Infidelidad, lágrimas y una vieja maldición: la trágica historia de Charlene de Mónaco – GENTE Online
 

Alberto y Charlene de Mónaco, 12 años de un lóbrego matrimonio: la maldición Grimaldi que condenó a la royal

Alberto y Charlene de Mónaco, 12 años de un lóbrego matrimonio: en qué consiste la maldición Grimaldi
Los Grimaldi son una de las dinastías europeas que más da de qué hablar desde sus comienzos. Emparentados con numerosas familias aristocráticas, con una maldición a cuestas y un aura de glamour. Las infidelidades y los hijos fuera de matrimonio no pudieron con la "Princesa triste".

Hace 12 años el mundo entero observaba con cierta atención la entrada de Charlene de Mónaco (45) -entonces todavía Wittstock-, en el patio del palacio Grimaldi, en Montecarlo, caminando sobre una alfombra roja y bajo un inmenso toldo blanco. Pero la imagen que perdura de la princesa es la de una novia triste, sin ni un dejo de felicidad.

En ese sentido, aquel 2 de julio de 2011 se vio a una mujer nerviosa, muy seria, hasta las lágrimas, solo sonriente al final de la ceremonia, cabizbaja, ante los ilustres invitados de familias reales, del arte, la moda y la música. Aunque sus expresiones corporales llamaron la atención, ninguno de los presentes ni los espectadores se hubiese imaginado que el estado anímico de aquel acontecimiento se debería a las infidelidades del royal que la estaba desposando.

Según describió la prensa sobre aquel hecho, la mirada de la princesa parecía perdida. Sin embargo, no fue hasta después que se supo que días antes de la boda, Charlene había descubierto que Alebrto II le era infiel, no con una sino con varias mujeres.

Hay quienes llegaron a señalar que el poderoso príncipe veía a su esposa como un objeto, al que no dejaría escapar tan fácilmente: para quienes deslizaron sobre la mesa sobre una posible ruptura de la pareja.

Imagen de archivo: Alberto y Charlene de Mónaco contraen matrimonio
Imagen de archivo: Alberto y Charlene de Mónaco contraen matrimonio el 2 de julio de 2011.

La historia de amor de Alberto II a Charlene Wittstock

Alberto de Mónaco conoció a Charlene en una piscina en el 2000. Ella era una famosa nadadora olímpica de Sudáfrica. Sin embargo, no fue hasta seis años después en los juegos olímpicos de invierno que se volvieron a encontrar y decidieron darse una oportunidad como pareja.

Si bien al principio todo parecía amor y alegría, pero una antigua maldición familiar caería sobre Charlene de Mónaco. Es que, este hombre era conocido como el "príncipe mujeriego", un apodo que le valió sus relaciones con plebeyos y sus múltiples infidelidades y aventuras. Llegando al punto de tener dos hijos sin haberse casado.

Imagen de archivo: Charlene de Mónaco y Alberto II tras dar el "Sí quiero".

Salir con Alberto II era aceptar una vida para nada monogámica. Sin embargo, la exdeportista siguió adelante sin saber que la "maldición de los Grimaldi" arruinaría su vida, señalan los expertos en la Corona de Mónaco.

Tras cuatro años de noviazgo, Carlos le propuso matrimonio a la reconocida olimpista. Ella emocionada aceptó la unión. Sin embargo, se rumoreaba que todo era un plan de la Casa Real de Mónaco. Ya que Charlene tenía la misión de procrear los futuros herederos. Es que, según especifican los expertos en realeza, la familia real sabía que las demás mujeres que Alberto frecuentaba, no eran aptas para sostener la Corona de Mónaco. En cambio Charlene era una respetada deportista, por ende, terminaron impulsando a que la relación entre ambos siguiera y se fortaleciese.

Tras cuatro años de relación, Alberto le propuso matrimonio a Charlene
Tras cuatro años de relación, Alberto le propuso matrimonio a Charlene

De qué trata la maldición Grimaldi

El largo historial de divorcios y fracasos sentimentales de los Grimaldi se debe a una supuesta maldición. Según una historia antigua de Mónaco, una amante del rey Rainiero le lanzó un hechizo cuando este se deshizo de ella: "Nunca un Grimaldi encontrará felicidad en el matrimonio".

