Matías Pulido (38), Leonel Videtta (40) y el pequeño Bastian, quien está próximo a cumplir 3 años a finales de mayo, llevan recorrido un largo camino de orgullo y amor. Una historia de una familia de dos papás que tuvieron un hijo por subrogación en Argentina, en la que hermana de uno de ellos y madrina del pequeño fue la gestante. "Una historia simple, pero compleja", le resumen los "dos papás", tal como se hacen llamar en las redes, a revista GENTE.
Próximos a presentarse en la Feria del Libro Buenos Aires con su obra prima Bastian, el ciervo unicornio, un libro o, como les gusta decirle a ellos, "el diario de dos papás y Basti Otis", cuentan su historia, que buscan visibilizar para generar aunque sea un pequeño cambio en la sociedad, que le permita a su amado hijo crecer en un entorno que lo entienda.
"Usamos el libro como una forma de contar la historia que tenemos con Basti, para hablar de nuestra familia, y darle herramientas a nuestro hijo para que, a medida que vaya creciendo, pueda contar su historia de vida: la subrogación solidaria de vientre, los nuevos referentes afectivos, el tener dos papás", explica Pulido sobre el libro infantil que fue declarado este año de interés de la cultura y la comunicación social por la legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
En cuanto a la repercusión que su historia cobró al momento de darle mayor visibilidad, Videtta recuerda los dilemas de la gente con su historia: "No entendían si los óvulos eran de la hermana de Mati, o si yo había tenido relaciones con la hermana, también nos preguntaban por qué éramos gays y no heteros". Y reflexiona: "Pero después cuando uno va estando orgulloso sobre la familia y sobre nosotros mismos, algunos comentarios dejan de afectar. Pero hay que estar preparados para recibir cualquier tipo de opiniones".

-¿Cómo nació la idea de ser papás?
-Matías: En realidad el deseo de ser padres siempre estuvo. Nosotros hace 16 años que estamos juntos, pero siempre nos decíamos que hasta no sentirnos orgullosos, primero como pareja, no podíamos afrontar el poder criar a una personita. Primero tuvimos que vencer los propios tabúes que teníamos como pareja y como generación intermedia.
-¿Sienten que hubo temas generacionales a resolver?
-Matías: Siempre decimos, los jóvenes de hoy son una generación mucho más adelantada a nosotros, que quizás tiene muchas cosas resueltas o con otras herramientas, nosotros somos una generación intermedia que tuvo que abrirse paso para visibilizar y generar herramientas para que las nuevas generaciones como Basti puedan crecer en una sociedad más empatica e inclusiva.
-¿Cómo es que llegan a pensar en tener un bebé a través de un vientre subrogado?
-Matías: Te digo que fue casi que una casualidad. Encontramos un grupo en las redes sociales que se estaba armando, se llamaba "Subrogación solidaria en Argentina”, con otras personas que estaban en el camino o comenzando. Había profesionales que orientaban cómo aplicar a la técnica en el país.
-Esta es un práctica actualmente prohibida, ¿ustedes acudieron a algún tipo de solicitud especial o bajo qué contexto aplican a la subrogación de vientre?
-Matías: La subrogación es una historia larga en Argentina. En el momento que nosotros lo hicimos, existía un decreto de los registros civiles en Capital Federal, que duró hasta hace poco, junio de 2024, que decía que "Padre y madre son quienes tienen el deseo de serlo, y no necesariamente quien da a luz". Era un decreto muy pionero que nos permitió a nosotros, como a otras personas, realizar la práctica de subrogación de vientre solidario, que dejaba en claro que quien gesta no es la madre, ya que no tiene voluntad procacional de ser la madre.
-Leo: Más allá de la disposición de CABA, que nos aseguró que Basti iba a poder tener el DNI con el apellido de sus dos papás, nosotros también estábamos luchando por una ley que ampare a todos los sectores, y que ninguna de las partes involucradas sea vulnerada. Porque empezamos a ver que se empezaron a comercializar ciertas cosas y que se empezaron a formar como agencias de gestantes, que es lo que nosotros queríamos advertir, porque se generaban casos de abuso y algunos hasta rondando la trata, lo que genera que la Justicia tome cartas en el asunto rápidamente y defina la eliminación de dicho decreto. Por lo que hoy la subrogación de vientre en Argentina no es tan factible de realizarse como años atrás.

