La vida de una reina tiene muchos aspectos coloridos, pero en muchos casos hay una historia que no se puede ocultar. Y esto es lo que pasa con Máxima Zorreguieta, ya que antes de conocer a Guillermo de los Países Bajos, tuvo una vida como plebeya estudiando y trabajando en el exterior.
Luego de culminar sus estudios secundarios en el Northlands School de Olivos, Máxima ingresó a la Universidad Católica Argentina. En dicha institución, cursó la carrera de Economía, egresándose en 1988.
Su desempeño laboral se produjo en paralelo, ya que compaginó su vida para poder continuar un trabajo de investigación en materia de software destinado al mercado financiero en la empresa Mercado Abierto S.A. Como si esto no le alcanzara, también trabajaba part time dando clases particulares de inglés a niños y adultos.
Uno de los primeros grandes triunfos de Zorreguieta en materia laboral dentro del ámbito privado se dio en 1996 cuando se sumó a las filas de HSBC James Capel INC. Es por eso que se instaló en Nueva York para tomar el cargo de vicepresidenta del departamento de Ventas Institucionales en América Latina. Estuvo durante dos años en ese cargo hasta que se pasó a Dresdner Kleinwort Benson.
El puesto de Ventas Institucionales volvió en 1999 cuando comenzó a trabajar en Deutsche Bank: en un inicio lo hizo en Nueva York y luego siguió en el puesto, pero en Bruselas, lugar en el que trabajó hasta que conoció a Guillermo.
Máxima Zorreguieta sufrió un destrato por parte de Fernando Alonso
La presencia de Máxima Zorreguieta en el Gran Premio de Fórmula 1 que se realizó en los Países Bajos a fines de agosto pasado no pasó desapercibida por el tenso momento que la monarca vivió cuando felicitó a Fernando Alonso por ser el vencedor.
“Bien hecho, eh”, fueron las palabras que pronunció la esposa de Guillermo de Orange. Pero, sin embargo, la respuesta que recibió por parte del piloto español no fue la que esperaba.
Es que, justamente, el problema es que no hubo una respuesta. Alonso sonrió, la miró y no emitió sonido. Esta escena, que se volvió viral en los medios de comunicación, fue catalogada como un destrato por parte del deportista.
Lo cierto es que, después del revuelo que se generó, el acusado no habló al respecto y las razones de su actitud son un verdadero enigma. Incluso hay quienes especulan que es un tema de idiomas, aunque es más que llamativo.
