-Muy buena la chocotorta, decidle a la persona que la ha hecho que estaba buenísima.
En medio de la entrevista con GENTE, Mario Casas recuerda con mucho entusiasmo haber degustado una clásica —y aparentemente espectacular— chocotorta. Y es que entre el Obelisco y Caminito, los shootings y los eventos, el astro del cine español tuvo tiempo de enamorarse de los dulces argentinos.
En su rol de embajador de The Icon, fragancia de Banderas Perfumes, el actor y director visitó Buenos Aires con una apretada agenda de actividades. A solo minutos de terminar con sus compromisos antes de dejar el país, se dispuso a compartir cómo lo recibió el público argentino, los inicios de su carrera en la pantalla grande y las claves de su vínculo con Antonio Banderas.

-¿Cómo te recibió Argentina?
-Muy bien, la verdad es que con mucho cariño, mucho respeto también, ¿no? En todas las entrevistas que he hecho, esta mañana, ayer. Eso es de agradecer, que la gente te trate con cariño, con amor, con respeto. Es muy bonito.
-Y este viaje, esta gira con The Icon, ¿en qué momento te encuentra? Tanto en lo personal como en lo profesional.
-Estoy en un momento la verdad que muy bueno. En estos últimos años, en lo que a actuar se refiere, he podido hacer películas que sobre todo en España han ido bien, tanto en el público como en la crítica. Hace casi dos años tuve la oportunidad de dirigir mi primera película, que protagonizaba mi hermano… Y bueno, algunos proyectos más que están ahí, ojalá pueda levantar algún proyecto también como productor. Poco a poco se abren otras puertas. Yo soy muy curioso, a mi me gusta saber mucho, bastante de lo que hago. En eso ando, unos últimos años muy buenos la verdad.
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-Hablando de tu carrera, sos un ícono del cine español, fuiste el crush de toda una generación y los éxitos siguen llegando como actor, como director… ¿Qué rol creés que tiene la actitud en eso, en el éxito?
-Contártelo de mí mismo o mirarme yo y hablarte de mí, me parece más complicado. Para mí el ícono aquí es Banderas, ¿no? Para mi él es un referente. O sea, para mí el éxito, un ícono, es cuando la gente quiere verse reflejada en ti. Te ven como alguien en quien convertirse, te siguen la carrera, quieren parecerse de alguna manera a ti. Entonces para mí eso es un ícono y Antonio la verdad que es alguien que desde España lo seguimos y admiramos mucho. Y alguien humilde, creo que esto es de las cosas más bonitas que te pueden decir. Es alguien que sigue con los pies en la tierra aunque la vida le haya dado una vuelta de 180 grados, sigue teniendo esas raíces y bueno, lo demuestra ahora volviendo a su tierra, Málaga. Vuelve a vivir ahí con el teatro, hay algo que lo vuelve a llamar, el sitio que lo vio nacer. No sé, a mí este tipo de persona, en este caso de hombre como es Antonio, pues empatizo mucho con él.

-Estás hablando de Antonio Banderas. Podría decirse que ustedes tienen una relación de amistad además de una relación laboral.
-Sí, claro.
-¿Qué cosas los unen? ¿Cómo surgió ese vínculo?
-Pues… Yo hago una película con él hace diecinueve, veinte años. Mi primera película para el cine, El camino de los ingleses, y él la dirigía. Era su segunda película tras Crazy in Alabama, creo. Me escogió ahí, pasaron años y no nos volvimos a ver. Después con Los 33, película que rodamos en Chile y cuenta la historia de los mineros chilenos, entablamos de nuevo la relación. Yo ya era más mayor y a partir de ahí tuvimos contacto.
-¿Y cómo surgió la colaboración para The Icon?
-Antonio me llamó hace casi cuatro años para este proyecto que es su hijo, su bebé, que es tan importante para él. Me llamó para que estuviese ahí y formase parte del equipo junto a Puig, que hace un trabajo precioso. Y para ser parte de la familia, porque hay algo junto a las chicas que están también representando el perfume femenino, con Stefi en este caso aquí en Argentina, en Buenos Aires. Es un gusto porque al final es eso: hay familia, hay amigos, gente con la que te apetece reencontrarte, que son majos, buena gente, ¿no? Como diríamos en España. Y se hace todo mucho más llevadero, mucho más fácil y dan ganas de estar aquí, haciendo de embajador.

-¿Te imaginaste alguna vez ser la cara de una fragancia como The Icon?
-Yo puedo ser un ícono pero para una generación, pero Antonio en este caso, es un ícono para muchísimos. Él fue el primero en abrir las puertas ya no solo a los españoles, sino también a los latinos en el mundo hollywoodense que era antes. Hoy es un camino que nos abrió las puertas de la ficción a muchísimos actores. Una ventana al mundo increíble, entonces tiene muchas cosas más.
-¿Pero imaginaste alguna vez ser la imagen de una fragancia?
-Bueno, soy el embajador y me considero parte de la fragancia, de la familia. Esta fragancia también tiene mucho que ver conmigo. Lo decía también antes, Antonio y yo tenemos bastantes semejanzas en muchas cosas. En la manera de ser también. Para mí The Icon también es parte de mí.

-¿Con cuáles de sus características te identificás más?
-A mi me gusta la madera y este tiene algo fresco que me gusta. Pero me gusta también que perdure, que tenga duración y sea un perfume que te lo eches y dure a lo largo del día, que no desaparezca enseguida.
-¿Y con respecto al éxito, la actitud, la autenticidad que lo caracterizan?
-Ostras, es que no lo sé. Me cuesta mucho verme así, juntar el éxito conmigo. Me encantaría que pasen los años y convertirme un poco en un Antonio. En cómo él ha llevado la carrera, en cómo es él también en lo personal, pues bueno, sueños que él ha tenido y ha podido sacar adelante, como el perfume. Ojalá llegara a ser una parte de lo que es Antonio Banderas hoy en día.