Charlotte Caniggia se luce en la pista del Bailando 2023. Volvió más madura y plantada en el presente, con una perspectiva nueva que la acerca mucho más a la audiencia.
Ella y Melody Luz tienen una gran relación, incluso en este contexto en el que Alex Caniggia está encerrado en Gran Hermano VIP de España y Venezia, la hija de El Emperador, tiene apenas un trimestre de vida.
Y es por eso que, en su segunda actuación en el reality show, fueron a acompañarla las mujeres de su familia. Charlotte atraviesa un gran momento en el Bailando, y el jurado destacó el crecimiento profesional que tuvo en esta participación respecto a las que tuvo en años anteriores. Ya casi una década pasó del primer día que debutó en el programa de Marcelo Tinelli.
Si bien la pequeña no salió en cámara porque están protegiendo su rostro, su cuñada estuvo firme al costado de la pista y luego compartió una tierna postal en las redes sociales. "Lo diste todo ayer tía. Te amo mucho", postearon desde la cuenta de Venezia.
Charlotte Caniggia conmovió al hablar de su relación con Claudio Paul y Mariana Nannis
En el marco de la previa de su cuadro en el Bailando 2023, Charlotte abrió su corazón y reveló algunos detalles de la intimidad familiar de la complicada relación con sus padres, Claudio Paul Caniggia y Mariana Nannis.
No es la primera vez que comparte este pedacito de intimidad con los televidentes. Hace pocas semanas, se había expresado: ”Yo estoy dispuesta a sanar el vínculo familiar, estoy tratando con mi hermano, pero es difícil. Ellos no me llaman nunca. Que me digan: ‘Hola hija estoy orgulloso de vos’, pero nada. Ojalá recapaciten y sean unos padres presentes, como siempre lo fueron”.
En la charla con Tinelli, recordó que todo empezó cuando decidieron divorciarse. "Y ya está, no nos hablaron más, tomaron distancia", reveló con una sensación de pesar en su voz. "Yo hace años que estoy en esta posición, es algo muy normal para mí”, insistió.
Mientras ella relataba su sentir, tanto el jurado como el conductor se mostraron conmovidos por su pedido. “Extraño a mi mamá, a mi papá, quiero abrazarlos, charlar, tomar un café. Mi vida es así y tengo que aceptarlo”, dijo casi al pasar.
“Quizás en un par de años mis papás se acerquen a mí y quieran pasar tiempo conmigo. Yo estoy abierta, pero no voy a estar siguiéndolos todo el tiempo esperando y exigiendo que me amen o que me llamen. Es cansador”, sentenció, notablemente agotada de todos los coletazos que le trae su familia.
