El 17 de febrero de este año, Vero Lozano sufrió un gravísimo accidente mientras esquiaba en Aspen: "Ibamos en una aerosilla tres personas: Analía (Franchín), la instructura y yo", explicó en su momento la conductora en su propio programa, "Cortá por Lozano".
"No bien pongo la cola para sentarme en la silla, se me traban los bastones y eso impidió que baje la barrera de seguridad. Yo aviso a quien estaba a cargo de la silla que la pare y no me hizo caso: le gritó mi instructora, Analía... !Todos! Pero empezó a subir igual", explicó Lozano.
"Gritábamos stop, stop... pero seguía. Cuando yo levanto el culito para sacar el bastón es cuando me resbalo y quedo colgada. Me sostuve con una mano, con la otra me agarraba Analía y la instructora me sostenía del casco", concluyó el escalofriante relato Vero que, finalmente, decidió soltarse y cayó de 7 metros de altura. Se quebró los dos tobillos y tuvieron que operarla.

Entrevistada por GENTE -para el Intimo de la semana- la periodista recordó con mucho humor la frase que repetía Analía Franchín en ese terrible momento. "Anita gritaba: “¡Paw patrol!” ¡Paw patrol!”, desaforada. Así que imagínate la situación: yo colgada a 7 metros del piso viendo que el pel(...) que tenía que parar la silla no lo hacía, el que venía a “rescatarme” caminaba a 2 por hora y traía una colchoneta para hacer yoga. Todo muy difícil. Igual, Anita, mi alma, hizo tanta fuerza para sostenerme e intentar que yo aguantara. ¡Cómo la quiero! En un momento entendí: “Todo esto es un montón, no me queda otra que soltarme”, contó entre risas Lozano.

La dura rehabilitación de Vero Lozano

Vero Lozano asegura que el accidente le cambió la vida: "Renací", dice sin vueltas. "Esta situación me ayudó a demostrarme, a mí misma, que puedo y todos somos mucho más poderosos de lo que pensamos. También creo que Dios nunca te manda cosas que no podés tolerar. Finalmente, hoy, luego de 9 meses, puedo decir que el balance del accidente fue positivo: me recuperé mucho más rápido de lo imaginado y aprendí a valorar las cosas más simples de la vida, como tomar un rico café al sol rodeada de mis perros. Hoy soy una militante del “momentismo”, disfrutar de esos minutos de felicidad diaria que todos podemos tener", concluye emocionada.