 2022 entraron el jugador Tim Hardaway, la jugadora Swim Cash y los entrenadores George Karl y Bob Huggins, entre otros.
Ingresar al Salón de la Fama significa ser uno de los basquetbolistas más importantes de la historia. Una vez que fue nominado, Manu pasó dos filtros: primero, fue elegido por el Comité Norteamericano y, por último, por el Comité de Honores.
La ceremonia de inducción al Salón de la Fama se verá este sábado 10. Desde las 19 (hora argentina) habrá una alfombra roja, por la que pasarán las personalidades más importantes del mundo del básquet, y a las 20 comenzará el evento. Se podrá ver por NBA TV.
Los comienzos de la carrera de Manu Ginóbili en Argentina
Manu Ginóbili fue fichado en la Asociación Bahiense de Básquet el 2 de julio de 1984, a días de cumplir siete años.
Sus primeros pasos los dio en Bahiense del Norte, el club de su ciudad natal, Bahía Blanca, en el que ya jugaban sus hermanos mayores Sebastián y Leandro. En 1995, con 18 años, llegó la oportunidad de debutar en la Liga Nacional de Básquet como jugador profesional en Andino Sport Club de La Rioja. Al año siguiente, volvió a su ciudad para vestir la camiseta de Estudiantes de Bahía Blanca por dos temporadas.
El paso de Manu Ginóbili por Italia
Su primer club en Europa fue Reggio Calabria, equipo al que llegó cuando tenía 21 años y en el que permaneció hasta el año 2000. Sin embargo, el salto más grande lo dio cuando vistió la camiseta del Virtus Bologna (en esas temporadas llamado Kinder Bologna), club con el que obtuvo una Liga Italiana en 2001, dos Copas de Italia y la Euroliga en 2001.
Su excéntrico rendimiento hizo que el viejo continente le quedara chico: rápidamente demostró que estaba hecho para jugar en NBA.
Manu Ginóbili en la NBA
El basquetbolista argentino llegó a la NBA en 2002 y vistió la camiseta número 20 de San Antonio Spurs hasta 2018. Durante su estadía coincidió con Tim Duncan y Tony Parker, con quienes formó un tridente titánico que se consagró en la eternidad. “La primera vez que lo vi fue una película. Lo vi primero jugando en el extranjero. Sabíamos que teníamos un jugador joven, salvaje. Un animal competitivo que estaba enamorado del baloncesto y era bastante atlético, simplemente feroz. Parecía no tener miedo y hacía lo que fuera que tenía que hacer para ganar. Era una fuerza de la naturaleza y eso fue lo que vimos”, confesó Popovich, su emblemático entrenador en los Spurs.
Fue campeón en 2003, 2005, 2007 y 2014. Fue el Mejor Sexto Hombre de la temporada 2007-2008, obtuvo dos nominaciones como All-NBA y otras dos como All-Star.
Manu Ginóbili y la Selección Argentina
Fue con la selección argentina que Manu Ginóbili logró que su nombre empezara a hacerse conocido fuera del país y que los reclutadores de Europa y la NBA se fijaran con él. El primer torneo clave fue un Mundial Sub-22 jugado en Australia, en 1997. Ese equipo, que contaba con Fabricio Oberto y Pepe Sánchez, entre otros, perdió contra el local en semifinales solo por un triple. Esa derrota, según contaron algunos jugadores, fue un impacto muy fuerte para todos y de alguna manera fue la chispa que terminó de encender la mística del grupo que años más tarde conoceríamos como la "Generación dorada".
Al año siguiente, Ginóbili tuvo su debut en el Mundial de Grecia con la selección mayor. En ese plantel había históricos como Marcelo Milanesio y Juan Espil y los nuevos nombres: además de Ginóbili, estaban Oberto y Sánchez también.
Cuatro años más tarde, ya como líder de la selección y consagrado como figura dominante del basquet europeo, Ginóbili llegó al Mundial de Indianapolis con la Argentina y dio el golpe inicial de la Generación dorada: en la segunda fase, derrotaron a Estados Unidos 87 a 80. Era la primera vez que un equipo de Estados Unidos formado por jugadores de la NBA perdía en una competencia oficial. Argentina llegó a la final de ese torneo: en un cierre ajustado, y con un error de los árbitros, no le pudo ganar a Yugoslavia.
En los Juegos Olímpicos de Grecia 2004 llegó la revancha: se le volvió a ganar al Dream Team en semifinales y el equipo se colgó la medalla de oro.
Con la Generación Dorada y el liderazgo de Ginóbili, el básquet argentino se convirtió en protagonista en todos los torneos que disputó durante la primera década de este siglo: en el Mundial de Japón 2006, la selección quedó en la cuarta posición detrás del campeón España, Grecia y Estados Unidos. Dos años después, en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 volvió a subir al podio: ganó una medalla de bronce. En 2016, en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Ginóbili jugó su último torneo para la selección argentina: en la derrota en cuartos de final frente a Estados Unidos, una vez que el partido finalizó, todos los jugadores y el público terminaron aplaudiendo al jugador más determinante que tuvo Argentina en su historia.
Manu Ginóbili y sus reconocimientos
Ginóbili se consagró como Jugador Más Valioso (MVP, según la sigla en inglés) de las Finales de la Euroliga en 2001, de la Liga Italiana en las temporadas 2000-2001 y 2001-2002 y de los Juegos Olímpicos en 2004. Además, ganó el premio Olimpia de Oro en 2003 y 2004 y el Kónex de Brillante en 2010, donde fue reconocido como el mejor deportista de la década.
Por su amplia trayectoria y rol determinante, en 2019 San Antonio Spurs retiró la camiseta número 20 que Ginóbili usó durante 16 temporadas y con la que cosechó los cuatro anillos de la NBA. A cuatro años de su retiro pasó a la historia: a partir de ahora, forma parte de un selecto grupo de basquetbolistas extranjeros que son venerados en Massachusetts, donde el Salón de la Fama tiene su sede.
Texto: Melina Sutera.