-¿Hubo políticos o congresistas que hayan acudido a ustedes para analizar un proyecto de ley a futuro?
-Leo: Sí, se contactaron políticos de distintos partidos para hablar de nuestra experiencia, hemos enviado algunos proyectos de ley en base a investigaciones que hicimos, pero todo desde un rol de facilitadores, a modo de ayudar.
-Matías: Nosotros tomamos como modelo puntualmente un proyecto de ley de Colombia y el de un país más, en base a esos propusimos cambios en los distintos proyectos presentados por los distintos movimientos o partidos políticos.
-¿A qué se refería o qué características tenía la denominación de subrogación de vientre solidario?
-Matías: En Argentina cuando estaba vigente la disposición, sólo se hablaba de la gestación solidaria. Que quiere decir que tiene que ser alguna persona que tenga vínculo con nosotros y que de manera solidaria geste el bebé. No se relaciona a un alquiler de vientre, no hay un contrato o dinero de por medio.
-¿Cómo fue en su caso? ¿Quién gestó a Basti?
-Matías: Basti fue fecundado en un óvulo proveniente de un banco de óvulos donados, con esperma de la pareja, y una vez que se generó el embrión, lo transfirieron a la pancita de mi hermana Bárbara, quien fue quien terminó de gestar a Bastian.

-¿Cómo se dio la propuesta? ¿Eran charlas que ya se venían hablando con anterioridad?
-Matías: Es muy loco, porque al principio cuando empezamos a investigar si se podía hacer la subrogación en Argentina, empezamos a expresar nuestro deseo de ser padres y una amiga de nosotros, Cecilia, nos dijo: "Chicos, obvio que soy yo. Quiero llevar a su hijo dentro de mi panza, estoy preparada, quiero hacerlo por ustedes, los amo y quiero que sean papás", y nosotros recién habíamos expresado la idea, nos agarró por sorpresa la reacción.
-¿Y qué pasó entremedio?
-Leo: Nos armó un grupo y empezamos todos los estudios con ella, pero unos resultados le salieron mal, y no aseguraban que pueda salir todo bien. Entonces por cuidarla a ella preferimos parar todo. Ahí nos bajoneamos y empezamos a contar que decidimos no seguir adelante, y recuerdo que en aquel entonces, la hermana de Mati comentaba que no sabía cómo Cecilia había hecho para ofrecernos eso, que es un acto de amor hermoso pero que ella no hubiese podido. Y al año, en plena pandemia, nos dice de hacer una videollamada.
-¿Se lo replanteó?
-Matías: Nos llamó un día y nos preguntó si seguíamos con la idea de ser papás, y nos contó que maduró la idea, que habló con su esposo y sus 3 hijos, y que estaban todos de acuerdo que ella sea la gestante de nuestro bebé. Imaginate, en plena pandemia, no nos podíamos ver y terminamos llorando todos por Zoom.
-¿Fue difícil explicarle lo que iba a suceder a tus sobrinos?
-Matías: Hubo un montón de miedos y dudas de cómo explicarlo. Pero eran todos prejuicios nuestros, porque en ese momento, Gere, el menor, que tenía 7 años, me acuerdo que preguntaba cuándo nacía Basti, que quería jugar con él.
-¿Cuántos años tenía tu hermana cuando gestó a Basti?
-Matías: Ella tenía 42 cuando empezamos todo esto. De hecho, nos dijo que tenía que ser ahora porque después no iba a poder.
Leo y Mati: Una historia de amor y orgullo que cimentó la crianza de Basti
Sobre su historia de amor y la lucha personal en busca de sentirse orgulloso de quien es, Leonel Videtta reconoce que su compañero de vida fue un pilar fundamental en su búsqueda: "La verdad que desde que conocí a Mati soy otra persona. Yo tenía mucho miedo de sentirme excluido de la sociedad, Pensá que hace 16 años la sociedad era otra. Si bien nunca recibí discriminación, sí me sentía excluido de un montón de mensajes implícitos y explícitos de la sociedad, los medios de comunicación y demás. Hoy viendo en retrospectiva, me da orgullo poder ayudar a otras personas y visibilizar nuestra historia y nuestra crianza".

