En diferentes oportunidades, Sol Pérez habló de los trastornos alimenticios que tuvo que atravesar en su adolescencia. Sin embargo, en una nota con María Laura Santillán, la panelista sorprendió al hacer una dura confesión sobre lo que vivió.
En una nota que dio Sol para Infobae, con María Laura, uno de los temas que tocaron fueron los problemas que tuvo la panelista con la alimentación. "Me empecé a desmayar en el colegio, mi mamá me llevó al médico, pesaba muy poco", sorprendió al contar Pérez.
En ese momento, la influencer reveló: "Me dijeron que iba a tener que empezar un tratamiento, si no me alimentaba. Me acuerdo que me daban gotitas para abrir el apetito. Dejaba de comer... me sentaba y me costaba mucho, mucho, terminar mi plato de comida".
"Me acuerdo que mi papá me decía 'hasta que no te lo termines no te levantas de la mesa'. Yo no podía, pero no podía de verdad, me caían las lágrimas porque ya no tenía hambre, no me entraba la comida", detalló Sol.
Rápidamente, Santillán quiso indagar al preguntarle: "¿Vos te veías gorda? ¿Querías comer menos? ¿Querías no tener grasa?". A lo que la invitada explicó: "Mis compañeras del colegio me acuerdo que eran todas flacas, altas, encima yo medía 1.60 y era musculosa".
"Empecé a seguir una chica fit que tenía un lomazo tremendo y obviamente, con mi ignorancia, aparte tenía 16 años, dije 'bueno, la solución a esto y la clave del éxito para estar como ella es no comer claramente'. Y si, yo no comía nada...", explicó la panelista de Telefe.
Finalmente, para cerrar el tema, Sol aclaró: "El vínculo que uno tiene con la comida nunca es del todo sano después". De esta manera, dejó en claro que, a pesar de que ahora se alimenta bien, su relación con la comida sigue siendo difícil, por las secuelas que le dejó todo lo vivido.
El entrenamiento es muy importante en la vida de Sol Pérez
Durante los últimos años, Sol empezó a ir cada vez más al gimnasio a entrenar. De hecho, ahí conoció a quién hoy es su marido, Guido Mazzoni. Es por esto que, siempre que puede, va al gimnasio, y en un momento llegó a ir todos los días de la semana.
Sin embargo, luego de su casamiento, estuvo trabajando mucho y estudiando para recibirse de abogada, y no pudo seguir su ritmo de entrenamiento. En diálogo con la revista GENTE, a mediados de marzo, Pérez confesó: "Ahora ni estoy entrenando".
Cuando la periodista comentó que no se la imaginaba sin entrenar, Sol afirmó: "Yo tampoco (risas). Ya casi va a hacer un mes desde que no voy a entrenar. No sé cómo no mate a alguien a esta altura. Pero necesito recibirme, y sé que me falta poco. Es solamente dar bien un final".
Finalmente, luego de rendir el último final, a principios de abril, la panelista defendió su tesis y se recibió de abogada. A través de un posteo en su cuenta de Instagram, la influencer anunció la gran noticia, junto a un video donde se la veía sosteniendo el cartel que decía 'soy abogada, Dra. Pérez', y tirando el gorrito de recibida.
