En los últimos días, el rey Guillermo Alejandro de Países Bajos ha estado bajo la mira luego de verse salpicado en el escándalo que protagoniza su cuñada, la princesa Laurentien. Una situación que ha puesto al monarca bajo un intenso escrutinio público.
La controversia data de septiembre de 2024, cuando la esposa del príncipe Constantino, hermano del esposo de Máxima Zorreguieta, fue acusada de “comportamiento inapropiado” en su rol como directora de la Fundación Equally Worthy Recovery.
Esta organización, dependiente del Ministerio de Finanzas neerlandés, fue creada en 2021 para abordar las secuelas del escándalo de las prestaciones de guardería, donde numerosas familias fueron erróneamente acusadas de fraude en la asistencia social infantil.
Según trascendió, los empleados de la fundación denunciaron que Laurentien instauró una “cultura del miedo” mediante insultos y reacciones emocionales desmedidas. Ante estas acusaciones, la princesa decidió dimitir de su cargo para mitigar el impacto del escándalo.

Todo lo que hay que saber del escándalo de corrupción que salpica al rey Guillermo Alejandro de Países Bajos
Aunque inicialmente el escándalo parecía enfocarse sólo en la mala conducta de la princesa Laurentien, una nueva investigación periodística señala una posible implicación del rey Guillermo de Orange para que su cuñada ocupara el puesto de directora de dicha fundación.
Según informes del medio neerlandés NRC, el monarca habría ejercido presión para que su cuñada tuviera asegurado el trabajo. Incluso, la misma publicación muestra unos documentos filtrados que contienen presuntas conversaciones entre el Rey con funcionarios del gobierno para que su cuñada tuviera el lugar asegurado. Una revelación que ha generado críticas en contra del esposo de Máxima Zorreguieta.

Tras la difusión de estos informes, el rey Guillermo apareció por primera vez públicamente esta semana en un compromiso que tenía agendado desde antes. Sin embargo, llamó la atención la actitud que tuvo en dicho evento, ya que, se mostró con normalidad y tampoco abordó las acusaciones, haciendo como si no pasara nada.
Asimismo, este asunto ha provocado que también se critique a la Casa Real de Países Bajos, ya que esta no debería inmiscuirse en asuntos del Gobierno. En tanto que la institución monárquica se ha mantenido en silencio y continua con sus compromisos de manera normal, como si no existiese polémica alguna.
Sobre esa línea, hasta la princesa Laurentien optó por el silencio y tampoco se pronunció al respecto. Mientras tanto, la opinión pública permanece atenta a este escándalo así como a las medidas que se pudieran tomar para investigar estas acusaciones en contra el Rey, quien atraviesa uno de sus momentos más críticos en lo que va su reinado.

Fotos: Fotonoticias