-¿Cómo se conocieron?
-Leo: Nosotros nos conocimos por el teatro, nos gustaba hacer teatro a ambos y ahí empezamos a conocernos y a escribir nuestra historia, con un montón de sueños y de miedos. Porque en aquel entonces era impensado casarnos, y menos que menos tener un hijo. Que nuestras familias estén unidas disfrutando de nuestro casamiento y de Basti era un escenario casi imposible de lograr en nuestras cabezas, o en la mía al menos.
-Matías: Fueron romper muchas barreras, que no las imaginábamos, pero sin duda fue porque nos teníamos el uno al otro. Desde entonces quisimos visibilizar nuestra historia para que otros se sientan reflejadas y acompañadas.
-Más allá de las críticas u opiniones que pueda generar en terceros su familia ¿Con qué otras dificultadas/problemas sociales se encontraron ya siendo padres?
-Matías: Bueno hay algo que nos fue pasando a medida que íbamos empapándonos en el mundo de la paternidad y es que por momentos no nos sentíamos incluidos. Que no se mal entienda, uno ama todo lo maternal, pero el ver o dimensionar que todo lo relacionado al bebé, el bolso, la licencia, el plan de la obra social, todo está relacionado a la maternidad y al rol de la mujer, que tiene un peso grande en la crianza, pero bueno, si sentimos que los hombres quedan un tanto relegados.
-Leo: Pasa que uno suele romantizar el hecho de ser papá y la crianza, pero una vez que caminás ese camino te encontrás con cosas que ni habías pensado. Nos pasa que a veces vamos a un restaurante y tenemos el cambiador en el baño de mujeres. Entonces decimos, habiliten un cambiador en el baño de varones, pero no por nuestra historia, sino porque todos los padres tienen derecho de cambiar o llevar y cambiar a su hijo en el baño que le corresponde. Son pequeñas situaciones que vamos dándonos cuenta o que van apareciendo a medida que avanzamos en la crianza de Basti, en las cuales tratamos de generar un cambio.
-¿Alguna vez se sintieron juzgados por otros padres, en el jardín al que va Basti u otros sectores?
-Leo: Mirá, dio la casualidad que en el jardín de Basti hay también dos mamás en el mismo curso, y la verdad que todos nos tratan hermoso. De hecho, el chat de padres, que al principio se llamaba ‘Las mamis’, ahora cambió y ahora sol ‘Las mamis y los papás’ y van sumando otros padres.

-¿Qué fue lo más desafiante como papás?
-Leo: Desafiante yo creo que todo. Desde el embarazo hasta ahora, la etapa de 3 años, te digo que cada crecimiento es un desafío nuevo. La realidad es que, todo lo que uno piensa y se imagina de que va a ser, no lo es, y todo lo que uno piensa que no es, es. Es un mundo que ahora entiendo porque nadie lo explica y todos te dicen que tenés que transitarlo porque cada criatura es distinta. Pero es un mundo maravilloso repleto de desafíos, tanto como papá como de pareja.
-Matías: Algo que nos pasó y que lo charlamos con Leo, es que al ser dos papás, al principio sentíamos el peso de ser dos papás y tener que demostrar que podíamos criar a Basti como cualquier otro tipo de familia. Porque siempre estaba esto dando vuelta del instinto maternal y la ausencia de esa figura en su crianza. Un montón de cosas que tuvimos que ir demostrando, que la crianza de Basti hoy por hoy es tan normal como la de cualquier otro niño. Hay un montón de prejuicios que fuimos venciendo, primero para nosotros, después para nuestro círculo íntimo y después para la misma sociedad que va viendo cómo crece Basti, en total libertad, con mucho amor y que con dos papás tiene la misma crianza que cualquier otro tipo de familia.
-¿Les gustaría agrandar la familia?
-Matías: Por el momento, yo estoy viviendo mágicamente la crianza de Basti y creo que estoy bien por ahora (risas).
-Leo: Bueno yo nunca digo no, nunca se sabe. Me parece que agrandar la familia e ir por el camino de la adopción me parece algo hermoso. Me parece que es otro de los caminos hermosos de hacer, así que si se da me gustaría que sea por ese lado.