Fue el penúltimo en ingresar a la nueva temporada de Gran Hermano (Telefe) y, paradójicamente, el primero en salir del juego. En principio por la nominación de sus compañeros, aunque la palabra final la tuvo el público en sus casas que votó.
"Trabajar, lavar, planchar, sé doblar la sábana con elástico, soy más o menos un alambre, sirvo para todo", dijo en su presentación. Pero, Hernán "El Negro" Ontivero(30) lejos de desmotivarse por su pronta eliminación, piensa en las puertas que se le abrieron desde que puso un pie en la famosa casa, y que indudablemente su vida tuvo un giro al pasar a estar en el ojo de todos.
Si algo queda claro es su fanatismo por La Mona Jiménez, es su ídolo, y lo lleva presente en cada aparición a través de sus looks. De sonrisa cálida, el buen humor como cordobés, y de fondo musical el cuarteto, Hernán posa para el lente de Revista Gente y nos cuenta cómo fue su paso por la competencia.
"Se dio la oportunidad de entrar a Gran Hermano y me animé a anotarme, aunque sinceramente probé por joder, por ver qué pasaba... Aunque el video si me lo tomé en serio, lo preparé para enviarlo a la producción... Yo sabía de qué se trataba el juego, sabía que iba a estar expuesto", dijo muy seguro.
Al consultarle si llegó a incomodarle el hecho de tener las cámaras las 24 horas al día, aseguró : "No, porque hago lo que hacen todas las personas normales del mundo", y confesó que con el pasar de las horas o días, dentro de la casa los participantes se olvidan de que los están enfocando y hacen de su dinámica de vida una rutina normal.
- ¿Cuándo caíste en cuenta de lo que representaba formar parte de Gran Hermano?
- Cuando me vi las imágenes promocionales, cuando vi los carteles que dicen Gran Hermano, eso fue lo primero que me impresionó, se me puso la piel de gallina. Después, las primeras horas sentís que te están grabando, pero luego se te olvida y te hacés amigos, así que te olvidás.
- Sentís que te mostraste tal cual sos dentro de la casa ¿o armaste un personaje?
- Yo no mostré otra cara, fui tal como soy, por eso fue la repercusión. Pero bueno, me quedo contento de que no me traicionaron nunca. Si se diera la oportunidad de volver a entrar en repechaje lo haría... con una personalidad un poco más suave y más sutil.
- ¿Más suave, con los comentarios?
- Sí, no son tantos los comentarios, porque fue solo los primeros días... pero cuando me conocieron se dieron cuenta que era otra cosa... Aunque el primer impacto, sí, es fuerte. Lo que pasa es que de donde yo vengo es normal tener cierto humor, desde chico me manejé con ese tipo de comentarios. es normal y acá nunca pensé que iba a ser tan distinto. Así que habría que jugar igual, pero más suave a la vez.
- ¿Sentís que te cambió la vida en esos pocos días dentro de la casa?
- Sí, primero empecé a extrañar a los chicos de la casa... Y después, me sorprendió encontrarme con las personas que te conocen, y la banda de gente que me apoyó. Después de eso, lo demás es la vida normal. Lo que sí me pasa, es que aprendó que tenés que cuidar un poco más lo que haces y lo que decís.
- Tu ex pareja hizo una polémica acusación en redes donde hablaba de abandono en el embarazo, ¿antes de entrar a la casa sabías ue esto podía hacerse público?
- Sabía antes de entrar a la casa. Ya sabía porque esto era como una bomba. Por más que la dejé con mi familia, y le dije que me iba a trabajar, porque realmente a eso vine, sabía que eso iba a explotar en algún momento. Pero bueno, no dejo que la actitud del otro perjudique la mía. Yo sigo enfocado y me siento muy bien ahora.
La mirada de Hernán: de participante a espectador de Gran Hermano
- Ahora que tenés participación en los medios, ¿te gusta este mundo?
- La verdad que sí... Pensé que era peor. Pensé que era más áspero, pero me equivoqué, porque todo es mucho más tranquilo de lo que parece. Estoy tranquilo y estoy abierto a las posibilidades que se me den. Tengo humor para lo que sea, yo creo que el sentido del humor pueden pegar con cualquier proyecto. Mientras tenga la cámara adelante, me siento muy cómodo y lo disfruto. No sería un desafío, sería algo lindo.
- Y de Córdoba, ¿qué extrañás?
- Extraño el asado, extraño el baile... Extraño escuchar música, porque escucho música siempre. Extraño eso y a mis cinco perros.
- Si se diera la oportunidad de un repechaje ¿con quiénes o a quiénes elegirías como aliados? ¿o jugarías solo?
- Primero me hago el aliado y después, comienzo a jugar fuerte. No es muy difícil. Trataré de endulzarlos. Además, ya los conocí y sé sus estrategias así que entraría con ventaja.
- ¿Considerás que tu participación tuvo alguna coincidencia con la de Tomás Holder que fue el primero en salir de Gran Hermano en la edición anterior?
- En lo absoluto. Ni cerca nos parecemos, tampoco en la forma de jugar.
El fanatismo por La Mona Jiménez y lo que representa en su vida
- ¿De dónde viene ese fanatismo por La Mona Jiménez?
- Por ley, todo cordobés es cuartetero. Y si no te gusta, al menos un tema de La Mona te tenés que saber... Mi fanatismo empezó cuando terminé el colegio que ya tenía edad para viajar. Porque él venía a Río Cuarto de donde soy, pero no tanto, y en Córdoba capital si tocaba todos los fines de semana, así que yo me propuse comenzar a ir al templo. Así que viajé muchas veces a los homenajes que le hacen, y por eso conocí mucha gente que también lo sigue. Yo creo que el 50% te mueve su música y el otro 50% su gente, es un sentimiento único. Todo te lleva a una cosa: quererlo y extrañarlo.
- Su música te acompañó entonces en momentos importantes de tu vida...-
- Los mensajes en sus temas son letras reales... Letras de cárcel y desamores, amantes, traiciones, todas letras reales que te identifican a vos, a un vecino, una amiga, a cualquiera. Y son letras copadas con buen ritmo. También tiene canciones más tristes pero te hace bailar igual, yo creo que nadie logra eso. Es un artista que deja buenos mensajes... Todo lo que hice, es por él y para él, no lo voy a hacer por nadie más.
- ¿Alguna vez te ilusionó la idea de tener un encuentro cara a cara con La Mona?
- Cada vez que se enferma, se me cae un lagrimón... Daría años de mi vida por su eternidad. Lo digo siempre. Me gustaría ir a comer un asado con el, o un guiso, una sopa, lo que sea... Me daría el gusto e invitaría a cuatro o cincos amigos, los más fieles a La Mona, y nos sentaríamos a comer, nos sacaríamos una foto, con una buena charla de por medio.
Fotos: Chris Beliera