Aunque para muchos era simple fábula, la maldición empezó a cobrar fuerza cuando la madre de Alberto II perdió la vida en un accidente, y posterior a ello se vio cómo ninguno de los príncipes parece tener suerte en el amor.

El mundo entero vio una Charlene de Mónaco llorosa, cabizbaja y con la mirada perdida en el día de su boda con Alberto II.

Tal es el caso de Alberto de Mónaco, que el día de su boda fue muy evidente la tristeza de Charlene. Es que ella no dejaba de llorar. No parecía feliz. Según trascendió, la princesa se enteró de las infidelidades de su futuro esposo, días antes de la ceremonia. Al enterarse, dicen que la royal intentó escapar de Mónaco, pero la seguridad la retuvo y la convencieron de quedarse. Su cara desolada durante toda la ceremonia le valieron el título de la 'Princesa Triste'. Algo que no cambió ni con la llegada de sus hijos.

Tres años después de la boda nacieron Gabriela y Jaime, pero se dice que ni con los príncipes en brazo Charlene parecía feliz. Hay quienes creyeron que una vez cumplido su objetivo, la olimpista le pediría el divorcio a su esposo, cosa que no llegó nunca. Ya que la princesa mantuvo su sonrisa falsa y su mirada triste hasta la fecha.

Imagen de archivo: bautizo de los príncipes de Mónaco: Jaime y Gabriela el 10 de mayo.

Las sospechas de la repentina partida de Charlene de Mónaco

En un principio, Charlene de Mónaco se dedicó a trabajar en una fundación, pero sus emociones no parecían poder controlarse todo el tiempo, aseguraron fuentes cercanas. Por lo que decidió recluirse de la vida pública por un tiempo.

Si bien la Casa Real dijo que se encontraba enferma, sus allegados sospechaban que el motivo era porque la princesa no aguantaba estar en la misma casa con el príncipe. Hay quienes dicen que sólo quería huir y estar lejos de Alberto II, sin embargo, el príncipe quería evitar escándalos y rumores sobre su persona y honor, por lo que hay quienes dicen que le ofreció un trato que no pudo rechazar.

Imagen de archivo: Alberto y Charlene de Mónaco con sus hijos los príncipes Gabriela y Jaime.

Cabe remarcar que la Casa Real de Mónaco posee más de mil millones de dólares, siendo una de las familias más poderosas del mundo. Aunque para Charlene nada de eso valía su felicidad, algunas fuentes señalan que Alberto le ofreció 12 millones de dólares al año: un millón por cada mes que sigan.

Sobre esa línea, podríamos decir que es así como este matrimonio alcanza este 1 de julio 12 años de matrimonio. Donde los rumores de infidelidad nunca se detuvieron y los escándalos por sus supuestos hijos bastardos también perduraron. Mientras la exdeportista cuidaba a sus hijos y luchaba contra una crisis de salud mental que la tuvo internada en una clínica de Suiza.

Los Grimaldi son una de las familias más poderosas e influyentes del mundo. Con sobradas relaciones en el mundo de la moda y el arte. La princesa Carolina de Hanovre era íntima amiga de Karl Lagerfeld.

Charlene de Mónaco y su retorno al palacio de Mónaco

Tras cuatro años alejada del mismo techo de Alberto, Charlene de Mónaco finalmente retorno. Decidida a afrontar sus problemas de salud y sortear los malos momentos de su matrimonio, se ve a la princesa trabajando activamente en organizaciones benéficas.

Asimismo, según los expertos, señalan que algo cambió en ella. Se la ve más determinada y empoderada: se rapó el cabello como muestra de rebeldía, e incluso es la única es la única miembro de la familia real con redes personales.

Imagen de archivo: Alberto y Charlene de Mónaco en el Día Nacional de Mónaco el 19 de noviembre del 2022.

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