En el mundo de la industria automotriz, la evolución constante redefine los límites de la innovación. En ese contexto, el fabricante neerlandés Carice ha dado un paso audaz al presentar el Carice TC2, un biplaza eléctrico que fusiona la vanguardia de la propulsión eléctrica con el encanto retro.
Este vehículo, construido de manera artesanal, se erige como un homenaje al icónico Porsche 356 Speedster de 1954, un automóvil que ha dejado una huella imborrable en la historia del diseño automotriz.
En sus primeros años, allá por 2011, Carice se dedicaba a fabricar coches eléctricos de encargo en tiradas limitadas. Sin embargo, con el tiempo, ha logrado un crecimiento significativo que le permite dar un paso más allá. El Carice TC2, ahora en producción, encarna la visión de la empresa de fusionar la elegancia clásica con la potencia eléctrica.
Este biplaza no solo cautiva con su estética inspirada en el Porsche 356 Speedster, sino que desafía las convenciones en cuanto a peso se refiere. Con tan solo 630 kilos, el Carice TC2 destaca en un mercado donde los vehículos eléctricos suelen ser más robustos. Aunque la compañía no ha revelado los detalles del sistema de propulsión, aseguran que su ligereza le otorga una autonomía excepcional, superando los 300 kilómetros.
Al adentrarnos en su habitáculo, el TC2 sorprende con un interior que combina sofisticación y nostalgia. La tapicería de cuero, abrazando cada rincón, refuerza la sensación de lujo. Además, el contraste se acentúa con la presencia de diales analógicos, un rasgo distintivo frente a la tendencia actual de paneles digitales en los coches eléctricos.
La transmisión del TC2 añade un toque de nostalgia al operarse mediante llave. La opción de desplazarla hacia arriba para seleccionar una sola marcha (D) y hacia abajo para la marcha atrás (R) añade un giro retro al moderno desempeño del vehículo.
Con un precio estimado de 44.500 euros, el Carice TC2 busca destacar su accesibilidad en comparación con su inspiración, el clásico Porsche 356 Speedster. Esta estrategia de precio pretende demostrar que la fusión entre estilo retro y propulsión eléctrica puede ser no solo emocionante, sino también asequible.
